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La última serie de Giona Maiarelli para What’s in a Lamp? combina culturas italianas y estadounidenses, utilizando collages para reinterpretar las icónicas lámparas de Foscarini. Mezcla imágenes de revistas antiguas, libros y fotografías, reimaginadas a través del lente de la memoria y la imaginación.

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Artista, diseñador gráfico y curador, Giona Maiarelli nació en Italia y lleva más de veinticinco años viviendo en Estados Unidos, actuando como un puente entre dos culturas. Su obra se centra en el collage, un medio que se define por la aleatoriedad y la serendipia, combinando intuición y elementos táctiles con una sensibilidad estética que celebra la capacidad del arte para crear conexiones inesperadas y significativas.

“Para What’s in a Lamp?, Maiarelli ha creado una serie de collages que entrelazan la cultura italiana con una profunda exploración del imaginario colectivo estadounidense. Las icónicas lámparas de Foscarini, como Aplomb, Binic, Caboche, Chouchin, Nuée y Spokes, son el núcleo de estas obras, combinadas con imágenes de revistas vintage, libros y fotografías, generando composiciones visuales únicas que destacan la estética distintiva de cada lámpara mientras las sitúan en el contexto del mito estadounidense, con acentos a veces irónicos, a veces románticos.

“Mi objetivo era explorar la tensión entre la estética refinada italiana de las lámparas Foscarini y la robustez pragmática del paisaje estadounidense”, comenta Maiarelli. En su interpretación artística, Caboche se convierte en una joya circular emparejada con torres de agua estadounidenses, mientras que Spokes, con sus rayos, evoca el enredo caótico de cables eléctricos donde descansan los pájaros. Por su parte, Chouchin se transforma en un objeto volador que alude a la fascinación estadounidense por los fenómenos extraterrestres. Cada lámpara, así, se convierte en protagonista de una narrativa visual que combina diseño e imaginación, estética y relato.

Descubre más sobre esta colaboración y la serie completa de Giona Maiarelli en el canal de Instagram de Foscarini @foscarinilamps. Explora todas las obras del proyecto What’s in a Lamp?, donde artistas internacionales interpretan la luz y las lámparas de Foscarini.

Hola Giona, ¿puedes contarnos sobre tu trayectoria artística? ¿Cómo llegaste a abrazar el arte del collage y qué representa esta forma de expresión para ti?

Al inicio de mi carrera como diseñador gráfico, me encantaba reciclar los restos de papel y cartón usados en presentaciones para hacer un collage. Veía posibilidades expresivas en los desechos de mi trabajo. Luego vino un largo período dedicado a mi profesión, aunque siempre me atrajo el Dadaísmo y el collage, particularmente las obras del artista y poeta Jiří Kolář. Finalmente, en 2016, decidí regresar a mi pasión. “Redescubrir” el collage años después significaba redescubrir el placer de crear con las manos, que, como intermediarios entre la mente y el papel, se convierten en partes activas del proceso de creación. Los recortes de papel se mueven sobre el cartón, la intuición se convierte en acción, hasta que la composición se revela. Pero el ciclo no se completa hasta que el collage es visto por un público. Es solo cuando veo el collage a través de los ojos de otra persona que el ciclo se completa.

 

Tu enfoque en el collage es inmediatamente reconocible y único. ¿Cómo describirías tu estilo? ¿Cuáles son los elementos distintivos que lo definen?

La serendipia juega un papel fundamental en mis composiciones: incluso cuando tengo la intención de comunicar una idea específica, el collage se niega a ser acomodaticio y revela posibilidades expresivas y compositivas que no había considerado. Luego está el placer de la sorpresa: encontrar un libro del que cortar imágenes en una librería de segunda mano, descubrir el potencial en imágenes que al principio descarté, y finalmente, la sorpresa de una composición que se hace por azar en la página. Cada serie de collages comienza con un tema, pero el instinto juega un papel esencial.

 

D’où vient votre inspiration?

La inspiración surge junto al trabajo. Cuando comienzo una serie de collages, no tengo una idea en mente, solo el material sobre el que he decidido trabajar, elegido sobre una intuición. Después de unas horas, o a veces unos días, las ideas surgen por sí solas a través del trabajo mismo.

 

¿Qué te atrae más de la realidad que te rodea, y cómo traducís estas sugerencias en tu trabajo?

La mayoría de las series de collages que he producido son exploraciones de mi imaginación estadounidense personal: los paisajes del Oeste americano, la arquitectura modernista de los rascacielos de la posguerra en Nueva York, y las casas Case Study de California, el viejo Hollywood, las páginas del New York Times. Quizá inconscientemente, estoy procesando mi decisión de mudarme a los Estados Unidos, reclamando imágenes que ya estaban presentes en mi subconsciente.

 

Para el proyecto “What’s in a Lamp?” con Foscarini, creaste composiciones que asocian lámparas con imágenes evocadoras, a veces irónicas, a veces poéticas. ¿Puedes revelar la inspiración y el proceso creativo detrás de este trabajo?

Para What’s in a Lamp?, quería colocar las lámparas Foscarini en un contexto americano. Parecía ser la opción más obvia, dado que vivo en Estados Unidos, y el patrimonio visual americano es parte de mi vocabulario artístico.

 

En esta serie, el diálogo entre las dos culturas, italiana y americana, es muy claro. ¿Cómo se encuentran y se mezclan estas dos realidades en tus composiciones?

Mi objetivo era explorar la tensión entre la estética refinada de las lámparas Foscarini y la rugosidad pragmática del paisaje americano, jugando con el tamaño y el contraste entre las imágenes en color de los productos y las imágenes en blanco y negro de los paisajes. Al final, estos dos mundos, aparentemente tan distantes, se fundieron en un abrazo, a veces irónico, a veces poético.

¿Qué elementos específicos del imaginario colectivo americano trajiste a los collages que creaste para “What’s in a Lamp?”?

La forma y el material de las lámparas sugirieron ciertos caminos. Caboche apareció como un joya circular preciosa para combinar con un elemento austero del paisaje americano, como los tanques de agua. Aplomb encaja en el rostro del “hombre ideal” americano, creado combinando los retratos de cinco presidentes estadounidenses, reemplazando su sonrisa abierta con una sonrisa telegenic. Spokes, con sus delicados rayos, hace referencia a los cables eléctricos que se entrelazan en el cielo americano, de los cuales los pájaros nos observan, recordándonos su vocación de elegante aviario. Binic me recordaba a una brillante luna llena y me llevó hacia imágenes relacionadas con la exploración americana de nuestro satélite. Sabía desde el principio que al menos una de las lámparas se convertiría en un objeto volador, un fenómeno típicamente americano y fuente de teorías del complot ingenuas. Este destino recayó en Chouchin, brillante y técnicamente perfecta, como imagino un objeto volador proveniente de una civilización más avanzada podría ser, sorprendiendo a los transeúntes. Nuée es una nube ligera y aérea que intercepta a nuestro osado buceador y lo lleva en un viaje mágico.

 

¿Qué artistas o influencias han contribuido de manera significativa a la formación de tu visión artística? ¿Quién consideras tus maestros?

El artista y poeta checo Jiří Kolář, del que ya he hablado, ha tenido una gran influencia en mi trabajo. Y también la actitud despreocupada de los movimientos Dada y Futurista.

 

¿Tienes algún ritual o sigues hábitos cuando trabajas en tus collages?

Música, siempre.

 

¿Qué es la creatividad para ti?

Mi mentor, Milton Glaser, solía decir que la creatividad no existe; solo existe la imaginación. La creatividad no es más que la capacidad de imaginar, y luego crear, mundos que aún no existen.

Más información sobre la colaboración con Giona Maiarelli y explora la serie completa en el canal de Instagram @foscarinilamps. Sumérgete en todas las obras del proyecto “What’s in a Lamp?”, donde artistas internacionales reinterpretan la luz y las lámparas Foscarini de maneras únicas e inspiradoras.

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Bennet Pimpinella lleva su arte cinematográfico al proyecto What’s in a Lamp? y, utilizando la técnica del arañado sobre la película, convierte las lámparas de Foscarini en símbolos de emociones y recuerdos, en escenas íntimas con una atmósfera surrealista y underground.

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Bennet Pimpinella no es ajeno a la experimentación. Nacido en 1977 y formado en cine en la Academia de L’Aquila, Pimpinella ha pasado su carrera desdibujando los límites entre lo analógico y lo digital, siempre en busca de redefinir la relación entre luz e imagen. Su estilo es inconfundible: un lenguaje visual que mezcla investigación, artesanía y un profundo vínculo con el medio cinematográfico. La técnica del arañado en la película es su sello distintivo, una marca que encapsula todo el proceso creativo con su intensidad, sus imperfecciones y ese trazo vigoroso e instintivo que surge del contacto directo con la celuloide. Sus obras destacan por una estética cruda, cargada de energía y sensibilidad, que arrastra al espectador hacia un universo lleno de emociones intensas, reflejo del sentir del autor en el momento de la creación artística.

En su colaboración con Foscarini para el proyecto What’s in a Lamp?, Pimpinella lleva su habilidad para manipular la película a un nuevo nivel, haciendo de la luz la protagonista absoluta de sus obras.

“Cada una de las seis películas producidas para Foscarini es única, pero todas están unidas por una atmósfera íntima y afectiva. Las lámparas de Foscarini se integran en este relato, convirtiéndose en símbolos de emociones y recuerdos, parte integral de una narración silenciosa pero profunda. Quise fusionar la materialidad de la película arañada y coloreada con lo surrealista, creando un diálogo entre luz y sombra que cuenta historias silenciosas pero poderosas.”

Bennet Pimpinella
/ Artista y director

La banda sonora, realizada con el compositor Carmine Calia, no se limita a seguir las imágenes, sino que las moldea y las enriquece con significados. La luz y las formas en las obras de Pimpinella adquieren así una nueva dimensión emocional, amplificadas por la música, creando una conexión intensa con el espectador.

Descubre más sobre la colaboración con Bennet Pimpinella y la serie completa en el canal de Instagram @foscarinilamps, y explora todas las obras del proyecto What’s in a Lamp?, donde artistas internacionales son invitados a interpretar la luz y las lámparas de Foscarini.

Cuéntanos algo sobre ti: ¿siempre supiste que querías ser artista? ¿Cómo comenzó tu viaje en el mundo del cine y la experimentación artística?

Nunca imaginé que podría vivir como artista, a pesar de haber crecido en un ambiente impregnado de arte. Mi padre, pintor y escultor, y mi madre, retratista, siempre me transmitieron la pasión por el dibujo y la pintura, pero para mí era una dimensión íntima, algo que formaba parte de la cotidianidad sin pensar que podría convertirse en mi camino de vida. Después de una experiencia escolar como topógrafo, que sentía que reprimía mis inclinaciones, decidí inscribirme en la Academia Internacional de Ciencias y Artes de la Imagen. Fue un cambio radical: me sumergí en un mundo completamente nuevo, el del cine, descubriendo una forma expresiva que transformó mi visión del arte. No más estática, sino en movimiento. Tuve la suerte de encontrar grandes maestros, entre ellos Vittorio Storaro, una figura fundamental en mi trayectoria. Después de la Academia, tuve el honor de formar parte de su equipo durante diez años, una experiencia que me formó profundamente. Mi papel era el de asistente de operador y mi tarea era cargar y descargar la película en las cámaras de 35mm. Fue ahí donde aprendí tanto a manejar como a cuidar la película. En ese período encontré mi espacio, aprendiendo los fundamentos de la técnica y la estética cinematográfica. Esos años fueron una escuela de disciplina, técnica y, sobre todo, de amor por la búsqueda de la belleza en la imagen. Aún hoy, llevo conmigo esas enseñanzas y estoy agradecido al Maestro Storaro y a todo el equipo por haberme transmitido una pasión que continúa guiándome cada día.

 

¿Qué te motiva a crear y de dónde nace tu inspiración: de la curiosidad, de la búsqueda de significado o de la expresión visual pura?

Crear es mi forma de expresarme, como para otros puede ser escribir, tocar o cantar. Para mí es algo natural, casi instintivo, es una necesidad, un alivio para cada uno de mis desasosiegos internos. Mi técnica y mi trabajo se convierten en el medio para elaborar lo que vivo y siento.

Mi enfoque es fundamentalmente experimental: parto de un gesto, de una señal, buscando cada vez algo nuevo, pero al mismo tiempo reconocible. Mi inspiración no tiene una única fuente; me nutro de todo lo que me rodea y atraviesa mis sentidos. Puede ser el azul del mar, un día gris, una noticia de actualidad, la pérdida de un ser querido o una melodía que me atrapa. Cada experiencia, cada emoción, se transforma en una señal, en una forma. Podría continuar indefinidamente, porque todo lo que me impacta tiene el potencial de convertirse en parte de mi proceso creativo.

 

Tu cine es sorprendente y único. ¿Cómo describirías tu estilo y cómo has desarrollado esta estética distintiva?

Durante mi tiempo en la Academia, exploré todas las formas de narración cinematográfica, hasta que realicé mi primer trabajo de animación en stop motion. Ese primer proyecto encendió en mí una chispa, empujándome a sumergirme completamente en el mundo de la animación. Compré libros, estudié técnicas y experimenté, buscando replicar métodos innovadores: desde la pantalla de alfileres de Alexandre Alexeïeff, hasta el vidrio retroiluminado, pasando por el motion painting de Oskar Fischinger y el stop motion de Jan Švankmajer. Cada nuevo descubrimiento alimentaba mi curiosidad.

El cambio decisivo llegó con el descubrimiento del cine directo, sin cámara, de Stan Brakhage. A partir de ese momento, comencé a experimentar con el Super 8, arañando, coloreando e interviniendo directamente sobre la película. El momento más mágico para mí era la proyección: usar un proyector casero, sentir el ruido mecánico del motor arrastrando la película, el olor de las cintas, el polvo danzando en la luz de la lámpara… Fue una experiencia que cautivó mi alma. Recuerdo aún la primera vez que proyecté uno de mis trabajos: supe de inmediato que esa técnica se convertiría en mi lenguaje.

Ahora, después de 25 años, sigo experimentando la misma emoción, el mismo sentido de asombro cada vez que se enciende la luz y la imagen cobra vida. Mi estilo nace de esta entrelazado entre experimentación, artesanía y un profundo vínculo con el medio físico del cine, que sigue siendo la base de todo lo que creo.

Has encontrado un equilibrio entre lo analógico y lo digital, pero tu trabajo siempre comienza con la película. ¿Qué proceso sigues para crear tus videoclips? Nos gustaría mucho entender cuál es tu técnica, las herramientas que utilizas y tu método de trabajo.

Cada proyecto comienza con una elección fundamental: el soporte. Decido si filmar material nuevo y, una vez desarrollado, obtener el positivo sobre el que rayar e intervenir, o si trabajar con la técnica del found footage, utilizando películas existentes para manipular. La elección de la película es crucial y depende del tipo de trabajo que estoy realizando. Existen muchas variables: el formato, las perforaciones, el hecho de que la película ya esté impresa o no expuesta. También la marca y la edad de la emulsión son importantes, ya que influyen en el tipo de rascado que se obtendrá, en términos de color, profundidad y línea. Cada detalle cuenta en la creación del resultado final. Una vez seleccionada la película, comienza el verdadero trabajo, que requiere una inmensa dosis de paciencia y dedicación. Es un proceso que te obliga a aislarte, como si el tiempo se detuviera. Para un solo minuto de animación puede llevarse semanas. La meticulosidad es esencial.

En mi cine directo utilizo una amplia gama de técnicas, y cada signo tiene su herramienta dedicada. Para rayar la película, por ejemplo, uso punzones, agujas, kits de dentista, fresadoras eléctricas y Dremel. Pero no se trata solo de rayar: corto, pego y pinto utilizando todo tipo de material disponible. Los colores varían desde pigmentos para vidrio, hasta tintas a base de agua, pasando por colores indelebles. Mi objetivo siempre es aprovechar al máximo lo que el mercado ofrece, manteniendo la creatividad en el centro del proceso.

Un elemento importante de mi trabajo es la colección de transferibles que he acumulado durante los últimos veinte años. Tengo de todo tipo y marca, lo que me permite explorar infinitas posibilidades creativas al intervenir en la película. Cada detalle de mi trabajo nace de una combinación de técnica, experimentación y la voluntad de siempre empujar un poco más allá los límites del material.

 

¿Cómo nació la colaboración con Foscarini? ¿Qué te motivó en este trabajo?

Cuando Foscarini me propuso colaborar, no lo dudé ni un segundo. Recuerdo aún el entusiasmo con el que dije inmediatamente que sí. Ser elegido por una marca que admiro, y al mismo tiempo tener la libertad creativa completa, fue un fuerte estímulo para mí. Vi la oportunidad de explorar nuevas ideas, buscando crear algo que estuviera en sintonía con su mundo, pero que al mismo tiempo llevara mi impronta personal.

Cada vez que se me concede carta blanca, siento que me empuja a superarme, a experimentar y a buscar soluciones visuales que sean sorprendentes y capaces de transmitir emociones. Quería crear una atmósfera que reflejara la esencia de Foscarini, pero que al mismo tiempo llevara un toque único e inesperado, capaz de emocionar tanto a mí como al público. Este tipo de desafío, unir mi visión con la suya, ha sido el motor principal de este proyecto.

 

En el proyecto “What’s in a lamp?” de Foscarini, has transformado fragmentos de una película rayando la película, añadiendo colores y convirtiendo las lámparas Foscarini en parte de la escena de manera surrealista y underground. ¿Podrías contarnos sobre la inspiración y el significado que te guiaron en la creación de esta serie?

Para el proyecto “What’s in a lamp?”, busqué crear una conexión profunda entre la luz y la vida. Cuando comencé a imaginar el proyecto, hice un gesto simple pero simbólico: apagué todas las luces de casa. Luego, una a una, comencé a encenderlas, buscando esa atmósfera perfecta que pudiera abrir un camino creativo. La luz se convirtió en mi guía, y de ahí nació la inspiración para los seis minifilms que creé.

Cada película es única, distinta en color y técnica, pero todas están unidas por una atmósfera íntima y afectiva. Quería contar algo que fuera universal, donde la luz no solo fuera un elemento físico, sino el protagonista mismo: un reflejo de la vida de cada uno de nosotros. Las lámparas Foscarini se convirtieron en parte integral de esta narración, transformándose en símbolos de emociones, recuerdos y momentos de vida vivida. Quería fusionar la materialidad de la película rayada y coloreada con lo surrealista, creando un diálogo entre luz y sombra que contara historias silenciosas pero poderosas.

 

¿Hay alguna película de la serie que prefieras o que por alguna razón te sea más querida?

No tengo una película favorita en sentido absoluto, pero hay una escena que me es particularmente querida: la toma inicial de Spokes. En ese momento se concentra toda la intimidad y el calor que solo un abrazo puede transmitir. El resplandor anaranjado emitido por la lámpara Spokes invade suavemente la habitación, envolviendo a los protagonistas en una luz que no es solo física, sino emocional. Es como si esa luz se ocupase de ellos, protegiéndolos de la oscuridad circundante. Es una escena que habla de conexión, de protección, de ese calor humano que va más allá de las palabras, y es eso lo que la hace tan especial para mí.

 

Los rasguños en la película expresan toda la pasión y la intensidad con la que vives tu arte. ¿Cómo se refleja tu individualidad en tus trabajos? ¿Tienes un ritual cuando creas tus obras?

Los rasguños en la película son, para mí, como una firma, una huella que encierra todo el proceso creativo con su intensidad, sus imperfecciones, y ese trazo vigoroso e instintivo que nace del contacto directo con la celuloide. Cada rasguño, cada signo es un reflejo de un momento preciso de mi vida y de mi estado de ánimo en ese instante. Es como si la película misma llevara consigo una parte de mí, de mi experiencia. No sigo un ritual rígido cuando creo, pero me dejo llevar mucho por el instinto y el flujo del momento. Sin embargo, tengo pequeñas costumbres que me ayudan a entrar en el estado mental adecuado. Busco la soledad, escucho música que me inspira y me sumerjo en un tipo de luz que pueda crear la atmósfera ideal para el viaje que estoy a punto de emprender. Cada creación es un viaje interior, y estas costumbres me ayudan a sintonizarme con las emociones que deseo hacer emerger en mi trabajo.

 

¿Cuál es el papel de la luz en tu arte?

La luz es el corazón palpitante de mi trabajo; sin ella todo permanecería invisible. Es la luz la que da vida a las marcas grabadas en la película, revelando formas, colores, movimientos y emociones. A través de la luz, lo que está oculto en la materia emerge, transformándose en imagen y convirtiéndose en narración. Es un elemento esencial, un puente entre mi gesto creativo y la mirada del espectador. Es la luz la que completa la obra, haciendo visible lo que de otro modo quedaría atrapado en la película.

 

¿Qué importancia tiene la música en tu videoarte, y en particular en la serie “What’s in a lamp?”?

En la serie “What’s in a lamp?”, le pedí al compositor Carmine Calia que se sumergiera en este viaje conmigo. El Maestro Calia creó una banda sonora inolvidable, capaz de convertirse en un verdadero personaje dentro de la narración. Su música no solo acompaña las imágenes, sino que las influye profundamente, dando forma al ritmo de la historia y enriqueciéndola con significados simbólicos. De esta manera, la luz y las formas presentes en la escena adquieren una nueva profundidad emocional. La música se convierte así en un componente esencial, capaz de crear una conexión intensa con el espectador, amplificando las sensaciones y los temas que quiero expresar.

 

¿Tienes artistas de referencia, maestros o influencias significativas en la formación de tu visión artística?

Creo que mi mayor influencia proviene de mi padre. Desde niño, crecí observándolo pintar, y cada vez que hablaba de su arte, sus ojos se iluminaban. Esto me llenaba de alegría y ha instilado en mí un profundo amor por la creatividad. De adulto, sin embargo, tuve la suerte de trabajar con el maestro del cine italiano, Vittorio Storaro. Verlo en acción fue una de las experiencias más extraordinarias de mi vida. De él aprendí la importancia de buscar la belleza en la imagen, una lección que ha moldeado profundamente mi trayectoria artística.

 

¿Cómo cultivas tu creatividad?

Cultivo mi creatividad a través de un constante proceso de experimentación, viviendo como un ermitaño en casa, como si fuera mi guarida. Añadir continuamente algo a la técnica o incluso quitarlo es lo que me impulsa a buscar algo diferente, pero siempre tratando de mantener un signo seguro e inimitable. Este deseo de evolución y búsqueda constante es el motor que me impulsa a cultivar mi trabajo.

 

¿Cómo definirías la creatividad? ¿Qué significa para ti ser creativo?

Para mí, la creatividad es libertad. Es ese flujo continuo que me permite ver el mundo desde diferentes perspectivas y expresarme de maneras únicas, siempre buscando superar mis límites.

Descubre más sobre la colaboración con Bennet Pimpinella y la serie completa en el canal de Instagram @foscarinilamps, y explora todas las obras del proyecto What’s in a Lamp?, donde artistas internacionales son invitados a interpretar la luz y las lámparas de Foscarini.

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Bloomingdale’s New York acoge una exposición exclusiva dedicada al diseño italiano, comisariada por Ferruccio Laviani. El evento presenta piezas icónicas, incluida la famosa lámpara Orbital de Foscarini, celebrando la excelencia del Made in Italy.

Descubre la lámpara Orbital

Del 5 al 29 de septiembre de 2024, Bloomingdale’s en Nueva York acogerá una exposición especial dedicada al diseño italiano, en colaboración con el Salone del Mobile.Milano, la feria de diseño de renombre mundial, llevando una celebración única de la creatividad y la artesanía italiana al corazón de la Gran Manzana. El punto central de este evento es una exposición inmersiva titulada “Italian Design: from Classic to Contemporary” (Diseño italiano: del clásico al contemporáneo), comisariada por el arquitecto Ferruccio Laviani.

Inspirado en las plazas metafísicas de Giorgio de Chirico, el pintor italiano conocido por sus paisajes urbanos surrealistas y oníricos caracterizados por arquitecturas clásicas con perspectivas distorsionadas y sombras enigmáticas, el proyecto de Ferruccio Laviani propone una escenografía en equilibrio entre la instalación artística y el pop-up experiencial, en la que los productos icónicos del diseño italiano cuentan una historia de ingenio, producción industrial de excelencia y alta artesanía.

“Añadí un toque contemporáneo y radical al lenguaje gráfico del montaje. Al fusionar influencias del movimiento de diseño radical de los años 60 con los elementos metafísicos de De Chirico, hemos creado un espacio que es a la vez distintivo y moderno. Seleccioné los objetos de diseño para exhibir, como la lámpara Orbital, de los catálogos de las marcas Made in Italy más representativas: piezas que se han convertido en iconos de la vida cotidiana y, por lo tanto, merecen ser exhibidas como obras de arte.”

FERRUCCIO LAVIANI
/ Designer

Además de la instalación, el evento ofrecerá una serie de charlas y actividades interesantes con figuras destacadas de la escena internacional del diseño. Estos eventos proporcionan una excelente oportunidad para que la comunidad de diseño de Nueva York y los entusiastas exploren el rico legado y el espíritu innovador del diseño italiano.

5 – 29 de septiembre de 2024
De 10:00 a 20:00
Bloomingdale’s 59th Street
1000 Third Ave, Nueva York, NY
6º piso – Home/Furnishing department

“Some think it’s just about shedding light. Foscarini 1983/2023” es la monografía publicada por Corraini Edizioni que celebra los primeros 40 años de Foscarini, presentada en primicia en la Semana del Diseño de Milán 2024.

El diseño, tal como lo vemos y como lo ven quienes trabajan con nosotros, significa dar sentido a las cosas a través del enfrentamiento y el aprendizaje constante. No se trata de hacer otra lámpara, sino de esa luz particular: que habla a las personas, las hace sentir como en casa. Cada empresa tiene su propia forma de ser en el mundo. La nuestra nos insta a trabajar en la complejidad de los proyectos, porque hacer negocios significa crear cultura del diseño y producir lámparas cargadas de significado, con el objetivo de agregar un capítulo, un párrafo o simplemente una frase a la larga historia del diseño. El libro  “Some think it’s just about shedding light. Foscarini 1983/2023” es un viaje a través de cuarenta años de innovación en el diseño de iluminación, contado a través de nuestras historias, ideas y productos.

Una monografía, editada por Alberto Bassi y Ali Filippini y publicada por Corraini, con seis itinerarios temáticos, cada uno de los cuales incluye análisis crítico y una selección de lámparas, con un resumen de toda la gama de productos.

El volumen de 320 páginas está enriquecido con los aportes autorizados de Aurelio Magistà, periodista, autor y profesor universitario; Gian Paolo Lazzer, sociólogo y profesor universitario; Beppe Mirisola, escritor; Veronica Tabaglio, investigadora; Stefano Micelli, economista y profesor universitario; Massimo Curzi, arquitecto; y Beppe Finessi, arquitecto, investigador, crítico y director del bookzine Inventario.

Testimonios y recuerdos para compartir y describir los valores fundamentales y la distintividad de Foscarini; datos e imágenes para destacar el camino recorrido, profundizando en su influencia en el panorama del diseño italiano, siempre en una perspectiva orientada hacia el futuro, en línea con la filosofía de la empresa.

“Han pasado cuarenta años, pero cuando encendemos una nueva lámpara siempre es una experiencia novedosa. Porque hay algo mágico en ese instante en el que una idea, convertida en un objeto que difunde su brillo, demuestra su luz. Es la fascinación ancestral por el nacimiento de la luz – un material inmaterial que da forma a nuestro mundo – lo que nos hace seguir diciendo, después de 40 años, que la lámpara más importante siempre será la próxima. Esto nos impulsa a cultivar cortocircuitos humanos con diseñadores, artistas, artesanos, sin los cuales ninguno de nuestros proyectos podría tomar forma.”

Carlo Urbinati
/ Fundador y Presidente de Foscarini

Foscarini 1983 / 2023

Some think it’s just about shedding light.

Únete a nosotros en un viaje a través de cuarenta años de innovación en diseño de iluminación, tal como se narra a través de nuestras historias, ideas y productos. Una monografía, editada por Alberto Bassi y Ali Filippini y publicada por Corraini.

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Descúbrelo en corraini.com

En un contexto dinámico y en continua evolución como el del diseño, algunas creaciones consiguen resistir al paso del tiempo, convirtiéndose en símbolos icónicos de innovación y creatividad. Havana de Jozeph Forakis es uno de esos símbolos, y hoy cumple 30 años.

Descubre Havana

Una lámpara icónica que ha sido capaz de entrar en las casas y en el imaginario colectivo, convirtiéndose en un nuevo arquetipo de lámpara. Creada en 1993, Havana se ha impuesto como un objeto de iluminación nuevo: una lámpara de media altura, casi una nueva tipología, con un cuerpo difusor importante y muy visible, que difunde la luz desde el centro. Una figura familiar, un «personaje» con el que establecer una relación personal, fácil de encajar en cualquier ambiente, para caracterizarlo con su cálida luz.

El proceso de desarrollo, de la idea al producto, fue cuidadoso y gradual. Los primeros prototipos, realizados con vidrio y fibra de vidrio, eran pesados y caros y tenían el defecto de dejar pasar poca luz, con lo que se perdía la ligereza y la ironía inherentes al concepto. En un movimiento revolucionario, se tomó la decisión de abandonar el vidrio en favor del plástico, marcando así un momento crucial para Foscarini. Una elección que contribuyó de forma significativa a determinar en qué se ha convertido Foscarini actualmente. Una empresa que opta por poner siempre el diseño en el centro, sin marcarse límites y sin hacer concesiones, para desarrollar plenamente el espíritu de cada proyecto. Jozeph Forakis recuerda:

«Havana fue la primera lámpara de plástico fabricada por Foscarini. Era un poco arriesgado, pero Foscarini fue muy valiente y decidió arriesgarse con esta novedad absoluta».

JOZEPH FORAKIS
/ Diseñador

El éxito de Havana no ha estado exento de dificultades. Aunque fue recibido inicialmente con escepticismo por algunos distribuidores, se convirtió pronto en un arquetipo del diseño. Su entrada en la colección del Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York en 1995 representó un momento decisivo, que confirmó su relevancia en la historia del diseño.

En sus 30 años de historia, Havana se ha presentado en variantes cromáticas y funcionales, incluida una versión para exterior, sin perder nunca su forma característica y su extraordinaria capacidad para evocar un eco emocional con su presencia cálida y familiar.

E-BOOK

30 Years of Havana
— Foscarini Design stories
Creativity & Freedom

Descarga el exclusivo libro electrónico dedicado a los 30 años de Havana, con una entrevista en profundidad de Jozeph Forakis, y descubre más sobre la historia de la lámpara, su desarrollo, el valor que nos orientó en la elección de los materiales y su impacto en la escena del diseño.

¿Quieres echar un vistazo?

Chiaroscura es la protagonista de la instalación luminosa site-specific «Luce Scalare», situada en la escalera de honor de la Trienal de Milán y que acompaña la entrada de la exposición ‘Alberto Meda: Tensión y Ligereza’ que explora algunas de las características compositivas y metodológicas del maestro italiano.

Descubre Chiaroscura

Con motivo de la muestra «Alberto Meda, Tensione e Leggerezza» que la Trienal de Milán dedica al gran maestro italiano, en exhibición desde el 6 de octubre de 2023 hasta el 24 de marzo de 2024, Foscarini ha creado, según el propio diseño de Meda, una instalación site-specific para la escalera de honor de la Trienal. El proyecto cuenta con 34 lámparas CHIAROSCURA (17 en cada lado de la escalera) realizadas a medida, desde la más grande de más de cinco metros de altura (552 cm) hasta la más pequeña con una altura de 57 centímetros. Un conjunto luminoso con atenuación diferenciada para crear una coreografía.

«Cuando Marco Sammicheli me propuso, como comisario, que pensara en una instalación ‘in situ’ para la escalera de honor de la Trienal de Milán, con motivo de mi muestra personal, hice una rápida inspección y descubrí que las paredes laterales de la escalera no eran continuas, sino que estaban realizadas con columnas de mármol de sección triangular colocadas a 10 cm de distancia entre ellas. Los espacios entre una columna y la otra tenían alturas diferentes, empezando al principio de la escalera a unos 5 metros de altura y llegando al último escalón antes del entresuelo a unos 50 cm. Me gustaba la idea de efectuar una intervención que respetara la arquitectura, que se integrara discretamente para valorizarla, y entonces pensé que la luz podía ser la solución. Ocultar elementos luminosos en los huecos entre una columna y otra podría ser la idea. Entonces pensé en Chiaroscura, la luminaria de sección triangular, como las columnas, que diseñé con mi hijo Francesco para Foscarini, y en su construcción característica, realizada con aluminio extruido y metacrilato, que puede tener por tanto diferentes longitudes, incluso de hasta 6 metros. La tecnología de la extrusión y su intrínseca libertad dimensional fueron lo que me sugirió la idea de crear un conjunto luminoso «escalar» que arrojara luz desde sus 3 caras tanto sobre la escalera de honor como sobre las dos escaleras que bajan al teatro. Me parecía interesante dar también al conjunto otra dimensión, que fuera luminosa y dinámica. Con Foscarini preparamos por lo tanto una solución electrónica para conseguir este efecto».

ALBERTO MEDA
/ ingeniero, diseñador y planificador

Como expresión de la capacidad de Foscarini para responder a las necesidades específicas de proyectistas y diseñadores de interior, CHIAROSCURA cuenta el carácter innovador de la marca. Una luz que nace en el mundo contemporáneo y debe su personalidad distintiva al particular efecto luminoso y a la original armonía entre forma y función.

Diseñada por Alberto con su hijo Francesco, CHIAROSCURA es la reinterpretación contemporánea de la clásica luminaria. Con carácter a pesar de su presencia tan esencial, capaz de emitir luz a 360°, CHIAROSCURA nace de un reto de diseño, el de explorar la posibilidad de enriquecer la funcionalidad de la clásica luminaria, que por definición emite sólo luz indirecta hacia arriba. El cuerpo elegante y ligero, iluminado totalmente y no solo iluminador, ha sido el objetivo que ha guiado la definición de la forma, la elección de los materiales y de las tecnologías productivas.

Junto con Foscarini, los Meda han ampliado de hecho su funcionalidad, creando una estructura triangular de aluminio extruido equipada con LED: una «jaula» en cuyo interior se coloca un plástico extruido opalino que difunde la luz. A diferencia de las luminarias clásicas, CHIAROSCURA emite así luz ambiente en los laterales y luz indirecta en el techo.
El cuerpo esbelto y visualmente ligero de CHIAROSCURA y su luz cálida y acogedora la hacen dúctil, transversal y capaz de aportar su propia y discreta personalidad para enriquecer ambientes muy variados, desde el sector residencial al contract, de la oficina al hogar.

Chiaroscura es una lámpara que, si se solicita y en caso de necesidades de diseño especiales, se puede realizar también en alturas distintas respecto a la versión estándar disponible en el catálogo.

Durante el evento Festivaletteratura en Mantua, Italia, el diseñador e inventor Marc Sadler cautivó a la audiencia con intrigantes anécdotas de su carrera y su talento para la innovación en una charla con Beppe Finessi, patrocinada por Foscarini.

El sábado 9 de septiembre de 2023, durante el evento Festivaletteratura, tuvo lugar una charla cautivadora en el impresionante Teatro Bibiena en Mantua. Marc Sadler fue entrevistado por Beppe Finessi, dejando a la gran audiencia hechizada. Sadler compartió anécdotas intrigantes sobre su extensa carrera y su habilidad para crear soluciones innovadoras en diversas industrias.

Un ejemplo destacado fue su trabajo revolucionario en la década de 1970, donde transformó las botas de esquí. Mientras estaba postrado en la cama del hospital después de un accidente en la nieve, Sadler imaginó el uso de plástico como una alternativa más segura a las tradicionales botas de esquí de cuero de esa época. Esto llevó a la creación de la primera bota de esquí termoplástica. Su ingenio no se detuvo allí. Colaborando con Dainese, Sadler diseñó un traje de motocicleta que proporcionaba una protección excepcional para los atletas, introduciendo características como el protector de espalda ampliamente utilizado por numerosos campeones.

Siendo un verdadero defensor de la innovación, Sadler ha sido galardonado con cuatro premios Compasso d’Oro, incluido uno por las lámparas Mite y Tite que diseñó para Foscarini en 2000.

“Conocí a Foscarini durante un período en el que vivía en Venecia, y Mite fue el primer proyecto que desarrollamos juntos. Para mí, Foscarini era una pequeña empresa que trabajaba con vidrio, un enfoque bastante diferente a lo que yo estaba haciendo. Un día, conocí a uno de los socios por casualidad, en un vaporetto. Conversando sobre nuestro trabajo, me habló de un tema que le rondaba la mente en ese momento. Me pidió que pensara en un proyecto que capturara la sensación de incertidumbre del vidrio, ese aspecto artesanal que es imposible de controlar y otorga a cada objeto su propia personalidad, pero que también pudiera ser producido industrialmente, en una visión coordinada. Nos separamos con la promesa de reflexionar sobre la idea.”

MARC SADLER
/ diseñador

Las contribuciones creativas de Sadler se extendieron a la icónica lámpara Twiggy de Foscarini, “que se ha convertido en un elemento básico en el mundo de las lámparas de pie, siguiendo a la famosa lámpara Arco de Castiglioni”, según afirmó Beppe Finessi, quien también recordó cómo Twiggy a menudo se presenta en numerosas campañas publicitarias de varias empresas fuera de Foscarini.

A lo largo de su destacada carrera, Sadler ha transferido hábilmente su conocimiento y experiencia entre sectores.

“Abrazé la versatilidad a lo largo de mi carrera, diseñando una amplia gama de productos, desde zapatos hasta lámparas, mostradores de helados hasta jacuzzis. Al escuchar atentamente las necesidades de mis clientes, he procurado crear objetos que no solo satisfagan sus requisitos, sino que también atiendan a las necesidades y deseos del público. Esto es lo que disfruto haciendo”

MARC SADLER
/ diseñador

Espacio para la creatividad en la nueva estrategia social de Foscarini. Instagram se convierte en un escenario donde la energía, la libertad creativa y la investigación cobran protagonismo. What’s in a lamp? es un proyecto de storytelling a través de imágenes, animaciones y vídeos que toma forma en un espacio artístico contemporáneo, siguiendo como hilo conductor la marca Foscarini, su esencia, sus inspiraciones y sus colecciones.

Siempre en busca de soluciones originales y características, no sólo en el ámbito de los productos, sino también en la forma de explicarse, Foscarini replantea las convenciones comunicativas en los medios sociales típicas del sector y evoluciona su storytelling de una manera nueva y característica, transformando el feed del canal Instagram @foscarinilamps en un lugar virtual que da voz a exponentes conocidos o emergentes del mundo de las artes visuales, con el objetivo de regalar belleza, diversión y asombro.

Un proyecto caleidoscópico en el que se invita a artistas y creadores de contenidos internacionales de diferentes ámbitos, desde el arte digital a la fotografía, desde la ilustración al motion art, a dejarse inspirar y «jugar» con las lámparas Foscarini, cada una caracterizada por estilos, materiales y diseñadores diferentes.

“Foscarini es una empresa alimentada por ideas, curiosidad, un deseo de experimentar con nosotros mismos y con nuevos conceptos. Buscábamos una forma más distintiva, más personal de presentarnos en los canales sociales; una solución fresca que, enfrentándose a los límites y características del medio, nos permitiera dar espacio a la creatividad, reunir estímulos, relacionarlos, intercambiar conocimientos y combinar experiencias. Este nuevo proyecto digital presentará contenido original que, a través de inspiraciones visuales donde nuestra luz toma protagonismo, descubrirá el poder de las ideas.”

CARLO URBINATI
/ PRESIDENTE Y FUNDADOR DE FOSCARINI

Luca Font, polifacético artista italiano, abrirá la escena con una serie inédita de ilustraciones de inspiración modernista con rasgos geométricos y dinámicos, seguido por el conocido ilustrador israelí Noma Bar – maestro del Negative Space. Y luego: Federico Babina, Oscar Pettersson, Maja Wronska, Kevin Lucbert, Alessandra Bruni, Luccico y más artistas. Voces, estilos e interpretaciones únicas para explicar pensamientos, sensaciones y emociones suscitadas por las lámparas Foscarini, para subrayar sus formas, la idea que hay detrás de su concepto o el efecto que producen en un espacio. Un calendario repleto de visiones insólitas sobre el tema de la luz; un recorrido creativo que es la expresión de una reflexión sobre el papel que desempeñan las lámparas Foscarini en la transformación y definición de una idea personal de casa.

Sigue el proyecto en el canal oficial de Instagram @foscarinilamps, déjate llevar por la magia y las sugerencias de las diversas interpretaciones creativas.

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Dirigida por Gianluca Vassallo y producida por Foscarini y White Box Studio, la película explica el icono de la arquitectura radical y fundador del grupo SITE James Wines, estudiando la estrecha relación entre el artista y el individuo, entre la figura pública del arquitecto Wines y la más íntima y privada del hombre James.

Después de haber pasado su vida imaginando un mundo en el que todo está deconstruido, es irónico, está al revés, es atrevido y culto, Wines se enfrenta a cómo le ve «el mundo», en una historia colectiva sobre el artista-arquitecto, que se convierte también en una película sobre el impacto del pensamiento lateral en la comunidad, en los individuos, en los procesos de cambio que atraviesan el mundo.

La historia de la colaboración entre Foscarini y James Wines se desarrolla en casi 30 años. Sus raíces se remontan a 1991, con Table Light / Wall Light, la primera pieza creada por Foscarini con el grupo SITE de Wines. Unos años más tarde, los caminos de Foscarini y SITE se volvieron a cruzar, gracias a un amplio perfil publicado en Inventario, el book-zine (libro-revista) lanzado por Foscarini en 2010 como una forma original e independiente para investigar el mundo de la creatividad y de la cultura del diseño.
Así nació la idea de Foscarini de relanzar el primer proyecto, transformándolo en ediciones de lámparas y objetos: The Light Bulb Series es una colección de autor que nace de una reflexión sobre la bombilla como arquetipo, con su típica forma de bulbo, declinada en una serie de sorprendentes provocaciones.

Actualmente Foscarini, con su espíritu libre, deja completamente la escena a Vassallo y a Wines, maestro de la arquitectura contemporánea y de ruptura».

«Creo que el cine, y todavía más el cine documental, sirve para estudiar la profundidad humana. Habría sido fácil descubrir un material de archivo excelente, unirlo con una entrevista y servir al público otro homenaje más de un artista y su obra. Pero la tarea de quienes, como yo, en la producción de sentido -ya sea cinematográfico o fotográfico- aportan sus inquietudes, las curiosidades, una mirada sobre el mundo que intenta aclararse, ante una personalidad como la de Wines, sólo puede buscar la complejidad del hombre que alimenta la gracia del genio, sólo puede indagar la profundidad, las idiosincrasias, los miedos y el caos de James más que la gloria de Wines».

Gianluca Vassallo
/ rdirector de la película

La película, que seleccionaron los organizadores del Milano Design Film Festival 2022 (la cita anual que desde hace diez años utiliza el cine para acercar al gran público a los conceptos más contemporáneos del diseño y la arquitectura, vistos desde perspectivas poco convencionales), se rodó entre Nueva York NY, Watertown MN, Washington DC, Miami, Stone Ridge NY y Roma, entre octubre de 2021 y febrero de 2022.

El nacimiento de la lámpara-escultura Orbital representó para Foscarini no sólo el inicio de la colaboración con Ferruccio Laviani, sino también una declaración de intenciones: abandonamos por primera vez el vidrio soplado de Murano, abrazando la filosofía que actualmente nos lleva a manejar más de veinte tecnologías distintas.

Si tuvieras que describir tu colaboración con Foscarini mediante un adjetivo, ¿cuál elegirías?

Utilizaría dos: fructífera y libre. La primera palabra tiene un sabor pecuniario, pero no debe entenderse en este sentido, o mejor dicho, no sólo en este sentido. El hecho de que casi todas las lámparas que he diseñado para Foscarini estén todavía en el catálogo es una buena noticia tanto para mi estudio como para la empresa.
Pero la califico como fructífera sobre todo porque haber diseñado objetos que la gente sigue apreciando 30 años después es un enorme alivio para un diseñador, es la confirmación de que lo que hace tiene sentido.
Luego está la cuestión de la libertad creativa. Foscarini me ha permitido pasar con extrema independencia expresiva del producto a los espacios, sin imponerme nunca ningún tipo de límite. Esto es algo realmente raro y precioso.

 

En tu opinión, ¿cómo habéis llegado a esta libertad expresiva y creativa?

Creo que forma parte de la manera de ser de las personas implicadas. Si un diseñador se gana su confianza, Foscarini responde dejándole una libertad de expresión total. Son conscientes de que es la mejor manera de sacar el máximo partido de la colaboración, para ambas partes. Evidentemente, después de constatar que el trabajo de instinto va seguido del trabajo de cabeza. En mi caso, Orbital fue la apuesta inicial: ¿gustaría una lámpara con una estética tan característica? ¿Habría resistido al paso del tiempo? La respuesta del público fue afirmativa y, desde ese momento, nuestra colaboración se ha basado siempre en la máxima libertad.

¿Qué significa esta libertad para un diseñador?

Te da la posibilidad de explorar distintas facetas de lo posible. Para alguien como yo, que nunca se ha identificado con un estilo o un tipo de gusto concreto, sino que se enamora periódicamente de sabores, ambientes y decoraciones siempre distintas, esta libertad es fundamental porque me permite expresarme. No tengo pretensiones artísticas y soy muy consciente de que lo que hago es producción: objetos fabricados en serie que deben tener una función clara y cumplirla lo mejor posible. Pero junto a estas consideraciones racionales, lo que me mueve en el acto creativo es el deseo. Un deseo, casi irreprimible, de dar vida a un objeto que no existe, a algo que me gustaría tener como parte de mi vida.

¿Cómo son esos objetos que deseas y que, por tanto, diseñas?

No tengo una respuesta desde el punto de vista del estilo. Hago siempre cosas distintas porque me siento siempre distinto y lleno mis espacios físicos y mentales con presencias que varían con el tiempo y reejan estos paisajes personales. Pero me fascina todo lo que crea una conexión con las personas y entre las personas. Por eso doy siempre un carácter a las cosas que diseño, el que creo que reeja mejor mi forma de interpretar el espíritu de la época. A veces el del momento. Esto es mucho más real para una lámpara que para otro elemento del mobiliario, porque una lámpara decorativa se elige por afinidad, por lo que nos dice a nosotros y sobre nosotros. Es el comienzo de un diálogo ideal entre el diseñador y el comprador. Si esa lámpara sigue hablando a la gente incluso después de 30 años, significa que esa conversación es importante y aún consigue decir algo significativo.

El evento por el trigésimo aniversario de Orbital también fue una oportunidad para presentar el nuevo proyecto fotográfico NOTTURNO LAVIANI. En este proyecto, Gianluca Vassallo interpreta las lámparas que Laviani ha diseñado para Foscarini con catorce episodios en las que las luces habitan espacios ajenos.

Descubre más sobre Notturno Laviani

¿Qué sientes ante la interpretación que ha hecho Gianluca Vassallo de tus lámparas?

Tengo la sensación de que se cierra un círculo. Porque Gianluca cuenta una idea personal de luz utilizando los objetos que he diseñado como presencias sutiles pero significativas. Y esto es lo mismo que sucede cuando una persona decide poner una de mis lámparas en su casa. Así que frente a Notturno siento esa misma gran emoción que siento cuando alguien se apropia de uno de mis proyectos y lo convierte en parte de su existencia: es esa sensación tan hermosa de haber hecho algo que tiene un sentido y una importancia para los demás.

 

¿Cuál es la foto que más te representa?

Sin duda la de Orbital en el exterior, el paso elevado con el cartel de circo hecho jirones. Porque así soy yo, todo y lo contrario de todo.

E-Book

30 Years of Orbital
— Foscarini Design stories
Creativity & Freedom

Descarga el exclusivo e-book Foscarini Design Stories — 30 years of Orbital y conoce más sobre la colaboración entre Foscarini y Laviani. Un intercambio fértil, basado en afinidades electivas, que se extiende a lo largo de tres décadas como un camino de crecimiento mutuo.

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En una cautivadora charla dirigida por Beppe Finessi como parte de Festivaletteratura 2022, Ferruccio Laviani compartió su pasión y enfoque único para el diseño de objetos y experiencias.

El 10 de septiembre de 2022, en el evocador Teatro Bibiena, tuvo lugar la charla “Embelesado por los Objetos”, con el diseñador Ferruccio Laviani entrevistado por Beppe Finessi. Laviani llevó al público en un fascinante viaje a través de su experiencia en el mundo del diseño. Partiendo de sus raíces en la escuela de luthería y transitando por el diseño de muebles, compartió sus reflexiones sobre la creación de objetos que van más allá de la mera funcionalidad, buscando evocar emociones y conexiones personales.

“El mundo está lleno de escaparates llenos de sillas, lámparas y mesas, ¿entonces por qué alguien debería elegir una nueva diseñada por mí? La respuesta es simple: hacer que las personas vean mis productos con los mismos ojos que cuando se enamoran de alguien.”

FERRUCCIO LAVIANI
/ DISEÑADOR

Con humildad y sinceridad, el diseñador cremonés compartió anécdotas de su carrera, ofreciendo una mirada íntima a sus obras más icónicas y los desafíos enfrentados a lo largo del camino creativo. Estimulado por las preguntas de Beppe Finessi, Laviani compartió su filosofía detrás de la creación de objetos que mezclan diferentes estilos e influencias, dando vida a creaciones que desafían el tiempo y los estilos convencionales, abriendo nuevas perspectivas sobre la creatividad y la estética contemporánea.

Para revivir la experiencia de la charla e sumergirse en el universo de Ferruccio Laviani, no se pierda el video del evento.

Mira el video

El proyecto Battiti, un taller de pura experimentación sobre la luz llevado a cabo por Foscarini con Andrea Anastasio y Davide Servadei de Ceramica Gatti 1928, es una experiencia de total libertad que permite nuevas interpretaciones de la luz, que aquí adquiere el carácter de materia en el diálogo con la cerámica.

En el proyecto Battiti, presentado en muestra en el Fuori Salone 2022, la luz no se utiliza para iluminar, sino para construir. Como si se tratara de un material, creando efectos, enfatizando formas, desarrollando sombras. Porque esto es lo que hace Andrea Anastasio cuando utiliza las obras del archivo del taller Gatti, desmontándolas y luego volviéndolas a montar siguiendo sólo el instinto primordial de quien crea por deseo, pasión y necesidad; invierte la lógica tradicional y alcanza una nueva lógica, interpreta la historia dándole un sentido y un significado distintos. Y, en este acto que es creación y descubrimiento al mismo tiempo, Anastasio utiliza la luz, que también se convierte así en un instrumento de diálogo con el observador. Los cortes de luz, elementos activos y «vivos» en los bajorrelieves y en las esculturas de Anastasio, se convierten en el incipit de una nueva relación entre los objetos que los acogen y el observador.

«Battiti empezó con una reflexión sobre la relación milenaria entre la luz y la cerámica, un viaje desde las linternas de aceite a los edículos religiosos y que acompaña la forma de la visión, en sus numerosas manifestaciones. Luego surgió otra observación y empecé a seccionar paneles de cerámica procedentes de moldes del archivo Gatti de Faenza y a descomponerlos de forma sistemática. Introducir la luz en esta serie de obras fue un proceso lento después de una intuición inmediata, como sucede a menudo cuando queremos devolver el impacto de una visión que nos atrapa y al mismo tiempo se nos escapa, precisamente porque es impalpable. Así, una vez más, el diálogo entre ornamento y luz se convierte en una oportunidad para tomar conciencia del papel que la luz desempeña en nuestro devenir cotidiano y de su capacidad para recordarnos el carácter ilusorio de lo continuo y la vanidad de lo logrado».

ANDREA ANASTASIO
/ Diseñador

Esta investigación es fruto de la libertad que siempre ha caracterizado a Foscarini, una empresa sin fábrica, que vive de las ideas y de la imaginación. Una libertad que hace posible –es más, necesario– explorar cada vez los materiales y las modalidades de producción más adecuados para desarrollar de la mejor manera cada nueva idea. Un enfoque diferenciador para una realidad industrial con una profunda alma artesanal. Esta operación, alejada de lógicas comerciales, es típica de la identidad de Foscarini, que siempre ha creído en la innovación y en la búsqueda constante de sentido.

«Sólo alejándose de lo existente se encuentra el valor para imaginar nuevas ideas. Sólo escuchando y compartiendo visiones con personas que pertenecen a otros mundos se entiende hacia dónde tiene sentido ir. Sólo compartiendo la verdadera pasión de los creadores se capta el sentido de la palabra proyecto, en su significado más puro y auténtico».

CARLO URBINATI
/ Presidente y fundador de Foscarini

E-BOOK

BATTITI —
Foscarini Artbook series #1
Research & Developement

Descarga el exclusivo libro electrónico que narra esta investigación, inspirada en el único deseo de explorar nuevos lenguajes expresivos, significados y formas de disfrutar de la luz. Reflexiones críticas de Carlo Urbinati, Andrea Anastasio y Franco La Cecla. Fotografías de Massimo Gardone.

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Tras la selección por parte del ADI Design Index 2021 para competir por el Premio Compasso d’Oro, la primavera del 2022 marca un nuevo significativo capítulo para VITE, el proyecto multimedia de Foscarini que a partir del mes de mayo distribuirá Corraini en las mejores librerías de todo el mundo.

Corraini y Foscarini, juntos de nuevo con VITE, una historia por imágenes, vídeos y palabras, que explora el sentido distinto de casa, la relación con la luz, la relación entre la vida en casa y el espacio externo. El editor —que con la marca de iluminación decorativa comparte la aptitud a la experimentación y a la investigación continua y con quien ya colabora para el book-zine Inventario— distribuirá ahora también el libro VITE de Foscarini en las mejores librerías de la propia red.

VITE es una proyecto editorial fascinante con el que Foscarini habla de luz empezando no por las lámparas —quien las diseña, desarrolla o produce— sino por las personas que viven en los espacios que iluminan estas lámparas.

Presentado en el 2020 y seleccionado por ADI Design Index 2021, VITE es un viaje que nos lleva entre ciudades del norte, del sur, del este y del oeste, por el interior de ambientes auténticos, para encontrar a personas reales —acompañados por el artista, fotógrafo y videomaker Gianluca Vassallo y por el escritor Flavio Soriga. En el centro del objetivo y de la narración se encuentran las personas, mientras la mirada se deja libre de moverse por ambientes personales, auténticos y por tanto también imperfectos, muy alejados de la comunicación típica del mundo del diseño en el que trabaja Foscarini, que a menudo teme la imperfección, la que caracteriza la vida. Con el proyecto VITE ya no vemos platós fotográficos, sino casas vividas, cotidianas, que nos cuentan de cerca las historias de las personas que las habitan.

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Mite es la lámpara que ha marcado el inicio de la ya histórica colaboración entre Foscarini y Marc Sadler. Se trata de un proyecto que subvierte los esquemas satisfaciendo los que el diseñador define «picos de irracionalidad», la actitud que permite explorar todas las potencialidades de un material y de una tecnología.

Mite recibió en el 2001 el premio Compasso d’Oro ADI, el premio mundial de diseño más acreditado, junto con la versión de suspensión Tite. Han pasado veinte años desde entonces, y creemos que este evento, al igual que el icónico y atemporal carácter de Mite, merece una celebración apropiada.
Como resultado de ello nació Mite Anniversario, que hace evolucionar el concepto original de Mite a través de ulteriores experimentaciones y variaciones. En esta importante ocasión hemos entrevistado a Marc Sadler y hemos mantenido una interesante conversación sobre Mite, Tite y el diseño relacionado con la iluminación.

 

¿CÓMO HA INICIADO LA COLABORACIÓN CON FOSCARINI PARA LA LÁMPARA MITE?

MS — «Conocí a Foscarini en un periodo en el que vivía en Venecia y Mite fue el primer proyecto que desarrollamos juntos. Para mí Foscarini era una pequeña empresa que trabajaba el vidrio y era una realidad lejana de lo que yo hacía. Un día conocí por casualidad, en un vaporetto, a uno de los socios. Charlamos sobre nuestro trabajo y lo que hacíamos, y me habló de un tema sobre el que estaba reflexionando. Me pidió que pensara en un proyecto que tuviera el sabor incierto del vidrio —ese aspecto artesanal que es imposible de controlar y que consigue que cada objeto tenga su personalidad— pero que se pudiera fabricar a nivel industrial, con una visión más integrada. Al separarnos nos despedimos y le prometí que lo pensaría».

 

¿CUÁL HA SIDO LA IDEA PRINCIPAL QUE HA DADO PASO A ESTE PROYECTO?

MS — «Iba de camino a Taiwán para un proyecto de raquetas de tenis y palos de golf para una empresa que trabajaba la fibra de vidrio y la fibra de carbono. Es un mundo en el que los productos se fabrican en grandes números, no con pocos ejemplares. La raqueta, cuando se fabrica, cuando sale de los moldes es preciosa, pero luego, las personas que la trabajan empiezan a limpiarla, a pulirla, a pintarla, a cubrirla con diversos elementos gráficos y así, poco a poco, va perdiendo parte del encanto de la fase de producción. Al final tienes un objeto cargado de elementos gráficos que esconden su auténtica estructura. El producto final, para mí, es siempre menos interesante que el producto en la fase inicial. Para mi trabajo de diseñador prefiero el producto bruto, antes de los acabados, cuando todavía es un objeto « mítico», precioso, porque la materia vibra. Mirando estas piezas a contraluz se ven precisamente las fibras, y he notado que la atraviesa la materia. Cogí unos cuantas de estas muestras y me las llevé a Venecia. Al volver, llamé enseguida a Foscarini y les expliqué que estaba pensando en una manera de utilizar este material. Aunque la fibra de vidrio, realizada con pedazos de material presenta límites e incertidumbres en la elaboración, yo pensaba en un objeto para fabricar a nivel industrial. Proponerlo a Foscarini era casi como una apuesta, porque se necesitaban grandes cantidades de producción para justificar su uso, y no era un material muy versátil y adaptable. Pero si hubiéramos conseguido mantenerlo en ese fascinante estado matérico, habría sido una ocasión perfecta para aplicarlo a un proyecto de iluminación».

¿CÓMO FUE LA FASE DE INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO?

MS — «Nos pusimos en contacto con muchos proveedores que utilizaban los mismos materiales y las mismas técnicas para fabricar cubas de vino o equipos deportivos, pero lamentablemente no estaban dispuestos a colaborar para esta investigación experimental. Sin embargo, seguimos buscando sin desanimarnos hasta que encontramos a un empresario que también trabajaba este material para sus investigaciones personales (se había construido un ala delta motorizado). Se entusiasmó con el proyecto y ofreció enseguida su disponibilidad. Tenía una empresa que fabricaba cañas de pescar extraordinarias y muy especiales, pero decidió lanzarse con nosotros en el mundo de la luz. Nos mandaba muestras de pruebas que hacía de forma autónoma, pidiéndonos nuestra opinión sobre nuevas resinas y nuevos hilos. El diseño está formado por personas que actúan e interactúan juntas. Se trata de una magia completamente italiana. A menudo, en empresas del resto del mundo, esperan la llegada del diseñador que, como un superhéroe, entregue todo ya listo, llaves en mano. Pero no funciona así, para crear proyectos realmente innovadores es necesario poder intercambiar ideas para encontrar los problemas y resolverlos juntos. Me gusta trabajar así».

 

¿SE DESARROLLARON MODELOS Y PROTOTIPOS DE ESTUDIO?

MS — «El primer modelo estaba hecho con un molde cerrado tradicional, y luego pensamos probar otra técnica, el «rowing», que se basa en enrollar hilos alrededor de un cuerpo macizo. Observando los hilos que se podían utilizar, encontré madejas que se consideraban defectuosas, en las que el hilo no era perfectamente lineal y vibraba un poco. Este tipo de hilo se convirtió luego en el hilo utilizado en la producción final. Las fibras no son todas regulares, y nosotros quisimos valorizar este «defecto» que lo ha transformado en una calidad siempre única. Queríamos despojarnos del sentido del tecnicismo y queríamos aportar el valor de las habilidades manuales y un cálido sabor material, como se sabe hacer en Italia. En uno de los primeros prototipos había truncado la parte superior con un corte de 45 grados introduciendo un faro de automóvil. Actualmente me parece inquietante ver ese primer prototipo, pero es absolutamente normal, porque representa el inicio de una investigación larga. Para llegar a un producto sencillo es necesario trabajar mucho. Al inicio mi huella era demasiado fuerte, casi violenta. Foscarini ha conseguido mediarla, y con razón, esto es el diseño. Es el equilibrio justo entre las partes en juego para hacer juntos una obra común. Solo trabajando con Foscarini, que sabe tratar la luz, que sabe dar ese sabor a las transparencias y ese calor a la materialidad, hemos conseguido que el producto alcanzase una proporción justa y adquiriera autenticidad. Hemos conseguido obtener un objeto mucho más neto, limpio, en el que lo más importante es la luz que produce, la transparencia del cuerpo y la vibración que se visualiza en el diseño. No un objeto que grita, sino un elemento delicado que entra en las casas».

 

¿CUÁLES SON LOS DESAFÍOS ESPECÍFICOS DE UN PROYECTO CON LA LUZ?

MS — «Después de esta lámpara y después de este acercamiento a los materiales compuestos, me encontré un poco con la etiqueta del diseñador que hace lámparas con materiales sofisticados. Esto no me molesta, al contrario, es lo que junto con Foscarini nos gusta hacer. Por lo tanto, si actualmente encuentro en mis investigaciones algo interesante o que no se ha utilizado todavía para el mundo de la luz, Foscarini es la empresa con la que podría disponer de mayor potencial para desarrollar algo original e innovador».

 

¿CUÁLES SON LOS ASPECTOS MÁS SIGNIFICATIVOS DE LA TECNOLOGÍA LUMINOSA UTILIZADOS PARA ESTE PROYECTO?

MS — «En 20 años, la tecnología luminosa ha evolucionado mucho y ahora utilizamos el LED. Respecto a la tecnología del pasado, es un poco como pensar en la diferencia que existe entre un motor de inyección electrónica y uno con carburador. Con el carburador también se podían obtener resultados óptimos, pero se necesitaba un genio que supiera escuchar el motor y que luego fuera capaz de regular todo manualmente. Para Mite ha sido un poco lo mismo. En la primera versión habíamos puesto una bombilla bastante larga colocada a una cierta altura. Para cerrar el tronco, moldeamos una plancha circular de metal cromado con algunos ángulos que experimentamos con diversas inclinaciones, para reflejar la luz directa hacia arriba, pero también para que la luz bajara por el cuerpo de la lámpara, lamiera el material y pudiera iluminarlo desde detrás. Evidentemente, esta tecnología limitaba la libertad de acción, mientras actualmente, con los LED, podemos desplazar el efecto luminoso exactamente hasta donde queremos».

 

¿CÓMO HA CAMBIADO EL TRABAJO DE DISEÑADOR EN ESTOS PRIMEROS VEINTE AÑOS DEL NUEVO MILENIO?

MS — «Actualmente estoy feliz con mi trabajo porque me parece estar en la década de los 70, cuando el empresario contaba mucho y planteaba sus intenciones claramente, con objetivos, un programa de plazos, el dinero necesario y —sabiendo que había trabajado bien hasta ese punto— tenía la intención de ir hasta donde no había ido nunca. Quizás es debido a este periodo muy duro de la pandemia, quizás es debido a que cada vez me cuesta más trabajar con las grandes empresas multinacionales u orientales, pero creo que ha llegado de nuevo el momento de ponerse a trabajar directamente con los empresarios en primera persona».

¿CUÁL ES LA IMPORTANCIA DE LA «TRANSFERENCIA TECNOLÓGICA» EN LAS INVESTIGACIONES DE DISEÑO?

MS — «Es fundamental. Mi trabajo se podría ver como el principio de los vasos comunicantes. Cojo una cosa de una parte, la «tiro» y la llevo a otra parte para ver lo que sucede. Lo he hecho siempre, durante toda la vida. En mi estudio hay un despacho donde, con mis manos, puedo construir o reparar cualquier cosa, y esto me ayuda mucho. No es el concepto de saber dónde está el «sky’s limit», pero pienso mucho antes de decir que no a algo, porque a menudo ya existen soluciones en otras partes y, por lo tanto, es suficiente entender cómo transferirlas».

 

ESTA LÁMPARA ESTÁ HECHA CON UN «TEJIDO» (TECNOLÓGICO) AUTOPORTANTE. ¿QUÉ IDEA RELACIONA EL TEJIDO CON EL DISEÑO DE LA LUZ?

MS — «En Mite la importancia del tejido viene dada por la ventaja de poder tener una textura que hace vibrar la luz cuando pasa por el cuerpo y no fue fácil encontrar el tejido adecuado. Pero con el tejido, en sus infinitas variables, se pueden hacer siempre cosas maravillosas con la luz y, en efecto, con Foscarini seguimos experimentando y desarrollando nuevos proyectos».

 

¿QUÉ SIGNIFICA EL NOMBRE MITE Y SU VARIANTE DE SUSPENSIÓN TITE?

MS — «El nombre deriva de un juego verbal en francés, que me había enseñado mi madre cuando era pequeño, para recordar la diferencia entre las formaciones calcáreas en las cavernas, divididas en las que suben desde abajo, las estalagmitas, y las que bajan desde arriba, las estalactitas. De ahí la idea del nombre. Aunque inicialmente pensaba en la lógica de la forma que se reduce alejándose del suelo o del techo —y por tanto los nombres de las dos lámparas deberían estar invertidas— esta lógica funciona bien en cualquier caso también por asonancia tipológica, es decir, la (estalag)MITE se apoya en el suelo y la (estalac)TITE cuelga del techo».

Era el 1990 cuando Foscarini presentó una lámpara de vidrio soplado, caracterizada por la combinación con un trípode de aluminio, resultado del encuentro con el diseñador Rodolfo Dordoni, que reinterpretaba con un nuevo espíritu la clásica pantalla. Esa lámpara se llamaba Lumiere.

Descubre Lumiere

¿Cuándo y cómo nació el proyecto Lumiere (la chispa, quiénes fueron los actores iniciales, los impulsores)?

Estamos hablando de hace bastantes años y, por lo tanto, recordar quienes fueron los actores precisa un esfuerzo de memoria que a mi edad quizás ya no es tan sencillo.
Lo que si puedo decir es el contexto en el que nació Lumiere. Era un periodo en el que había empezado a trabajar con Foscarini en una especie de cambio de la empresa. Me habían llamado para una dirección general, que podía ser una especie de dirección artística de la nueva colección, porque su intención era cambiar la configuración de la empresa.
Foscarini era una empresa pseudomuranesa, es decir, que residía en Murano, pero que tenía una mentalidad que no era exclusivamente muranesa. Empezamos a trabajar sobre este concepto, el de conservar la identidad de la empresa (la identidad de las raíces de la empresa, es decir, Murano-vidrio), pero alejándonos de la posición de las demás empresas de Murano (es decir, fábrica de vidrio-vidrio soplado) intentando añadir al producto detalles tecnológicos que lo caracterizaran y convirtieran a Foscarini en una empresa más de «iluminación» que de «vidrio soplado». En aquella época, este concepto era la línea guía para la Foscarini del futuro.

 

¿Donde nació Lumiere? ¿Que llevó a su forma-función (las restricciones proyectuales, los materiales como vidrio soplado y aluminio)?

Basándonos en las líneas guía de las que acabo de hablar, empezamos a imaginar y diseñar productos durante los encuentros. En uno de esos encuentros, creo que estábamos todavía en la antigua sede de Murano, hice un esbozo sobre un papel, un diseño realmente pequeño sobre una hoja de papel de 2×4 cm, este sombrero de vidrio con un trípode, para que se entendiera la idea de asociar vidrio y fusión, porque en aquella época la fusión de aluminio era un argumento muy contemporáneo, nuevo.
Así pues, la idea de este pequeño trípode con la fusión y el vidrio expresaba, más que el diseño de una lámpara, un concepto más general: «cómo colocar juntos dos elementos que fueran la característica de los futuros productos de la empresa». Esta fue, en la práctica, la intuición.

 

¿Un momento que recuerda, más que otros, cuando se habla de Lumiere (un encuentro con el cliente, una prueba en la empresa, el primer prototipo)?

Pues, seguramente el momento en el que Alessandro Vecchiato y Carlo Urbinati prestaron atención a mi esbozo, por la intuición. Recuerdo que Sandro echó una hojeada al diseño y dijo: «Me gusta, deberíamos hacerla». En ese esbozo vieron enseguida el producto. Y yo también pensaba que ese diseño podía convertirse en un auténtico producto. De allí nació Lumiere.

 

Vivimos en una sociedad en la que impera el «usar y tirar». ¿Qué se siente al haber diseñado algo que tiene éxito desde hace 25 años?

Eran claramente momentos distintos. Primero, cuando se diseñaba, las consideraciones que las empresas hacían eran también en términos de inversión, y de su amortización en el tiempo. Por tanto, las cosas que se diseñaban se pensaban más.
Ahora no es que hayan cambiado las empresas, ha cambiado el mercado, ha cambiado la actitud del consumidor, que se ha vuelto más «voluble». El consumidor actual está acostumbrado por otros sectores de mercado (véase moda y tecnología) a no desear cosas «duraderas». Así que las expectativas que las empresas tienen sobre el producto son seguramente más breves. Cuando sucede que un producto (como Lumiere) vive durante tanto tiempo en términos de ventas, significa que es autosuficiente. Es decir, que se trata de un producto que no ha seguido necesariamente las tendencias, el momento. Y precisamente por ello, en cierta manera, atrae. Y estimula placer. Tanto en quien lo compra como en quien lo ha diseñado.
¡Personalmente me complace que Lumiere represente una «huella» que todavía se reconoce y sigue siendo atractiva!

 

¿De qué forma este contexto ha «dejado una huella», si lo ha hecho, sobre la piel y en la mente de Rodolfo Dordoni, hombre y arquitecto?

Pienso en dos momentos importantes que han marcado mi trabajo. El primero es el encuentro con Giulio Cappellini, que fue mi compañero en la universidad, Luego fui yo su compañero de trabajo, porque al acabar la universidad me pidió que trabajara con él en la empresa. Gracias a este encuentro pude conocer el mundo del diseño «desde dentro». Durante 10 años trabajé y conocí el sector de la decoración en todos sus aspectos. Así pues, mi configuración es la de quién conoce «en la práctica» toda la cadena de producción del producto diseño.
Esto lleva directamente al segundo de mis momentos importantes.
Gracias a esta «práctica», a este conocimiento directo, cuando las empresas se dirigen a mí saben que no están pidiendo solo un producto, sino un razonamiento. Y a menudo sucede que este razonamiento lleve a construir con las empresas relaciones que se convierten en intercambios largos, en conversaciones largas. Esta charlas ayudan a conocer a la empresa. Y el conocimiento de la empresa es una parte fundamental en el análisis del proyecto. Me gusta trabajar, y en esto estoy un poco mimado, con personas con las que comparto una especie de similitud de intenciones y de objetivos a alcanzar. De esta forma se tiene la posibilidad de crecer juntos.

 

Década de los 90: «googlando» aparecen las Spice Girls, los Take That y el Jovanotti de «È qui la festa?», pero también «Nevermind» de los Nirvana y la pieza de los Underworld que hacía de columna sonora de la película lm Trainspotting, «Born Slippy». ¿Si piensa en su década de los 90, qué le viene a la mente?

La década de los noventa fue para mí el inicio de una progresiva incomprensión tecnológica. Es decir, que todo lo que sucedió desde el LP musical en adelante, tecnológicamente hablando, yo empecé a no entenderlo. Muchas veces he pensado que, cuando era un muchacho, criticaba a menudo a mi padre porque lo consideraba tecnológicamente inadecuado. Pues bien, su ser inadecuado respecto a mí era mínimo, si pienso en mi «insuficiencia tecnológica» respecto a mis nietos, por ejemplo. ¡Digamos que en la década de los noventa inició mi «aislamiento tecnológico»!

 

¿Que ha permanecido invariable para Rodolfo Dordoni diseñador?

El diseño. El esbozo. El rasgo.

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