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Las lámparas de mesa Chapeaux y Fleur, diseñadas por el renombrado Rodolfo Dordoni, han sido seleccionadas para el ADI Design Index 2024. Este reconocimiento destaca la excelencia del diseño de Foscarini y marca el primer paso hacia el Compasso d’Oro 2026.

El ADI Design Index es uno de los premios más prestigiosos del panorama internacional del diseño, que reúne cada año los mejores proyectos de diseño industrial. La selección de este año incluye 261 productos e inaugura el ciclo bienal de candidaturas para el Compasso d’Oro 2026. Entre ellos se encuentran Chapeaux y Fleur, dos diseños de lámparas de mesa de Rodolfo Dordoni, que combinan innovación tecnológica, estética sofisticada y atención a la funcionalidad.

CHAPEAUX
Design: Rodolfo Dordoni
2023

Descubre Chapeaux

Con Chapeaux, la investigación iniciada por Rodolfo Dordoni con Buds (una base transparente y un difusor contundente) da un paso más, añadiendo un nuevo nivel de versatilidad que transforma el carácter de la lámpara, la calidad de la luz y su impacto decorativo.

Los elementos de diseño de Chapeaux se reducen a lo esencial. El núcleo conceptual del proyecto consiste en tres difusores: tres “sombreros” diferentes en formas, materiales y acabados: tres de metal, dos de vidrio y uno de porcelana. Abiertos por el centro, descansan sobre el cuerpo transparente de la lámpara, realizado en vidrio borosilicato, que también sostiene la fuente de luz: una bombilla con atenuador táctil que alberga los componentes de iluminación y parece flotar dentro del vidrio.

Cuando la lámpara está apagada, el cuerpo de vidrio transparente casi desaparece de la vista, pero se hace discretamente visible cuando la luz está encendida, transmitiendo sutilmente su sustancia. La elección del difusor también dicta la calidad de la luz: la versión de metal, blanca en su interior, refleja la luz hacia la superficie inferior, lo que la hace perfecta para la iluminación de escritorios. Los “sombreros” de vidrio y porcelana ofrecen una experiencia de luz más suave y ambiental.

FLEUR
Design: Rodolfo Dordoni
2023

Descubre Fleur

Fleur es una lámpara de mesa recargable con funciones duales: la más natural de iluminar y la inesperada de contener agua y una flor fresca. Al igual que otras lámparas diseñadas por Rodolfo Dordoni, Fleur es un proyecto que habla de opuestos que se encuentran, de lo sólido y lo vacío (real o percibido) que crean armonías inesperadas. Es un ejercicio estilístico erudito pero inmediato, con la lámpara-objeto que define el espacio que la rodea: un entorno que se vuelve íntimo, habitable, atractivo, personalizado para cualquier situación gracias a la luz.

Fleur también es altamente funcional. Gracias a un circuito LED especialmente desarrollado, con componentes miniaturizados, ilumina la superficie alrededor de su base y crea un haz de luz más amplio sobre la mesa en comparación con las lámparas tradicionales a batería. Fleur también es eficiente en cuanto a energía: consume solo 1 vatio, pero tiene LEDs de alta eficiencia, que permiten una recarga rápida a través de USB-C y emiten una luz intensa, ajustable con un atenuador táctil.

Fleur ha sido seleccionada como ganadora en la categoría Most Illuminating Lighting en los Wallpaper* Smart Space Awards, que destacan los proyectos de diseño que combinan creatividad, innovación, sostenibilidad, simplicidad y estilo.

DESCUBRE FLEUR

La lámpara de mesa portátil Fleur, diseñada por Rodolfo Dordoni, ha recibido el premio en la categoría Most Illuminating Lighting en los Wallpaper* Smart Space Awards 2024. Este reconocimiento, que llega a su cuarta edición, celebra la excelencia en el diseño para el hogar, poniendo especial énfasis en la creatividad, la innovación, la sostenibilidad, la simplicidad y el estilo.

Los jueces apreciaron la capacidad de Fleur para combinar dos funciones diferentes: la más natural de iluminar y la inesperada de contener flores frescas, “con elegancia y estilo”, respondiendo a las crecientes demandas de flexibilidad, atractivo estético y funcionalidad.

El diseño de Fleur es un ejemplo refinado de la maestría de Dordoni en la creación de objetos que no solo enriquecen el entorno con su presencia estética, sino que también ofrecen practicidad y versatilidad. Un ejercicio estilístico tanto culto como accesible, en el que la transparencia y ligereza del soporte de vidrio transparente, adecuado para contener agua y flores, se combina con los refinados tonos del cuerpo iluminador, diseñado para emitir un amplio haz de luz sobre la superficie.

Líneas limpias y materiales de alta calidad se fusionan en una lámpara de mesa portátil que combina poesía, funcionalidad y eficiencia energética. Esta fusión es lo que impresionó a los jueces, demostrando cómo el diseño puede evolucionar para satisfacer las necesidades contemporáneas sin perder de vista la elegancia.

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Fleur

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En el marco de la Milano Design Week 2024, una instalación de vídeo de Francesco Meneghini presenta la nueva versión SPOKES AMBIENT de la lámpara diseñada por Garcia/Cumini.

Un túnel escenográfico que atrapa la mirada, una coreografía de video, música y luz destaca la innovadora característica de Spokes Ambient en comparación con el proyecto original: la gestión personal del efecto luminoso. Gracias a las dos fuentes LED independientes y regulables, ahora es posible modular la iluminación según las necesidades y preferencias personales: la fuente dirigida hacia arriba ilumina el entorno con luz reflejada, mientras que la dirigida hacia abajo ilumina la superficie de trabajo. Volúmenes ligeros que contienen la luz y proyectan un caleidoscopio de luces y sombras.

“Observamos un flujo de paisajes que desafían lo ordinario, una secuencia de escenarios desérticos, marcada por la onda lenta de horizontes en ascensor que parecen casi respirar. En la intersección de estas imágenes que se entrelazan, el visitante viaja escuchando el latido de un cosmos inédito. Esta es luz que transforma, que narra, que invita a perderse en una expansión silenciosa. Foscarini, con esta instalación, no solo ilumina, sino que también suena una melodía visual para los ojos.”

FRANCESCO MENEGHINI
/ Director

En un contexto dinámico y en continua evolución como el del diseño, algunas creaciones consiguen resistir al paso del tiempo, convirtiéndose en símbolos icónicos de innovación y creatividad. Havana de Jozeph Forakis es uno de esos símbolos, y hoy cumple 30 años.

Descubre Havana

Una lámpara icónica que ha sido capaz de entrar en las casas y en el imaginario colectivo, convirtiéndose en un nuevo arquetipo de lámpara. Creada en 1993, Havana se ha impuesto como un objeto de iluminación nuevo: una lámpara de media altura, casi una nueva tipología, con un cuerpo difusor importante y muy visible, que difunde la luz desde el centro. Una figura familiar, un «personaje» con el que establecer una relación personal, fácil de encajar en cualquier ambiente, para caracterizarlo con su cálida luz.

El proceso de desarrollo, de la idea al producto, fue cuidadoso y gradual. Los primeros prototipos, realizados con vidrio y fibra de vidrio, eran pesados y caros y tenían el defecto de dejar pasar poca luz, con lo que se perdía la ligereza y la ironía inherentes al concepto. En un movimiento revolucionario, se tomó la decisión de abandonar el vidrio en favor del plástico, marcando así un momento crucial para Foscarini. Una elección que contribuyó de forma significativa a determinar en qué se ha convertido Foscarini actualmente. Una empresa que opta por poner siempre el diseño en el centro, sin marcarse límites y sin hacer concesiones, para desarrollar plenamente el espíritu de cada proyecto. Jozeph Forakis recuerda:

«Havana fue la primera lámpara de plástico fabricada por Foscarini. Era un poco arriesgado, pero Foscarini fue muy valiente y decidió arriesgarse con esta novedad absoluta».

JOZEPH FORAKIS
/ Diseñador

El éxito de Havana no ha estado exento de dificultades. Aunque fue recibido inicialmente con escepticismo por algunos distribuidores, se convirtió pronto en un arquetipo del diseño. Su entrada en la colección del Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York en 1995 representó un momento decisivo, que confirmó su relevancia en la historia del diseño.

En sus 30 años de historia, Havana se ha presentado en variantes cromáticas y funcionales, incluida una versión para exterior, sin perder nunca su forma característica y su extraordinaria capacidad para evocar un eco emocional con su presencia cálida y familiar.

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30 Years of Havana
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¿Quieres echar un vistazo?

El Observatorio Permanente del Diseño ha vuelto a elegir a Foscarini por su excelencia en la elaboración del diseño y su carácter pionero. Las lámparas Nile y Chiaroscura, seleccionadas para la categoría Diseño para la iluminación, son las representantes de los rasgos característicos de la marca en 2023.

NILE
Lámpara de mesa
Diseñada por Rodolfo Dordoni

 

Creada por Rodolfo Dordoni, Nile es una lámpara que amuebla con gran carácter, con una presencia escénica importante, capaz de transferir a cada ambiente su propia elegancia sofisticada. La lámpara es bonita cuando está apagada, pero se enciende maravillosa cuando la luz se filtra a través del precioso vidrio soplado a boca, dirigiéndose hacia abajo y hacia arriba a través de los dos lados abiertos del difusor.

 

Una lámpara-escultura en la que coexisten elementos contrastados, unidos en una composición de volúmenes que parece desafiar la ley de la gravedad y representa el equilibrio entre los opuestos: la consistencia del mármol y la delicadeza del vidrio, el frío de un material extraído y el calor de un material soplado. Base y difusor, con sus distintas inclinaciones, consiguen permanecer juntas gracias a un juego invisible de pesos, posiciones y uniones que determina un efecto de conjunto dinámico.

«Quería una presencia escultural, un auténtico difusor de luz, con una forma no necesariamente adherente a la función. Dibujé dos volúmenes cruzados: la pequeña base de mármol y el gran difusor de vidrio. Cuando los miré me recordaron el famoso busto de la reina egipcia Nefertiti y de ahí el nombre: Nile».

RODOLFO DORDONI
/ diseñador

CHIAROSCURA
Lampada de pie
Diseñada por Alberto y Francesco Meda

 

Chiaroscura nace de un reto de diseño, el de explorar la posibilidad de enriquecer la funcionalidad de la clásica luminaria, que por definición emite sólo luz indirecta hacia arriba. El cuerpo ligero de Chiaroscura, iluminado totalmente y no solo iluminador, ha sido el objetivo que ha guiado la definición de la forma, la elección de los materiales y de las tecnologías productivas. La lámpara, un modelo esencial y de carácter al mismo tiempo, se convierte en una presencia discreta que esconde una complejidad técnica interna que no se exhibe, sencilla para quien la utiliza.

 

Chiaroscura está formada por tres semiarcos que describen una particular sección triangular. Se trata de una elección de diseño que da como resultado una presencia equilibrada pero nunca banal, porque es capaz de cambiar según el punto de vista. La lámpara está formada por elementos de materiales distintos que se deslizan y encajan los unos con los otros, sin renunciar a la facilidad de montaje y desmontaje. Su estructura es una alternancia de superficies opacas y luminosas que aligeran el impacto visual de la lámpara, realizadas en aluminio extruido y PMMA con prismas longitudinales que garantizan al mismo tiempo transparencia y una cómoda difusión de la luz. Chiaroscura proporciona tanto una luz potente e indirecta procedente del LED situado en la parte superior, como una luz indirecta en la pared o difusa en la habitación en función de cómo se oriente la lámpara, gracias a la tira de LED alojada en el interior a lo largo de toda la altura de una de las extrusiones de aluminio. Las ranuras integradas en las extrusiones permiten el deslizamiento entre aluminio y plástico, mientras que los tapones laterales evitan movimientos indeseados.

Chiaroscura es la protagonista de la instalación luminosa site-specific «Luce Scalare», situada en la escalera de honor de la Trienal de Milán y que acompaña la entrada de la exposición ‘Alberto Meda: Tensión y Ligereza’ que explora algunas de las características compositivas y metodológicas del maestro italiano.

Descubre Chiaroscura

Con motivo de la muestra «Alberto Meda, Tensione e Leggerezza» que la Trienal de Milán dedica al gran maestro italiano, en exhibición desde el 6 de octubre de 2023 hasta el 24 de marzo de 2024, Foscarini ha creado, según el propio diseño de Meda, una instalación site-specific para la escalera de honor de la Trienal. El proyecto cuenta con 34 lámparas CHIAROSCURA (17 en cada lado de la escalera) realizadas a medida, desde la más grande de más de cinco metros de altura (552 cm) hasta la más pequeña con una altura de 57 centímetros. Un conjunto luminoso con atenuación diferenciada para crear una coreografía.

«Cuando Marco Sammicheli me propuso, como comisario, que pensara en una instalación ‘in situ’ para la escalera de honor de la Trienal de Milán, con motivo de mi muestra personal, hice una rápida inspección y descubrí que las paredes laterales de la escalera no eran continuas, sino que estaban realizadas con columnas de mármol de sección triangular colocadas a 10 cm de distancia entre ellas. Los espacios entre una columna y la otra tenían alturas diferentes, empezando al principio de la escalera a unos 5 metros de altura y llegando al último escalón antes del entresuelo a unos 50 cm. Me gustaba la idea de efectuar una intervención que respetara la arquitectura, que se integrara discretamente para valorizarla, y entonces pensé que la luz podía ser la solución. Ocultar elementos luminosos en los huecos entre una columna y otra podría ser la idea. Entonces pensé en Chiaroscura, la luminaria de sección triangular, como las columnas, que diseñé con mi hijo Francesco para Foscarini, y en su construcción característica, realizada con aluminio extruido y metacrilato, que puede tener por tanto diferentes longitudes, incluso de hasta 6 metros. La tecnología de la extrusión y su intrínseca libertad dimensional fueron lo que me sugirió la idea de crear un conjunto luminoso «escalar» que arrojara luz desde sus 3 caras tanto sobre la escalera de honor como sobre las dos escaleras que bajan al teatro. Me parecía interesante dar también al conjunto otra dimensión, que fuera luminosa y dinámica. Con Foscarini preparamos por lo tanto una solución electrónica para conseguir este efecto».

ALBERTO MEDA
/ ingeniero, diseñador y planificador

Como expresión de la capacidad de Foscarini para responder a las necesidades específicas de proyectistas y diseñadores de interior, CHIAROSCURA cuenta el carácter innovador de la marca. Una luz que nace en el mundo contemporáneo y debe su personalidad distintiva al particular efecto luminoso y a la original armonía entre forma y función.

Diseñada por Alberto con su hijo Francesco, CHIAROSCURA es la reinterpretación contemporánea de la clásica luminaria. Con carácter a pesar de su presencia tan esencial, capaz de emitir luz a 360°, CHIAROSCURA nace de un reto de diseño, el de explorar la posibilidad de enriquecer la funcionalidad de la clásica luminaria, que por definición emite sólo luz indirecta hacia arriba. El cuerpo elegante y ligero, iluminado totalmente y no solo iluminador, ha sido el objetivo que ha guiado la definición de la forma, la elección de los materiales y de las tecnologías productivas.

Junto con Foscarini, los Meda han ampliado de hecho su funcionalidad, creando una estructura triangular de aluminio extruido equipada con LED: una «jaula» en cuyo interior se coloca un plástico extruido opalino que difunde la luz. A diferencia de las luminarias clásicas, CHIAROSCURA emite así luz ambiente en los laterales y luz indirecta en el techo.
El cuerpo esbelto y visualmente ligero de CHIAROSCURA y su luz cálida y acogedora la hacen dúctil, transversal y capaz de aportar su propia y discreta personalidad para enriquecer ambientes muy variados, desde el sector residencial al contract, de la oficina al hogar.

Chiaroscura es una lámpara que, si se solicita y en caso de necesidades de diseño especiales, se puede realizar también en alturas distintas respecto a la versión estándar disponible en el catálogo.

El nacimiento de la lámpara-escultura Orbital representó para Foscarini no sólo el inicio de la colaboración con Ferruccio Laviani, sino también una declaración de intenciones: abandonamos por primera vez el vidrio soplado de Murano, abrazando la filosofía que actualmente nos lleva a manejar más de veinte tecnologías distintas.

Si tuvieras que describir tu colaboración con Foscarini mediante un adjetivo, ¿cuál elegirías?

Utilizaría dos: fructífera y libre. La primera palabra tiene un sabor pecuniario, pero no debe entenderse en este sentido, o mejor dicho, no sólo en este sentido. El hecho de que casi todas las lámparas que he diseñado para Foscarini estén todavía en el catálogo es una buena noticia tanto para mi estudio como para la empresa.
Pero la califico como fructífera sobre todo porque haber diseñado objetos que la gente sigue apreciando 30 años después es un enorme alivio para un diseñador, es la confirmación de que lo que hace tiene sentido.
Luego está la cuestión de la libertad creativa. Foscarini me ha permitido pasar con extrema independencia expresiva del producto a los espacios, sin imponerme nunca ningún tipo de límite. Esto es algo realmente raro y precioso.

 

En tu opinión, ¿cómo habéis llegado a esta libertad expresiva y creativa?

Creo que forma parte de la manera de ser de las personas implicadas. Si un diseñador se gana su confianza, Foscarini responde dejándole una libertad de expresión total. Son conscientes de que es la mejor manera de sacar el máximo partido de la colaboración, para ambas partes. Evidentemente, después de constatar que el trabajo de instinto va seguido del trabajo de cabeza. En mi caso, Orbital fue la apuesta inicial: ¿gustaría una lámpara con una estética tan característica? ¿Habría resistido al paso del tiempo? La respuesta del público fue afirmativa y, desde ese momento, nuestra colaboración se ha basado siempre en la máxima libertad.

¿Qué significa esta libertad para un diseñador?

Te da la posibilidad de explorar distintas facetas de lo posible. Para alguien como yo, que nunca se ha identificado con un estilo o un tipo de gusto concreto, sino que se enamora periódicamente de sabores, ambientes y decoraciones siempre distintas, esta libertad es fundamental porque me permite expresarme. No tengo pretensiones artísticas y soy muy consciente de que lo que hago es producción: objetos fabricados en serie que deben tener una función clara y cumplirla lo mejor posible. Pero junto a estas consideraciones racionales, lo que me mueve en el acto creativo es el deseo. Un deseo, casi irreprimible, de dar vida a un objeto que no existe, a algo que me gustaría tener como parte de mi vida.

¿Cómo son esos objetos que deseas y que, por tanto, diseñas?

No tengo una respuesta desde el punto de vista del estilo. Hago siempre cosas distintas porque me siento siempre distinto y lleno mis espacios físicos y mentales con presencias que varían con el tiempo y reejan estos paisajes personales. Pero me fascina todo lo que crea una conexión con las personas y entre las personas. Por eso doy siempre un carácter a las cosas que diseño, el que creo que reeja mejor mi forma de interpretar el espíritu de la época. A veces el del momento. Esto es mucho más real para una lámpara que para otro elemento del mobiliario, porque una lámpara decorativa se elige por afinidad, por lo que nos dice a nosotros y sobre nosotros. Es el comienzo de un diálogo ideal entre el diseñador y el comprador. Si esa lámpara sigue hablando a la gente incluso después de 30 años, significa que esa conversación es importante y aún consigue decir algo significativo.

El evento por el trigésimo aniversario de Orbital también fue una oportunidad para presentar el nuevo proyecto fotográfico NOTTURNO LAVIANI. En este proyecto, Gianluca Vassallo interpreta las lámparas que Laviani ha diseñado para Foscarini con catorce episodios en las que las luces habitan espacios ajenos.

Descubre más sobre Notturno Laviani

¿Qué sientes ante la interpretación que ha hecho Gianluca Vassallo de tus lámparas?

Tengo la sensación de que se cierra un círculo. Porque Gianluca cuenta una idea personal de luz utilizando los objetos que he diseñado como presencias sutiles pero significativas. Y esto es lo mismo que sucede cuando una persona decide poner una de mis lámparas en su casa. Así que frente a Notturno siento esa misma gran emoción que siento cuando alguien se apropia de uno de mis proyectos y lo convierte en parte de su existencia: es esa sensación tan hermosa de haber hecho algo que tiene un sentido y una importancia para los demás.

 

¿Cuál es la foto que más te representa?

Sin duda la de Orbital en el exterior, el paso elevado con el cartel de circo hecho jirones. Porque así soy yo, todo y lo contrario de todo.

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¿Quieres echar un vistazo?

El proyecto Battiti, un taller de pura experimentación sobre la luz llevado a cabo por Foscarini con Andrea Anastasio y Davide Servadei de Ceramica Gatti 1928, es una experiencia de total libertad que permite nuevas interpretaciones de la luz, que aquí adquiere el carácter de materia en el diálogo con la cerámica.

En el proyecto Battiti, presentado en muestra en el Fuori Salone 2022, la luz no se utiliza para iluminar, sino para construir. Como si se tratara de un material, creando efectos, enfatizando formas, desarrollando sombras. Porque esto es lo que hace Andrea Anastasio cuando utiliza las obras del archivo del taller Gatti, desmontándolas y luego volviéndolas a montar siguiendo sólo el instinto primordial de quien crea por deseo, pasión y necesidad; invierte la lógica tradicional y alcanza una nueva lógica, interpreta la historia dándole un sentido y un significado distintos. Y, en este acto que es creación y descubrimiento al mismo tiempo, Anastasio utiliza la luz, que también se convierte así en un instrumento de diálogo con el observador. Los cortes de luz, elementos activos y «vivos» en los bajorrelieves y en las esculturas de Anastasio, se convierten en el incipit de una nueva relación entre los objetos que los acogen y el observador.

«Battiti empezó con una reflexión sobre la relación milenaria entre la luz y la cerámica, un viaje desde las linternas de aceite a los edículos religiosos y que acompaña la forma de la visión, en sus numerosas manifestaciones. Luego surgió otra observación y empecé a seccionar paneles de cerámica procedentes de moldes del archivo Gatti de Faenza y a descomponerlos de forma sistemática. Introducir la luz en esta serie de obras fue un proceso lento después de una intuición inmediata, como sucede a menudo cuando queremos devolver el impacto de una visión que nos atrapa y al mismo tiempo se nos escapa, precisamente porque es impalpable. Así, una vez más, el diálogo entre ornamento y luz se convierte en una oportunidad para tomar conciencia del papel que la luz desempeña en nuestro devenir cotidiano y de su capacidad para recordarnos el carácter ilusorio de lo continuo y la vanidad de lo logrado».

ANDREA ANASTASIO
/ Diseñador

Esta investigación es fruto de la libertad que siempre ha caracterizado a Foscarini, una empresa sin fábrica, que vive de las ideas y de la imaginación. Una libertad que hace posible –es más, necesario– explorar cada vez los materiales y las modalidades de producción más adecuados para desarrollar de la mejor manera cada nueva idea. Un enfoque diferenciador para una realidad industrial con una profunda alma artesanal. Esta operación, alejada de lógicas comerciales, es típica de la identidad de Foscarini, que siempre ha creído en la innovación y en la búsqueda constante de sentido.

«Sólo alejándose de lo existente se encuentra el valor para imaginar nuevas ideas. Sólo escuchando y compartiendo visiones con personas que pertenecen a otros mundos se entiende hacia dónde tiene sentido ir. Sólo compartiendo la verdadera pasión de los creadores se capta el sentido de la palabra proyecto, en su significado más puro y auténtico».

CARLO URBINATI
/ Presidente y fundador de Foscarini

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BATTITI —
Foscarini Artbook series #1
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Descarga el exclusivo libro electrónico que narra esta investigación, inspirada en el único deseo de explorar nuevos lenguajes expresivos, significados y formas de disfrutar de la luz. Reflexiones críticas de Carlo Urbinati, Andrea Anastasio y Franco La Cecla. Fotografías de Massimo Gardone.

¿Quieres echar un vistazo?

El Premio Compasso d’Oro es el más antiguo y acreditado premio mundial del sector del diseño. Creado en el 1954, a propuesta de Giò Ponti, tiene como objetivo resaltar el valor y la calidad de los productos del diseño italiano.

ADI, la Asociación para el Diseño Industrial, se encarga de su organización desde el 1958. ADI garantiza imparcialidad e integridad —asignándolo según una preselección efectuada por una comisión de expertos, diseñadores, críticos, historiadores y periodistas— con el objetivo de promover y reconocer la calidad y la innovación italiana en la investigación, la cultura material y el proyecto.

Todos los objetos premiados pasan a formar parte de la colección histórica del premio Compasso d’Oro ADI, declarada por el ministerio del patrimonio cultural italiano como bien nacional «de excepcional interés artístico e histórico».

Foscarini ha sido seleccionada varias veces en los últimos años por el Observatorio Permanente del Diseño —el organismo ADI que, gracias a comisiones de expertos, valora la producción italiana en las diversas categorías— obteniendo dos Compassi D’Oro y siete Menciones de Honor. Todo ello como testimonio del compromiso constante de la empresa en la investigación y en la propuesta de nuevas formas y significados, no solo en el producto, sino también en la forma de explicarse.

2001: El Compasso d’Oro a Mite y Tite

Descubre Mite y Tite

La lámpara de pie Mite, que se fabrica desde el 2000, es el resultado de más de dos años de investigación. Concebida por Marc Sadler, utiliza un difusor de 185 cm de altura, de base circular que se perfila alargándose hacia arriba, realizado en tejido de vidrio envuelto en un hilo en fibra de carbono para la versión negra y en Kevlar® para la versión amarilla.
La investigación sobre el material ha iniciado con la exploración de las posibles tecnologías del rowing, que se basa en enrollar hilos alrededor de un cuerpo macizo. Se trata de una tecnología que se utiliza normalmente para fabricar cañas de pescar y remos para las embarcaciones de competición, y que Marc Sadler había utilizado ya para realizar palos de golf. Foscarini ha sido el primero en absoluto en aplicar esta técnica en el sector de la iluminación y ha patentado la invención. El tejido de vidrio se corta como un vestido, envuelto en un molde con una resina polimerizada y el hilo, y sucesivamente se cuece en el horno. De esta forma, el hilo crea una decoración original y otorga al material características sobresalientes de flexibilidad y solidez, ligereza y resistencia, y la estructura es al mismo tiempo un cuerpo portante e iluminador.
El jurado del Compasso d’Oro-ADI 2001 motivó de esta forma la asignación del premio a Mite y a la suspensión Tite:

«Innovación tecnológica en el uso de un material diseñado especialmente para ello, facilidad de mantenimiento y limpieza, ligereza y conformación caracterizan un objeto de gran sencillez y de diseño esencial por expresividad estética en la respuesta funcional».

Las lámparas Mite y Tite se conservan en el ADI Design Museum de Milán y se han incluido en la colección de diseño del Centre Pompidou de París.

2011: Mención de honor por la instalación «Infinity»

Infinity — un gigantesco caleidoscopio diseñado por Vicente García Jiménez que multiplica al infinito las imágenes de la colección Foscarini— ha acogido y fascinado a los visitantes del Fuorisalone 2009, en los espacios de Superstudio Più en Milán, haciéndoles partícipes de una extraordinaria experiencia multisensorial a base de coreografías de luz, con vídeos realizados por Massimo Gardone y músicas originales de Francesco Morosini. La instalación se seleccionó en el ADI Design Index 2010 y ha sido premiada en el 2011 con una Mención de honor en el XXII Compasso d’Oro, en reconocimiento a la comunicación tan innovadora de Foscarini.

2014: El Compasso d’Oro al proyecto editorial Inventario

Descubre Inventario

Entre libro y revista, Inventario es un proyecto editorial dirigido por Beppe Finessi, promovido y apoyado por Foscarini, que explora las mejores producciones de la creatividad internacional a través de un relato sobre el proyecto realizado desde múltiples puntos de vista.
Inventario lanza una mirada iluminada y libre a la escena del diseño, de la arquitectura y del arte. Un enfoque único e inconfundible que ha recibido el reconocimiento y ha sido premiado con el Compasso d’Oro ADI en su XIII edición, con esta motivación del jurado: «por su capacidad de sintetizar argumentos culturalmente elevados con ligereza, ilustrándolos con una fuerte identidad visual y calidad del producto editorial». Con la dirección artística de Artemio Croatto/Designwork, editado por Corraini Edizioni, Inventario se encuentra disponible en las mejores librerías de todo el mundo y se puede comprar también en línea.

«Inventario no habla de Foscarini porque hemos querido dar vida a un proyecto que fuera completamente libre y, por tanto, creíble en su autonomía. Inventario es portavoz de nuestros valores, mira hacia adelante con atención y curiosidad y con el placer de practicar los territorios de la innovación, tal como es el espíritu Foscarini».

CARLO URBINATI
/ PRESIDENTE FOSCARINI

2014: Una lluvia de reconocimientos

El compromiso y la innovación de Foscarini, laboratorio experimental y creativo en nombre de la excelencia, han sido premiados en la edición 2014 del Compasso d’Oro con múltiples reconocimientos. Además del Compasso d’Oro asignado a Inventario, en la XIII edición del prestigioso premio, Foscarini ha recibido Menciones de honor por los productos Aplomb (diseñador: Lucidi e Pevere), Behive (diseñador: Werner Aisslinger), Binic (diseñador: Ionna Vautrin), Colibrì (diseñador: Odoardo Fioravanti) y Magneto (diseñador: Giulio Iacchetti).

2020: Mención de honor para Satellight

Descubre Satellight

El jurado internacional de la XXVI edición del Premio Compasso d’Oro ADI ha otorgado la Mención de honor a la lámpara diseñada por Eugeni Quitllet. Es relevante el uso innovador del vidrio soplado y del cristal que convierte Satellight en un objeto sencillo y de lectura inmediata, pero también sin precedentes y profundo en su poética ligereza.
La lámpara tiene un diseño caracterizado por un globo luminoso suspendido que recuerda a la luna en el cielo nocturno o a una esfera de luz sujeta por una tela transparente e impalpable. El difusor, gracias al acabado satinado, aparece como una presencia matérica suspendida en la nada, incluso cuando la lámpara está apagada.

Mite es la lámpara que ha marcado el inicio de la ya histórica colaboración entre Foscarini y Marc Sadler. Se trata de un proyecto que subvierte los esquemas satisfaciendo los que el diseñador define «picos de irracionalidad», la actitud que permite explorar todas las potencialidades de un material y de una tecnología.

Mite recibió en el 2001 el premio Compasso d’Oro ADI, el premio mundial de diseño más acreditado, junto con la versión de suspensión Tite. Han pasado veinte años desde entonces, y creemos que este evento, al igual que el icónico y atemporal carácter de Mite, merece una celebración apropiada.
Como resultado de ello nació Mite Anniversario, que hace evolucionar el concepto original de Mite a través de ulteriores experimentaciones y variaciones. En esta importante ocasión hemos entrevistado a Marc Sadler y hemos mantenido una interesante conversación sobre Mite, Tite y el diseño relacionado con la iluminación.

 

¿CÓMO HA INICIADO LA COLABORACIÓN CON FOSCARINI PARA LA LÁMPARA MITE?

MS — «Conocí a Foscarini en un periodo en el que vivía en Venecia y Mite fue el primer proyecto que desarrollamos juntos. Para mí Foscarini era una pequeña empresa que trabajaba el vidrio y era una realidad lejana de lo que yo hacía. Un día conocí por casualidad, en un vaporetto, a uno de los socios. Charlamos sobre nuestro trabajo y lo que hacíamos, y me habló de un tema sobre el que estaba reflexionando. Me pidió que pensara en un proyecto que tuviera el sabor incierto del vidrio —ese aspecto artesanal que es imposible de controlar y que consigue que cada objeto tenga su personalidad— pero que se pudiera fabricar a nivel industrial, con una visión más integrada. Al separarnos nos despedimos y le prometí que lo pensaría».

 

¿CUÁL HA SIDO LA IDEA PRINCIPAL QUE HA DADO PASO A ESTE PROYECTO?

MS — «Iba de camino a Taiwán para un proyecto de raquetas de tenis y palos de golf para una empresa que trabajaba la fibra de vidrio y la fibra de carbono. Es un mundo en el que los productos se fabrican en grandes números, no con pocos ejemplares. La raqueta, cuando se fabrica, cuando sale de los moldes es preciosa, pero luego, las personas que la trabajan empiezan a limpiarla, a pulirla, a pintarla, a cubrirla con diversos elementos gráficos y así, poco a poco, va perdiendo parte del encanto de la fase de producción. Al final tienes un objeto cargado de elementos gráficos que esconden su auténtica estructura. El producto final, para mí, es siempre menos interesante que el producto en la fase inicial. Para mi trabajo de diseñador prefiero el producto bruto, antes de los acabados, cuando todavía es un objeto « mítico», precioso, porque la materia vibra. Mirando estas piezas a contraluz se ven precisamente las fibras, y he notado que la atraviesa la materia. Cogí unos cuantas de estas muestras y me las llevé a Venecia. Al volver, llamé enseguida a Foscarini y les expliqué que estaba pensando en una manera de utilizar este material. Aunque la fibra de vidrio, realizada con pedazos de material presenta límites e incertidumbres en la elaboración, yo pensaba en un objeto para fabricar a nivel industrial. Proponerlo a Foscarini era casi como una apuesta, porque se necesitaban grandes cantidades de producción para justificar su uso, y no era un material muy versátil y adaptable. Pero si hubiéramos conseguido mantenerlo en ese fascinante estado matérico, habría sido una ocasión perfecta para aplicarlo a un proyecto de iluminación».

¿CÓMO FUE LA FASE DE INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO?

MS — «Nos pusimos en contacto con muchos proveedores que utilizaban los mismos materiales y las mismas técnicas para fabricar cubas de vino o equipos deportivos, pero lamentablemente no estaban dispuestos a colaborar para esta investigación experimental. Sin embargo, seguimos buscando sin desanimarnos hasta que encontramos a un empresario que también trabajaba este material para sus investigaciones personales (se había construido un ala delta motorizado). Se entusiasmó con el proyecto y ofreció enseguida su disponibilidad. Tenía una empresa que fabricaba cañas de pescar extraordinarias y muy especiales, pero decidió lanzarse con nosotros en el mundo de la luz. Nos mandaba muestras de pruebas que hacía de forma autónoma, pidiéndonos nuestra opinión sobre nuevas resinas y nuevos hilos. El diseño está formado por personas que actúan e interactúan juntas. Se trata de una magia completamente italiana. A menudo, en empresas del resto del mundo, esperan la llegada del diseñador que, como un superhéroe, entregue todo ya listo, llaves en mano. Pero no funciona así, para crear proyectos realmente innovadores es necesario poder intercambiar ideas para encontrar los problemas y resolverlos juntos. Me gusta trabajar así».

 

¿SE DESARROLLARON MODELOS Y PROTOTIPOS DE ESTUDIO?

MS — «El primer modelo estaba hecho con un molde cerrado tradicional, y luego pensamos probar otra técnica, el «rowing», que se basa en enrollar hilos alrededor de un cuerpo macizo. Observando los hilos que se podían utilizar, encontré madejas que se consideraban defectuosas, en las que el hilo no era perfectamente lineal y vibraba un poco. Este tipo de hilo se convirtió luego en el hilo utilizado en la producción final. Las fibras no son todas regulares, y nosotros quisimos valorizar este «defecto» que lo ha transformado en una calidad siempre única. Queríamos despojarnos del sentido del tecnicismo y queríamos aportar el valor de las habilidades manuales y un cálido sabor material, como se sabe hacer en Italia. En uno de los primeros prototipos había truncado la parte superior con un corte de 45 grados introduciendo un faro de automóvil. Actualmente me parece inquietante ver ese primer prototipo, pero es absolutamente normal, porque representa el inicio de una investigación larga. Para llegar a un producto sencillo es necesario trabajar mucho. Al inicio mi huella era demasiado fuerte, casi violenta. Foscarini ha conseguido mediarla, y con razón, esto es el diseño. Es el equilibrio justo entre las partes en juego para hacer juntos una obra común. Solo trabajando con Foscarini, que sabe tratar la luz, que sabe dar ese sabor a las transparencias y ese calor a la materialidad, hemos conseguido que el producto alcanzase una proporción justa y adquiriera autenticidad. Hemos conseguido obtener un objeto mucho más neto, limpio, en el que lo más importante es la luz que produce, la transparencia del cuerpo y la vibración que se visualiza en el diseño. No un objeto que grita, sino un elemento delicado que entra en las casas».

 

¿CUÁLES SON LOS DESAFÍOS ESPECÍFICOS DE UN PROYECTO CON LA LUZ?

MS — «Después de esta lámpara y después de este acercamiento a los materiales compuestos, me encontré un poco con la etiqueta del diseñador que hace lámparas con materiales sofisticados. Esto no me molesta, al contrario, es lo que junto con Foscarini nos gusta hacer. Por lo tanto, si actualmente encuentro en mis investigaciones algo interesante o que no se ha utilizado todavía para el mundo de la luz, Foscarini es la empresa con la que podría disponer de mayor potencial para desarrollar algo original e innovador».

 

¿CUÁLES SON LOS ASPECTOS MÁS SIGNIFICATIVOS DE LA TECNOLOGÍA LUMINOSA UTILIZADOS PARA ESTE PROYECTO?

MS — «En 20 años, la tecnología luminosa ha evolucionado mucho y ahora utilizamos el LED. Respecto a la tecnología del pasado, es un poco como pensar en la diferencia que existe entre un motor de inyección electrónica y uno con carburador. Con el carburador también se podían obtener resultados óptimos, pero se necesitaba un genio que supiera escuchar el motor y que luego fuera capaz de regular todo manualmente. Para Mite ha sido un poco lo mismo. En la primera versión habíamos puesto una bombilla bastante larga colocada a una cierta altura. Para cerrar el tronco, moldeamos una plancha circular de metal cromado con algunos ángulos que experimentamos con diversas inclinaciones, para reflejar la luz directa hacia arriba, pero también para que la luz bajara por el cuerpo de la lámpara, lamiera el material y pudiera iluminarlo desde detrás. Evidentemente, esta tecnología limitaba la libertad de acción, mientras actualmente, con los LED, podemos desplazar el efecto luminoso exactamente hasta donde queremos».

 

¿CÓMO HA CAMBIADO EL TRABAJO DE DISEÑADOR EN ESTOS PRIMEROS VEINTE AÑOS DEL NUEVO MILENIO?

MS — «Actualmente estoy feliz con mi trabajo porque me parece estar en la década de los 70, cuando el empresario contaba mucho y planteaba sus intenciones claramente, con objetivos, un programa de plazos, el dinero necesario y —sabiendo que había trabajado bien hasta ese punto— tenía la intención de ir hasta donde no había ido nunca. Quizás es debido a este periodo muy duro de la pandemia, quizás es debido a que cada vez me cuesta más trabajar con las grandes empresas multinacionales u orientales, pero creo que ha llegado de nuevo el momento de ponerse a trabajar directamente con los empresarios en primera persona».

¿CUÁL ES LA IMPORTANCIA DE LA «TRANSFERENCIA TECNOLÓGICA» EN LAS INVESTIGACIONES DE DISEÑO?

MS — «Es fundamental. Mi trabajo se podría ver como el principio de los vasos comunicantes. Cojo una cosa de una parte, la «tiro» y la llevo a otra parte para ver lo que sucede. Lo he hecho siempre, durante toda la vida. En mi estudio hay un despacho donde, con mis manos, puedo construir o reparar cualquier cosa, y esto me ayuda mucho. No es el concepto de saber dónde está el «sky’s limit», pero pienso mucho antes de decir que no a algo, porque a menudo ya existen soluciones en otras partes y, por lo tanto, es suficiente entender cómo transferirlas».

 

ESTA LÁMPARA ESTÁ HECHA CON UN «TEJIDO» (TECNOLÓGICO) AUTOPORTANTE. ¿QUÉ IDEA RELACIONA EL TEJIDO CON EL DISEÑO DE LA LUZ?

MS — «En Mite la importancia del tejido viene dada por la ventaja de poder tener una textura que hace vibrar la luz cuando pasa por el cuerpo y no fue fácil encontrar el tejido adecuado. Pero con el tejido, en sus infinitas variables, se pueden hacer siempre cosas maravillosas con la luz y, en efecto, con Foscarini seguimos experimentando y desarrollando nuevos proyectos».

 

¿QUÉ SIGNIFICA EL NOMBRE MITE Y SU VARIANTE DE SUSPENSIÓN TITE?

MS — «El nombre deriva de un juego verbal en francés, que me había enseñado mi madre cuando era pequeño, para recordar la diferencia entre las formaciones calcáreas en las cavernas, divididas en las que suben desde abajo, las estalagmitas, y las que bajan desde arriba, las estalactitas. De ahí la idea del nombre. Aunque inicialmente pensaba en la lógica de la forma que se reduce alejándose del suelo o del techo —y por tanto los nombres de las dos lámparas deberían estar invertidas— esta lógica funciona bien en cualquier caso también por asonancia tipológica, es decir, la (estalag)MITE se apoya en el suelo y la (estalac)TITE cuelga del techo».

Era el 1990 cuando Foscarini presentó una lámpara de vidrio soplado, caracterizada por la combinación con un trípode de aluminio, resultado del encuentro con el diseñador Rodolfo Dordoni, que reinterpretaba con un nuevo espíritu la clásica pantalla. Esa lámpara se llamaba Lumiere.

Descubre Lumiere

¿Cuándo y cómo nació el proyecto Lumiere (la chispa, quiénes fueron los actores iniciales, los impulsores)?

Estamos hablando de hace bastantes años y, por lo tanto, recordar quienes fueron los actores precisa un esfuerzo de memoria que a mi edad quizás ya no es tan sencillo.
Lo que si puedo decir es el contexto en el que nació Lumiere. Era un periodo en el que había empezado a trabajar con Foscarini en una especie de cambio de la empresa. Me habían llamado para una dirección general, que podía ser una especie de dirección artística de la nueva colección, porque su intención era cambiar la configuración de la empresa.
Foscarini era una empresa pseudomuranesa, es decir, que residía en Murano, pero que tenía una mentalidad que no era exclusivamente muranesa. Empezamos a trabajar sobre este concepto, el de conservar la identidad de la empresa (la identidad de las raíces de la empresa, es decir, Murano-vidrio), pero alejándonos de la posición de las demás empresas de Murano (es decir, fábrica de vidrio-vidrio soplado) intentando añadir al producto detalles tecnológicos que lo caracterizaran y convirtieran a Foscarini en una empresa más de «iluminación» que de «vidrio soplado». En aquella época, este concepto era la línea guía para la Foscarini del futuro.

 

¿Donde nació Lumiere? ¿Que llevó a su forma-función (las restricciones proyectuales, los materiales como vidrio soplado y aluminio)?

Basándonos en las líneas guía de las que acabo de hablar, empezamos a imaginar y diseñar productos durante los encuentros. En uno de esos encuentros, creo que estábamos todavía en la antigua sede de Murano, hice un esbozo sobre un papel, un diseño realmente pequeño sobre una hoja de papel de 2×4 cm, este sombrero de vidrio con un trípode, para que se entendiera la idea de asociar vidrio y fusión, porque en aquella época la fusión de aluminio era un argumento muy contemporáneo, nuevo.
Así pues, la idea de este pequeño trípode con la fusión y el vidrio expresaba, más que el diseño de una lámpara, un concepto más general: «cómo colocar juntos dos elementos que fueran la característica de los futuros productos de la empresa». Esta fue, en la práctica, la intuición.

 

¿Un momento que recuerda, más que otros, cuando se habla de Lumiere (un encuentro con el cliente, una prueba en la empresa, el primer prototipo)?

Pues, seguramente el momento en el que Alessandro Vecchiato y Carlo Urbinati prestaron atención a mi esbozo, por la intuición. Recuerdo que Sandro echó una hojeada al diseño y dijo: «Me gusta, deberíamos hacerla». En ese esbozo vieron enseguida el producto. Y yo también pensaba que ese diseño podía convertirse en un auténtico producto. De allí nació Lumiere.

 

Vivimos en una sociedad en la que impera el «usar y tirar». ¿Qué se siente al haber diseñado algo que tiene éxito desde hace 25 años?

Eran claramente momentos distintos. Primero, cuando se diseñaba, las consideraciones que las empresas hacían eran también en términos de inversión, y de su amortización en el tiempo. Por tanto, las cosas que se diseñaban se pensaban más.
Ahora no es que hayan cambiado las empresas, ha cambiado el mercado, ha cambiado la actitud del consumidor, que se ha vuelto más «voluble». El consumidor actual está acostumbrado por otros sectores de mercado (véase moda y tecnología) a no desear cosas «duraderas». Así que las expectativas que las empresas tienen sobre el producto son seguramente más breves. Cuando sucede que un producto (como Lumiere) vive durante tanto tiempo en términos de ventas, significa que es autosuficiente. Es decir, que se trata de un producto que no ha seguido necesariamente las tendencias, el momento. Y precisamente por ello, en cierta manera, atrae. Y estimula placer. Tanto en quien lo compra como en quien lo ha diseñado.
¡Personalmente me complace que Lumiere represente una «huella» que todavía se reconoce y sigue siendo atractiva!

 

¿De qué forma este contexto ha «dejado una huella», si lo ha hecho, sobre la piel y en la mente de Rodolfo Dordoni, hombre y arquitecto?

Pienso en dos momentos importantes que han marcado mi trabajo. El primero es el encuentro con Giulio Cappellini, que fue mi compañero en la universidad, Luego fui yo su compañero de trabajo, porque al acabar la universidad me pidió que trabajara con él en la empresa. Gracias a este encuentro pude conocer el mundo del diseño «desde dentro». Durante 10 años trabajé y conocí el sector de la decoración en todos sus aspectos. Así pues, mi configuración es la de quién conoce «en la práctica» toda la cadena de producción del producto diseño.
Esto lleva directamente al segundo de mis momentos importantes.
Gracias a esta «práctica», a este conocimiento directo, cuando las empresas se dirigen a mí saben que no están pidiendo solo un producto, sino un razonamiento. Y a menudo sucede que este razonamiento lleve a construir con las empresas relaciones que se convierten en intercambios largos, en conversaciones largas. Esta charlas ayudan a conocer a la empresa. Y el conocimiento de la empresa es una parte fundamental en el análisis del proyecto. Me gusta trabajar, y en esto estoy un poco mimado, con personas con las que comparto una especie de similitud de intenciones y de objetivos a alcanzar. De esta forma se tiene la posibilidad de crecer juntos.

 

Década de los 90: «googlando» aparecen las Spice Girls, los Take That y el Jovanotti de «È qui la festa?», pero también «Nevermind» de los Nirvana y la pieza de los Underworld que hacía de columna sonora de la película lm Trainspotting, «Born Slippy». ¿Si piensa en su década de los 90, qué le viene a la mente?

La década de los noventa fue para mí el inicio de una progresiva incomprensión tecnológica. Es decir, que todo lo que sucedió desde el LP musical en adelante, tecnológicamente hablando, yo empecé a no entenderlo. Muchas veces he pensado que, cuando era un muchacho, criticaba a menudo a mi padre porque lo consideraba tecnológicamente inadecuado. Pues bien, su ser inadecuado respecto a mí era mínimo, si pienso en mi «insuficiencia tecnológica» respecto a mis nietos, por ejemplo. ¡Digamos que en la década de los noventa inició mi «aislamiento tecnológico»!

 

¿Que ha permanecido invariable para Rodolfo Dordoni diseñador?

El diseño. El esbozo. El rasgo.

La colección de autor ‘The Light Bulb Series’, creada a partir de la colaboración entre Foscarini y James Wines / SITE es la protagonista de la instalación «REVERSE ROOM», presentada durante la Milano Design Week 2018 en el Foscarini Spazio Brera. Se trata de una «caja negra» volcada e inclinada que invierte la percepción del espacio y cuestiona nuestra respuesta al ambiente y a las convenciones.

Formada por algunas piezas seleccionadas atentamente, de tirada limitada y numerada, «The Light Bulb Series» es una colección de autor, preciosa por la historia que cuenta y el pensamiento que transmite. Parte de una reflexión sobre la bombilla como arquetipo, con su típica forma de bulbo, nacida de la función y condicionada por la tecnología disponible en aquella época, pero que ha permanecido tal en los decenios, a pesar de que la evolución técnica permita adoptar actualmente cualquier forma que se desee.
Wines declina esta reflexión, con exploraciones que se mueven alrededor de los temas principales que han guiado su investigación arquitectónica, basada en la respuesta en el ambiente circundante y en una acción sobre él. Son la inversión, la disolución, la naturaleza, todos esos estados de «defecto arquitectónico» que permiten pensar de nuevo la realidad, dándole forma y disolviendo, al mismo tiempo, los límites.

Todas las piezas que componen la serie se presentan en el Foscarini Spazio Brera en «Reverso Room», una instalación especial firmada por el mismo James Wines con la hija Susan Wines, diseñada para destacar las características de inversión surrealista de estas variaciones sobre el tema. En una habitación de paredes oscuras, volcada e inclinada, con mesas y sillas monocolor, las lámparas de suspensión se asoman desde el suelo, mientras las de mesa lo hacen desde el techo, cuestionando nuestra percepción de los espacios y nuestra respuesta a los estímulos ambientales y a las convenciones.

«Esta serie nace de la idea de trastornar el diseño clásico de las bombillas de incandescencia, una idea que propone una reflexión crítica sobre las formas para nada icónicas de las modernas lámparas de LED. El concepto, realizado por Foscarini, nace de un trabajo sobre la identificación espontánea por parte de las personas con formas y funciones de objetos comunes. En este caso, las bombillas se funden, evolucionan, se agrietan, se rompen, se queman, invirtiendo así cualquier expectativa».

JAMES WINES
/ ARQUITECTO Y DISEÑADOR

La historia de la colaboración entre Foscarini y James Wines se desarrolla a lo largo de casi treinta años, a través de algunas etapas significativas, en una convergencia natural de sus respectivas poéticas. Las raíces de esta relación se remontan al 1991, con «Table Light / Wall light», la primera obra realizada por Foscarini con el grupo SITE de Wines, para las áreas culturales de la muestra de Verona «Abitare il tempo», organizadas en aquellos años por Marva Griffin. Varios años después, los caminos de Foscarini y de SITE se cruzaron de nuevo gracias a un amplio artículo monográfico sobre Inventario (revista-libro dirigida por Beppe Finessi, promovida y sostenida por Foscarini), escrito por Michele Calzavara y dedicado a los trabajos del grupo. De aquí nace la voluntad de Foscarini de retomar el proyecto, transformándolo en una pequeña colección en serie, compuesta por lámparas y objetos.

«Es siempre un privilegio, para una empresa basada en el proyecto, unir la propia historia con el recorrido conceptual y artístico de creativos que le son intrínsecamente afines. Esto es lo que sucede con Foscarini y James Wines».

CARLO URBINATI
/ PRESIDENTE FOSCARINI

“The Light Bulb Series” es una colección de autor que nace de una reflexión sobre la bombilla como arquetipo, con su típica forma de bulbo, presentada en varias provocaciones sorprendentes.

“Una idea que sugiere una reflexión crítica sobre las formas absolutamente no icónicas de lámparas modernas a LED“. James Wines expresa esta reflexión basándose en los temas principales que han caracterizado su investigación arquitectónica. Se trata de la inversión, del derretimiento, de la naturaleza, todos esos estados de “defecto arquitectónico” que permiten replantearse la realidad, darle forma y, al mismo tiempo, disolver las fronteras. Una tensión hacia la experimentación, mejorarse pero también diversificarse, concepto que desde siempre anima a Foscarini también.

Ediciones cuidadosamente numeradas; The Light Bulb Series incluye cinco interpretaciones diferentes de este icono luminoso. La colección está acompañada de una monografía sobre el trabajo del estudio SITE, que nos anima a pensar en un mundo de diseño y, por lo tanto, de posibilidad, en el que siempre podemos imaginar arrojar luz de una manera diferente.

/ Black Light
Un hilo y un portalámpara que emana luz, mientras la bombilla sigue siendo negra y “oscura”, una inversión pura de las funciones y de las partes.

/ Candle Light
Vela y bombilla: un cortocircuito entre formas y efectos distintos de hacer luz, dos historias luminotécnicas de llama y de tungsteno que se unen y forman un nuevo objeto ambiguo y extravagante.

/ Melting Light
Como durante una fusión, un bulbo se inmortaliza en un fotograma intermedio entre forma y licuefacción, permanece suspendido en una capa transitoria, se convierte en el icono evanescente de un fantasma.

/ Plant Light
Un bulbo, cubierto por naturaleza, guijarros y tierra, puede desaparecer como lámpara y transformarse en terrario, o bien en bulbomaceta para la planta que lo coloniza.

/ White Light
Es la matriz, el icono de base todavía intacto, un objeto que se ha convertido en el arquetipo de la iluminación.

Todas las interpretaciones que componen la serie se presentan en Foscarini «Reverse Room», una instalación especial firmada por James Wines con su hija Susan Wines, para resaltar las características de inversión surrealistas de estas variaciones sobre el tema.

Descubre más sobre la instalación Reverse Room

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