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Bennet Pimpinella lleva su arte cinematográfico al proyecto What’s in a Lamp? y, utilizando la técnica del arañado sobre la película, convierte las lámparas de Foscarini en símbolos de emociones y recuerdos, en escenas íntimas con una atmósfera surrealista y underground.

Descubre más sobre “What’s in a Lamp?”

Bennet Pimpinella no es ajeno a la experimentación. Nacido en 1977 y formado en cine en la Academia de L’Aquila, Pimpinella ha pasado su carrera desdibujando los límites entre lo analógico y lo digital, siempre en busca de redefinir la relación entre luz e imagen. Su estilo es inconfundible: un lenguaje visual que mezcla investigación, artesanía y un profundo vínculo con el medio cinematográfico. La técnica del arañado en la película es su sello distintivo, una marca que encapsula todo el proceso creativo con su intensidad, sus imperfecciones y ese trazo vigoroso e instintivo que surge del contacto directo con la celuloide. Sus obras destacan por una estética cruda, cargada de energía y sensibilidad, que arrastra al espectador hacia un universo lleno de emociones intensas, reflejo del sentir del autor en el momento de la creación artística.

En su colaboración con Foscarini para el proyecto What’s in a Lamp?, Pimpinella lleva su habilidad para manipular la película a un nuevo nivel, haciendo de la luz la protagonista absoluta de sus obras.

“Cada una de las seis películas producidas para Foscarini es única, pero todas están unidas por una atmósfera íntima y afectiva. Las lámparas de Foscarini se integran en este relato, convirtiéndose en símbolos de emociones y recuerdos, parte integral de una narración silenciosa pero profunda. Quise fusionar la materialidad de la película arañada y coloreada con lo surrealista, creando un diálogo entre luz y sombra que cuenta historias silenciosas pero poderosas.”

Bennet Pimpinella
/ Artista y director

La banda sonora, realizada con el compositor Carmine Calia, no se limita a seguir las imágenes, sino que las moldea y las enriquece con significados. La luz y las formas en las obras de Pimpinella adquieren así una nueva dimensión emocional, amplificadas por la música, creando una conexión intensa con el espectador.

Descubre más sobre la colaboración con Bennet Pimpinella y la serie completa en el canal de Instagram @foscarinilamps, y explora todas las obras del proyecto What’s in a Lamp?, donde artistas internacionales son invitados a interpretar la luz y las lámparas de Foscarini.

Cuéntanos algo sobre ti: ¿siempre supiste que querías ser artista? ¿Cómo comenzó tu viaje en el mundo del cine y la experimentación artística?

Nunca imaginé que podría vivir como artista, a pesar de haber crecido en un ambiente impregnado de arte. Mi padre, pintor y escultor, y mi madre, retratista, siempre me transmitieron la pasión por el dibujo y la pintura, pero para mí era una dimensión íntima, algo que formaba parte de la cotidianidad sin pensar que podría convertirse en mi camino de vida. Después de una experiencia escolar como topógrafo, que sentía que reprimía mis inclinaciones, decidí inscribirme en la Academia Internacional de Ciencias y Artes de la Imagen. Fue un cambio radical: me sumergí en un mundo completamente nuevo, el del cine, descubriendo una forma expresiva que transformó mi visión del arte. No más estática, sino en movimiento. Tuve la suerte de encontrar grandes maestros, entre ellos Vittorio Storaro, una figura fundamental en mi trayectoria. Después de la Academia, tuve el honor de formar parte de su equipo durante diez años, una experiencia que me formó profundamente. Mi papel era el de asistente de operador y mi tarea era cargar y descargar la película en las cámaras de 35mm. Fue ahí donde aprendí tanto a manejar como a cuidar la película. En ese período encontré mi espacio, aprendiendo los fundamentos de la técnica y la estética cinematográfica. Esos años fueron una escuela de disciplina, técnica y, sobre todo, de amor por la búsqueda de la belleza en la imagen. Aún hoy, llevo conmigo esas enseñanzas y estoy agradecido al Maestro Storaro y a todo el equipo por haberme transmitido una pasión que continúa guiándome cada día.

 

¿Qué te motiva a crear y de dónde nace tu inspiración: de la curiosidad, de la búsqueda de significado o de la expresión visual pura?

Crear es mi forma de expresarme, como para otros puede ser escribir, tocar o cantar. Para mí es algo natural, casi instintivo, es una necesidad, un alivio para cada uno de mis desasosiegos internos. Mi técnica y mi trabajo se convierten en el medio para elaborar lo que vivo y siento.

Mi enfoque es fundamentalmente experimental: parto de un gesto, de una señal, buscando cada vez algo nuevo, pero al mismo tiempo reconocible. Mi inspiración no tiene una única fuente; me nutro de todo lo que me rodea y atraviesa mis sentidos. Puede ser el azul del mar, un día gris, una noticia de actualidad, la pérdida de un ser querido o una melodía que me atrapa. Cada experiencia, cada emoción, se transforma en una señal, en una forma. Podría continuar indefinidamente, porque todo lo que me impacta tiene el potencial de convertirse en parte de mi proceso creativo.

 

Tu cine es sorprendente y único. ¿Cómo describirías tu estilo y cómo has desarrollado esta estética distintiva?

Durante mi tiempo en la Academia, exploré todas las formas de narración cinematográfica, hasta que realicé mi primer trabajo de animación en stop motion. Ese primer proyecto encendió en mí una chispa, empujándome a sumergirme completamente en el mundo de la animación. Compré libros, estudié técnicas y experimenté, buscando replicar métodos innovadores: desde la pantalla de alfileres de Alexandre Alexeïeff, hasta el vidrio retroiluminado, pasando por el motion painting de Oskar Fischinger y el stop motion de Jan Švankmajer. Cada nuevo descubrimiento alimentaba mi curiosidad.

El cambio decisivo llegó con el descubrimiento del cine directo, sin cámara, de Stan Brakhage. A partir de ese momento, comencé a experimentar con el Super 8, arañando, coloreando e interviniendo directamente sobre la película. El momento más mágico para mí era la proyección: usar un proyector casero, sentir el ruido mecánico del motor arrastrando la película, el olor de las cintas, el polvo danzando en la luz de la lámpara… Fue una experiencia que cautivó mi alma. Recuerdo aún la primera vez que proyecté uno de mis trabajos: supe de inmediato que esa técnica se convertiría en mi lenguaje.

Ahora, después de 25 años, sigo experimentando la misma emoción, el mismo sentido de asombro cada vez que se enciende la luz y la imagen cobra vida. Mi estilo nace de esta entrelazado entre experimentación, artesanía y un profundo vínculo con el medio físico del cine, que sigue siendo la base de todo lo que creo.

Has encontrado un equilibrio entre lo analógico y lo digital, pero tu trabajo siempre comienza con la película. ¿Qué proceso sigues para crear tus videoclips? Nos gustaría mucho entender cuál es tu técnica, las herramientas que utilizas y tu método de trabajo.

Cada proyecto comienza con una elección fundamental: el soporte. Decido si filmar material nuevo y, una vez desarrollado, obtener el positivo sobre el que rayar e intervenir, o si trabajar con la técnica del found footage, utilizando películas existentes para manipular. La elección de la película es crucial y depende del tipo de trabajo que estoy realizando. Existen muchas variables: el formato, las perforaciones, el hecho de que la película ya esté impresa o no expuesta. También la marca y la edad de la emulsión son importantes, ya que influyen en el tipo de rascado que se obtendrá, en términos de color, profundidad y línea. Cada detalle cuenta en la creación del resultado final. Una vez seleccionada la película, comienza el verdadero trabajo, que requiere una inmensa dosis de paciencia y dedicación. Es un proceso que te obliga a aislarte, como si el tiempo se detuviera. Para un solo minuto de animación puede llevarse semanas. La meticulosidad es esencial.

En mi cine directo utilizo una amplia gama de técnicas, y cada signo tiene su herramienta dedicada. Para rayar la película, por ejemplo, uso punzones, agujas, kits de dentista, fresadoras eléctricas y Dremel. Pero no se trata solo de rayar: corto, pego y pinto utilizando todo tipo de material disponible. Los colores varían desde pigmentos para vidrio, hasta tintas a base de agua, pasando por colores indelebles. Mi objetivo siempre es aprovechar al máximo lo que el mercado ofrece, manteniendo la creatividad en el centro del proceso.

Un elemento importante de mi trabajo es la colección de transferibles que he acumulado durante los últimos veinte años. Tengo de todo tipo y marca, lo que me permite explorar infinitas posibilidades creativas al intervenir en la película. Cada detalle de mi trabajo nace de una combinación de técnica, experimentación y la voluntad de siempre empujar un poco más allá los límites del material.

 

¿Cómo nació la colaboración con Foscarini? ¿Qué te motivó en este trabajo?

Cuando Foscarini me propuso colaborar, no lo dudé ni un segundo. Recuerdo aún el entusiasmo con el que dije inmediatamente que sí. Ser elegido por una marca que admiro, y al mismo tiempo tener la libertad creativa completa, fue un fuerte estímulo para mí. Vi la oportunidad de explorar nuevas ideas, buscando crear algo que estuviera en sintonía con su mundo, pero que al mismo tiempo llevara mi impronta personal.

Cada vez que se me concede carta blanca, siento que me empuja a superarme, a experimentar y a buscar soluciones visuales que sean sorprendentes y capaces de transmitir emociones. Quería crear una atmósfera que reflejara la esencia de Foscarini, pero que al mismo tiempo llevara un toque único e inesperado, capaz de emocionar tanto a mí como al público. Este tipo de desafío, unir mi visión con la suya, ha sido el motor principal de este proyecto.

 

En el proyecto “What’s in a lamp?” de Foscarini, has transformado fragmentos de una película rayando la película, añadiendo colores y convirtiendo las lámparas Foscarini en parte de la escena de manera surrealista y underground. ¿Podrías contarnos sobre la inspiración y el significado que te guiaron en la creación de esta serie?

Para el proyecto “What’s in a lamp?”, busqué crear una conexión profunda entre la luz y la vida. Cuando comencé a imaginar el proyecto, hice un gesto simple pero simbólico: apagué todas las luces de casa. Luego, una a una, comencé a encenderlas, buscando esa atmósfera perfecta que pudiera abrir un camino creativo. La luz se convirtió en mi guía, y de ahí nació la inspiración para los seis minifilms que creé.

Cada película es única, distinta en color y técnica, pero todas están unidas por una atmósfera íntima y afectiva. Quería contar algo que fuera universal, donde la luz no solo fuera un elemento físico, sino el protagonista mismo: un reflejo de la vida de cada uno de nosotros. Las lámparas Foscarini se convirtieron en parte integral de esta narración, transformándose en símbolos de emociones, recuerdos y momentos de vida vivida. Quería fusionar la materialidad de la película rayada y coloreada con lo surrealista, creando un diálogo entre luz y sombra que contara historias silenciosas pero poderosas.

 

¿Hay alguna película de la serie que prefieras o que por alguna razón te sea más querida?

No tengo una película favorita en sentido absoluto, pero hay una escena que me es particularmente querida: la toma inicial de Spokes. En ese momento se concentra toda la intimidad y el calor que solo un abrazo puede transmitir. El resplandor anaranjado emitido por la lámpara Spokes invade suavemente la habitación, envolviendo a los protagonistas en una luz que no es solo física, sino emocional. Es como si esa luz se ocupase de ellos, protegiéndolos de la oscuridad circundante. Es una escena que habla de conexión, de protección, de ese calor humano que va más allá de las palabras, y es eso lo que la hace tan especial para mí.

 

Los rasguños en la película expresan toda la pasión y la intensidad con la que vives tu arte. ¿Cómo se refleja tu individualidad en tus trabajos? ¿Tienes un ritual cuando creas tus obras?

Los rasguños en la película son, para mí, como una firma, una huella que encierra todo el proceso creativo con su intensidad, sus imperfecciones, y ese trazo vigoroso e instintivo que nace del contacto directo con la celuloide. Cada rasguño, cada signo es un reflejo de un momento preciso de mi vida y de mi estado de ánimo en ese instante. Es como si la película misma llevara consigo una parte de mí, de mi experiencia. No sigo un ritual rígido cuando creo, pero me dejo llevar mucho por el instinto y el flujo del momento. Sin embargo, tengo pequeñas costumbres que me ayudan a entrar en el estado mental adecuado. Busco la soledad, escucho música que me inspira y me sumerjo en un tipo de luz que pueda crear la atmósfera ideal para el viaje que estoy a punto de emprender. Cada creación es un viaje interior, y estas costumbres me ayudan a sintonizarme con las emociones que deseo hacer emerger en mi trabajo.

 

¿Cuál es el papel de la luz en tu arte?

La luz es el corazón palpitante de mi trabajo; sin ella todo permanecería invisible. Es la luz la que da vida a las marcas grabadas en la película, revelando formas, colores, movimientos y emociones. A través de la luz, lo que está oculto en la materia emerge, transformándose en imagen y convirtiéndose en narración. Es un elemento esencial, un puente entre mi gesto creativo y la mirada del espectador. Es la luz la que completa la obra, haciendo visible lo que de otro modo quedaría atrapado en la película.

 

¿Qué importancia tiene la música en tu videoarte, y en particular en la serie “What’s in a lamp?”?

En la serie “What’s in a lamp?”, le pedí al compositor Carmine Calia que se sumergiera en este viaje conmigo. El Maestro Calia creó una banda sonora inolvidable, capaz de convertirse en un verdadero personaje dentro de la narración. Su música no solo acompaña las imágenes, sino que las influye profundamente, dando forma al ritmo de la historia y enriqueciéndola con significados simbólicos. De esta manera, la luz y las formas presentes en la escena adquieren una nueva profundidad emocional. La música se convierte así en un componente esencial, capaz de crear una conexión intensa con el espectador, amplificando las sensaciones y los temas que quiero expresar.

 

¿Tienes artistas de referencia, maestros o influencias significativas en la formación de tu visión artística?

Creo que mi mayor influencia proviene de mi padre. Desde niño, crecí observándolo pintar, y cada vez que hablaba de su arte, sus ojos se iluminaban. Esto me llenaba de alegría y ha instilado en mí un profundo amor por la creatividad. De adulto, sin embargo, tuve la suerte de trabajar con el maestro del cine italiano, Vittorio Storaro. Verlo en acción fue una de las experiencias más extraordinarias de mi vida. De él aprendí la importancia de buscar la belleza en la imagen, una lección que ha moldeado profundamente mi trayectoria artística.

 

¿Cómo cultivas tu creatividad?

Cultivo mi creatividad a través de un constante proceso de experimentación, viviendo como un ermitaño en casa, como si fuera mi guarida. Añadir continuamente algo a la técnica o incluso quitarlo es lo que me impulsa a buscar algo diferente, pero siempre tratando de mantener un signo seguro e inimitable. Este deseo de evolución y búsqueda constante es el motor que me impulsa a cultivar mi trabajo.

 

¿Cómo definirías la creatividad? ¿Qué significa para ti ser creativo?

Para mí, la creatividad es libertad. Es ese flujo continuo que me permite ver el mundo desde diferentes perspectivas y expresarme de maneras únicas, siempre buscando superar mis límites.

Descubre más sobre la colaboración con Bennet Pimpinella y la serie completa en el canal de Instagram @foscarinilamps, y explora todas las obras del proyecto What’s in a Lamp?, donde artistas internacionales son invitados a interpretar la luz y las lámparas de Foscarini.

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En el marco de la Milano Design Week 2024, una instalación de vídeo de Francesco Meneghini presenta la nueva versión SPOKES AMBIENT de la lámpara diseñada por Garcia/Cumini.

Un túnel escenográfico que atrapa la mirada, una coreografía de video, música y luz destaca la innovadora característica de Spokes Ambient en comparación con el proyecto original: la gestión personal del efecto luminoso. Gracias a las dos fuentes LED independientes y regulables, ahora es posible modular la iluminación según las necesidades y preferencias personales: la fuente dirigida hacia arriba ilumina el entorno con luz reflejada, mientras que la dirigida hacia abajo ilumina la superficie de trabajo. Volúmenes ligeros que contienen la luz y proyectan un caleidoscopio de luces y sombras.

“Observamos un flujo de paisajes que desafían lo ordinario, una secuencia de escenarios desérticos, marcada por la onda lenta de horizontes en ascensor que parecen casi respirar. En la intersección de estas imágenes que se entrelazan, el visitante viaja escuchando el latido de un cosmos inédito. Esta es luz que transforma, que narra, que invita a perderse en una expansión silenciosa. Foscarini, con esta instalación, no solo ilumina, sino que también suena una melodía visual para los ojos.”

FRANCESCO MENEGHINI
/ Director

Animaciones hipnóticas en el límite entre realidad y fantasía: este es la cifra estilística de Oscar Pettersson, un artista del movimiento en 3D de Estocolmo que participa en el proyecto «What’s in a lamp?» con una serie inédita de atractivos bucles infinitos.

Inspirándose en las historias que llevaron a la concepción y creación de algunos de los modelos más queridos de la colección, Oscar Pettersson ha dado vida a las lámparas explicando el diseño a través de fascinantes vídeos en bucle infinito.

Así es como el corazón luminoso de la lámpara Satellight de Eugeni Quitllet se convierte en un fragmento de luz fluctuante, en busca de la libertad. Le Soleil, de García Jiménez, gira sobre sí misma mientras mantiene mágicamente en equilibrio una canica metálica a lo largo del borde de una de sus inconfundibles bandas irregulares. En otro vídeo, es el Magneto de Giulio Iachetti quien interactúa con su característica esfera magnética, casi recordando a un encantador de serpientes que hipnotiza su cobra, mientras un grupo de Twiggy de Marc Sadler baila, en una delicada coreografía que pone de relieve la flexibilidad de su poste. El rítmico balanceo de un péndulo, realizado con lámparas de suspensión Aplomb de Lucidi y Pevere, encanta y arrulla, mientras una serie de esferas de luz vuelan por el espacio como moléculas y, al chocar, se funden para crear la forma orgánica e irregular de Gregg (diseño: L+R Palomba).

¿Quieres saber más sobre la creatividad de este talentoso artista? No te pierdas nuestra entrevista exclusiva.

Háblanos de los comienzos de tu carrera como artista. ¿Cómo te iniciaste en el arte digital y qué te motiva a crear?

Estaba estudiando en una escuela llamada Hyper Island cuando me di cuenta de que la animación era un área en la que quería destacar. Empecé como animador 2D, pero luego me orienté cada vez más hacia el 3D, y ahora ya llevo 7 años como animador 3D. La sensación que tienes cuando estás trabajando en algo y te das cuenta de que está saliendo algo bueno no tiene precio. Es esa sensación la que me motiva a crear, crear y crear, hasta que finalmente creo algo bueno. En pocas palabras: crear algo bonito me hace sentir bien.

 

Tus animaciones en bucle son, al mismo tiempo, delicadas e hipnóticas. ¿Cuál es el proceso creativo que lleva a tus obras de arte?

Mi proceso es interactivo. Creo varias animaciones rápidas en 3D, basándome en varios conceptos e ideas. Luego elijo un par y trabajo en ellas hasta que empieza a surgir algo interesante.
Normalmente se puede identificar un «problema visual» al que necesariamente corresponderá una «solución visual». Si se consigue identificar el problema, entonces se puede crear una solución. ¡Una solución que sea bonita de ver! Hay un problema visual y una solución visual. Si consigo encontrar un problema, puedo crear una solución, una solución que es bonita a la vista. Creo que detrás de cada problema se esconde siempre un concepto interesante por descubrir.

 

¿Cómo has desarrollado tu estilo distintivo eligiendo representar estas situaciones surrealistas que traspasan las fronteras de lo que es físicamente posible?

Mi estilo nace de lo que me gusta crear. Y cada obra que creo me ayuda a entender cada vez más la dirección en la que quiero seguir creando. El momento perfecto rara vez existe en el mundo real, así que lo creo para mis espectadores, para que aprecien y disfruten de la perfección, una y otra vez, al infinito.

 

Hablando de tus fuentes de inspiración: tu trabajo implica un enfoque creativo y la capacidad de mirar la realidad desde una perspectiva distinta y original. ¿Cómo lo consigues?

Me inspiro mucho en la ingeniería y en la mecánica. Luego combino esa complejidad con la sencillez e intento representar contradicciones, como la de abrazar un cactus, convertir el metal en algo blando o las plumas en algo pesado. A lo largo del proceso estoy siempre abierto a volver atrás, repetir, modificar el procedimiento de cualquier forma posible y en cualquier momento. Esta modalidad, normalmente, lleva a encontrar perspectivas nuevas, distintas y creativas.

 

¿Qué te ha inspirado el proyecto «What’s in a lamp?» con Foscarini?

El diseño de los productos es increíble, he tenido que encontrar solo una forma interesante para representar sus historias y características distintivas a través de la animación. Un buen diseño es siempre una fuente de inspiración para un animador.

 

¿Cuál es su animación favorita de la serie y por qué?

Desde el punto de vista de la animación, me gusta Magneto y desde el punto de vista estético elegiría el vídeo rojo con Twiggy.

 

¿Qué es para ti la creatividad?

¿La creatividad? Es encontrar soluciones interesantes a problemas interesantes.

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Irónica y juguetona, capaz de mirar donde los demás no miran: os presentamos a Noma Bar, la protagonista del segundo capítulo del proyecto «What’s in a lamp?». En sus ilustraciones se ha inspirado en las lámparas más icónicas de Foscarini y las ha convertido en protagonistas de imágenes minimalistas que, a través de un uso hábil del «negative space», esconden historias y emociones que se revelan al fijarse con mayor atención en los detalles.

Noma Bar es, sin duda alguna, uno de los ilustradores más innovadores del panorama internacional contemporáneo. Es de origen israelí, vive y trabaja en Londres y se le conoce a nivel internacional por su original estilo, a caballo entre la ilustración, el arte y el diseño gráfico. Pocos colores, líneas sencillas y un equilibrio formal perfecto cuentan historias, ocultándolas en los detalles. Al observar sus obras se aprecia siempre un giro creativo insólito: la mente se fija en elementos secundarios, que el ojo no capta de inmediato. Se trata de ilustraciones que requieren un momento extra de atención, porque la mirada no lo es todo y hay algo que va más allá: la clave es ver lo que los demás no ven, mirar donde los demás no están mirando.

Sus obras han aparecido en muchas revistas, portadas y publicaciones, como The New Yorker, The New York Times, The Economist, Internazionale, Wallpaper*, Esquire y The Guardian, por citar sólo algunas.

En esta serie para el proyecto «What’s in a lamp?» –que transforma el feed de Instagram @foscarinilamps en una galería de arte virtual, un espacio abierto a exponentes conocidos y emergentes en el mundo de las artes visuales, inspirados en las colecciones de Foscarini– nuestras lámparas más icónicas se convierten en personajes dentro del universo creativo de Noma. A través de un uso hábil de la técnica del «negative space», las lámparas son las protagonistas en seis imágenes minimalistas que, si se observan de cerca, revelan múltiples niveles de interpretación, historias y sensaciones. Expresiones artísticas complejas, pero de una sencillez sorprendente, un rasgo común entre el enfoque del artista y el de Foscarini: liberar lo esencial para emocionar y capturar la mirada.

En esta entrevista, Noma Bar nos cuenta más cosas sobre su arte y su colaboración con Foscarini.

Háblanos de los comienzos de tu carrera como artista. ¿Cómo has empezado? ¿Has sabido siempre que esto era lo que querías hacer?

Ser artista era mi sueño de la infancia. Llevo dibujando desde que tengo uso de razón, de niño siempre estaba dibujando, creando, experimentando con el arte y las habilidades manuales. Disfrutaba retratando a las personas de mi entorno, a mis familiares, vecinos, amigos… Siempre tuve muy claro que eso era lo que me gustaba y lo que quería hacer en mi vida adulta.
Estudié Diseño Gráfico y me licencié en la Bezalel Academy of Arts and Design en el 2000. Poco después de graduarme me trasladé a Londres y empecé a enviar postales con mis ilustraciones a algunos editores. Así conseguí mi primer encargo poco después.

 

¿Cómo describirías tu trabajo, a caballo entre la ilustración y el diseño gráfico? Una vez definiste tu arte como «brief illuminations» («iluminaciones sintetizadas»), ¿puedes decirnos algo más al respecto?

Yo definiría mi trabajo como «Graphic Art» porque la estética es gráfica, pero la esencia está más cerca del arte y la ilustración. Mis proyectos personales, en cambio, los considero simplemente como «art» y cuando me piden que cree una obra basada en una historia o una síntesis específica, entonces prefiero el término «ilustración».
«Brief illuminations» es mi forma de destilar y simplificar cuestiones complejas con un simple dibujo.

 

En este proyecto, las lámparas Foscarini forman parte de una serie que investiga el papel de las lámparas al transformar un «espacio» convirtiéndolo en tu hogar. ¿Hay objetos que te hacen sentir como en casa, estés donde estés?

Mi padre era leñador y, durante mi infancia, utilizaba esta postal como carta de presentación. Siempre me ha gustado esta imagen y la dualidad gráfica del tronco del árbol y las piernas del niño.
Esta postal está en mi escritorio y sin duda me hace sentir como en casa.

Hablando de tus fuentes de inspiración, una vez dijiste «Miro donde muchas personas no miran». ¿Cómo empezaste a ver las cosas desde una perspectiva distinta?

No creo que se pueda identificar un único momento, es una evolución que se convierte en un enfoque hacia la vida, una búsqueda constante para descubrir lo extraordinario en lo ordinario.
Tomemos la cocina como metáfora: en ese caso se trata de intentar descubrir nuevos sabores utilizando la alimentación cotidiana que nos es familiar. No sé explicar cómo sucede.

 

En tus obras hay conceptos complejos, plasmados con sencillez sorprendente. Foscarini utiliza un enfoque similar en el diseño del producto, intentando liberar lo esencial y llegar directamente al corazón. ¿Cuál es el proceso creativo para desarrollar tus ilustraciones minimalistas?

Cuando empiezo a trabajar en una síntesis específica, la primera sensación que tengo es como si tuviera que entrar en una tienda de caramelos para elegir uno solo. Primero intento reunir ideas en Highgate woods (justo enfrente de mi estudio), me siento en medio del bosque, leo y realizo esbozos de mis ideas. Luego vuelvo al estudio y dibujo las mejores ideas en el ordenador.

 

¿Cuál es el tema que más te gusta dibujar?

Es una pregunta fácil: dibujo constantemente a las personas y los rostros con las que me encuentro.

 

Tu trabajo implica mucha creatividad. ¿Cómo la mantienes fresca?

Busco constantemente creatividad, nuevas ideas. Camino mucho y, cada día, paso varias horas inmerso en la naturaleza, observo cómo se transforma el bosque cotidianamente y durante el paso de las estaciones. Cada día es similar, pero cada día es distinto y es en estas pequeñas diferencias en las que centro mi atención.

 

¿Qué te ha inspirado en este proyecto con Foscarini? ¿Cuáles son tus ilustraciones favoritas y por qué?

Me encantan las siluetas bellas y atemporales, fue una suerte contar con las maravillosas siluetas icónicas de Foscarini para trabajar. La comparación con Foscarini empezó hablando de «tu casa», lo que me inspiró para encontrar situaciones familiares, íntimas y cotidianas –dentro y fuera de casa– en las que las lámparas Foscarini encajaban perfectamente.

 

¿Cuáles son tus ilustraciones favoritas y por qué?

El perro Lumiere es probablemente mi favorita. Creo que os sorprende (como a mí) darse cuenta de que el cuerpo de «Lumiere» se convierte en la nariz de un perrito, la base de la lámpara en su boca y la luz que produce en pelo del hocico.

 

¿Qué es para ti la creatividad?

A veces me han pedido que ilustre la creatividad. La imagen que prefiero para describirla es ésta que he creado: un ganso con la cabeza metida en la arena, que simboliza la ignorancia, pero al mismo tiempo, la cabeza del ganso asoma y mira, lo que muestra la importancia de no estar completamente desconectado del mundo. Suceden tantas cosas, surgen constantemente nuevas tendencias, y yo me siento un poco como este ganso: meto la cabeza en la arena para ignorar las transformaciones rápidas del gusto visual, pero en realidad, la segunda cabeza del ganso me recuerda que debo permanecer sintonizado y mantener siempre las antenas desplegadas.

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Escritor, ilustrador y tatuador: el universo visual de Luca Font está formado por medios heterogéneos, unidos por un estilo transversal y distintivo. En la serie de ilustraciones realizadas para Foscarini “What’s in a lamp?”, Font explica visualmente el papel de la luz y de las lámparas Foscarini para definir y otorgar personalidad a un ambiente.

Luca Font nació en Bérgamo en el 1977 y vive entre Milán y Nueva York, la metrópoli cuna de los grafiti. Precisamente la pasión por los grafitis marcó sus inicios como artista. De trenes y muros a tatuajes, al papel y al arte digital. El universo visual de Luca Font está formado por medios heterogéneos, unidos por un estilo transversal y distintivo que denota un gusto considerable por la abstracción, el diseño gráfico y la tipografía. Lo que caracteriza su producción consiste en una búsqueda constante de la síntesis visual, además de un rasgo gráfico que mezcla minimalismo y expresividad.

En la serie de ilustraciones realizadas para Foscarini, Font explica visualmente el papel de la luz y de las lámparas Foscarini para definir y otorgar personalidad a un ambiente, tanto de noche (cuando están encendidas) como de día (cuando están apagadas). Seis ilustraciones componen una especie de ciclo circadiano en el que la casa desarrolla su propia personalidad a través de la ilusión pareidolítica.

¿Nos explicas cómo nació tu carrera de artista? ¿Dónde empezó todo? ¿Siempre supiste que querías dedicarte a esto en la vida?

Empecé a dibujar desde muy pequeño y en la adolescencia me dediqué a los grafiti, que durante muchos años han sido mi principal producción creativa. No he recibido nunca una educación artística formal y, desde luego, no me había planteado la posibilidad de ganarme la vida dibujando hasta que se me presentó casi por casualidad la oportunidad de aprender a tatuar, que aproveché enseguida. En el 2008 dejé el mundo de la comunicación sin pensármelo dos veces y todo cambió.

 

Tu expresión gráfica es muy visible, reconocible y distintiva. ¿Cómo describirías tu estilo y cómo ha evolucionado a través de las experiencias que has vivido?

Crecí rodeado de los gráficos de los videojuegos primero y de los monopatines después y, aunque mi madre enseñaba historia del arte, preferí siempre las ilustraciones potentes y evocadoras a los retablos de Mantegna. Probablemente esto contribuyó al enfoque siempre muy gráfico que desarrollé con los grafitis y luego con todo lo demás. Síntesis, legibilidad e impacto visual inmediato son los objetivos que me planteo cada vez que dibujo algo, ya sea un tatuaje del tamaño de la palma de la mano o un muro de treinta metros de longitud, y aunque trabajo en muchos medios distintos entre ellos, siempre intento utilizar un lenguaje formal que dé coherencia a mi producción.

 

En este proyecto has estudiado el papel de las lámparas Foscarini en la transformación del espacio de noche y de día, tanto cuando están encendidas como cuando están apagadas. ¿Puedes explicarnos algo más sobre la inspiración que hay detrás de esta serie?

La parte más interesante de trabajar con un cliente es la posibilidad de hablar y sobre todo de escuchar, algo fundamental para encontrar nuevos ángulos y nuevos puntos de vista. De la conversación con Foscarini surgió desde el principio la importancia de la luz en relación con los espacios. Una luz no sólo nocturna, que obviamente es artificial y producida por las lámparas, sino también diurna, en cuyo interior las lámparas encuentran una dimensión diferente como objetos de diseño que son. Entonces la luz (o más bien las luces) y las lámparas Foscarini se convierten en dos elementos que, de manera diferente según la hora del día, ayudan a definir la personalidad de la casa, que a su vez es un reflejo de la personalidad de quienes la amueblan y viven en ella.

 

¿Hay objetos que te hacen sentir como en casa, estés donde estés?

He viajado de forma constante durante los últimos diez años y lo que me hace sentir cada vez un poco más cerca de casa son las cámaras fotográficas que llevo siempre conmigo. En cierto modo, actúan como un puente entre los lugares donde estoy y el lugar adonde volveré, llevándome conmigo un trozo de cada viaje.

 

¿Qué opinas de Foscarini? ¿Cómo ha sido trabajar con la empresa en este proyecto?

Me sentí en sintonía desde el principio porque la filosofía de esta empresa gira entorno a los conceptos de individualidad y personalización, que son los mismos en los que se basa mi trabajo. Cada pieza es un proyecto en sí mismo, no creo en las soluciones estándar porque estoy convencido de la necesidad de realizar un esfuerzo constante en actualización e investigación, tanto estética como conceptual.

 

¿Cuáles son tus fuentes de inspiración y cómo cultivas tu creatividad?

Mis fuentes de inspiración son muy variadas, a menudo casi casuales. Me baso en la investigación, pero también en la cotidianidad de la vida diaria. Estamos tan acostumbrados a estar rodeados de estímulos visuales que, en general, no prestamos atención a lo que vemos, mientras que en la mayoría de los casos lo mejor para encontrar la idea adecuada es levantarse de la hoja de dibujo y deambular sin rumbo, mirando a nuestro alrededor.

 

¿Cuál es tu proceso creativo?

Depende mucho de lo que tengo que hacer. Suelo procesar las ideas dejándolas reposar en un segundo plano mientras hago otra cosa, luego dibujo borradores muy preliminares en papel que sucesivamente proceso digitalmente y por último, eventualmente, vuelvo a transferirlos sobre papel o lienzo. Cada vez es más frecuente que trabaje para medios exclusivamente digitales, pero la producción de obras de arte físicas sigue siendo mi resultado favorito.

 

¿Qué es lo que más te gusta dibujar?

Sin duda, la arquitectura y los objetos angulares.

 

¿Cuál o cuáles son las ilustraciones favoritas de esta serie y por qué?

En realidad, he disfrutado no tanto con una única ilustración cuanto con el hecho de haber tenido la oportunidad de crear una serie simétrica, que narra el ciclo del día y la noche, utilizando los seis temas repartidos en dos líneas. La narración es un aspecto fundamental de cualquier obra visual y la estética nunca debe ser un fin en sí misma.

 

¿Qué es para ti la creatividad?

En lo que a mí respecta, se trata sin duda de un proceso orgánico imposible de separar de la vida cotidiana.

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El nacimiento de la lámpara-escultura Orbital representó para Foscarini no sólo el inicio de la colaboración con Ferruccio Laviani, sino también una declaración de intenciones: abandonamos por primera vez el vidrio soplado de Murano, abrazando la filosofía que actualmente nos lleva a manejar más de veinte tecnologías distintas.

Si tuvieras que describir tu colaboración con Foscarini mediante un adjetivo, ¿cuál elegirías?

Utilizaría dos: fructífera y libre. La primera palabra tiene un sabor pecuniario, pero no debe entenderse en este sentido, o mejor dicho, no sólo en este sentido. El hecho de que casi todas las lámparas que he diseñado para Foscarini estén todavía en el catálogo es una buena noticia tanto para mi estudio como para la empresa.
Pero la califico como fructífera sobre todo porque haber diseñado objetos que la gente sigue apreciando 30 años después es un enorme alivio para un diseñador, es la confirmación de que lo que hace tiene sentido.
Luego está la cuestión de la libertad creativa. Foscarini me ha permitido pasar con extrema independencia expresiva del producto a los espacios, sin imponerme nunca ningún tipo de límite. Esto es algo realmente raro y precioso.

 

En tu opinión, ¿cómo habéis llegado a esta libertad expresiva y creativa?

Creo que forma parte de la manera de ser de las personas implicadas. Si un diseñador se gana su confianza, Foscarini responde dejándole una libertad de expresión total. Son conscientes de que es la mejor manera de sacar el máximo partido de la colaboración, para ambas partes. Evidentemente, después de constatar que el trabajo de instinto va seguido del trabajo de cabeza. En mi caso, Orbital fue la apuesta inicial: ¿gustaría una lámpara con una estética tan característica? ¿Habría resistido al paso del tiempo? La respuesta del público fue afirmativa y, desde ese momento, nuestra colaboración se ha basado siempre en la máxima libertad.

¿Qué significa esta libertad para un diseñador?

Te da la posibilidad de explorar distintas facetas de lo posible. Para alguien como yo, que nunca se ha identificado con un estilo o un tipo de gusto concreto, sino que se enamora periódicamente de sabores, ambientes y decoraciones siempre distintas, esta libertad es fundamental porque me permite expresarme. No tengo pretensiones artísticas y soy muy consciente de que lo que hago es producción: objetos fabricados en serie que deben tener una función clara y cumplirla lo mejor posible. Pero junto a estas consideraciones racionales, lo que me mueve en el acto creativo es el deseo. Un deseo, casi irreprimible, de dar vida a un objeto que no existe, a algo que me gustaría tener como parte de mi vida.

¿Cómo son esos objetos que deseas y que, por tanto, diseñas?

No tengo una respuesta desde el punto de vista del estilo. Hago siempre cosas distintas porque me siento siempre distinto y lleno mis espacios físicos y mentales con presencias que varían con el tiempo y reejan estos paisajes personales. Pero me fascina todo lo que crea una conexión con las personas y entre las personas. Por eso doy siempre un carácter a las cosas que diseño, el que creo que reeja mejor mi forma de interpretar el espíritu de la época. A veces el del momento. Esto es mucho más real para una lámpara que para otro elemento del mobiliario, porque una lámpara decorativa se elige por afinidad, por lo que nos dice a nosotros y sobre nosotros. Es el comienzo de un diálogo ideal entre el diseñador y el comprador. Si esa lámpara sigue hablando a la gente incluso después de 30 años, significa que esa conversación es importante y aún consigue decir algo significativo.

El evento por el trigésimo aniversario de Orbital también fue una oportunidad para presentar el nuevo proyecto fotográfico NOTTURNO LAVIANI. En este proyecto, Gianluca Vassallo interpreta las lámparas que Laviani ha diseñado para Foscarini con catorce episodios en las que las luces habitan espacios ajenos.

Descubre más sobre Notturno Laviani

¿Qué sientes ante la interpretación que ha hecho Gianluca Vassallo de tus lámparas?

Tengo la sensación de que se cierra un círculo. Porque Gianluca cuenta una idea personal de luz utilizando los objetos que he diseñado como presencias sutiles pero significativas. Y esto es lo mismo que sucede cuando una persona decide poner una de mis lámparas en su casa. Así que frente a Notturno siento esa misma gran emoción que siento cuando alguien se apropia de uno de mis proyectos y lo convierte en parte de su existencia: es esa sensación tan hermosa de haber hecho algo que tiene un sentido y una importancia para los demás.

 

¿Cuál es la foto que más te representa?

Sin duda la de Orbital en el exterior, el paso elevado con el cartel de circo hecho jirones. Porque así soy yo, todo y lo contrario de todo.

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30 Years of Orbital
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Descarga el exclusivo e-book Foscarini Design Stories — 30 years of Orbital y conoce más sobre la colaboración entre Foscarini y Laviani. Un intercambio fértil, basado en afinidades electivas, que se extiende a lo largo de tres décadas como un camino de crecimiento mutuo.

¿Quieres echar un vistazo?

Existen muchas formas de celebrar una colaboración que dura desde hace 30 años. Hemos elegido avivar la llama de la creatividad con la mirada del artista-fotógrafo Gianluca Vassallo sobre las lámparas-esculturas de Ferruccio Laviani.

Con Notturno Laviani, Gianluca Vassallo ha interpretado las lámparas-escultura que Ferruccio Laviani ha diseñado para Foscarini desde 1992 hasta la actualidad. El resultado es un proyecto que explica una idea de luz italiana nacida en la mente del artista mientras escuchaba una canción y desarrollada en su doble vertiente intimista y pública.

Es una narración que avanza por episodios. Catorce fotos en las que las lámparas habitan espacios ajenos, no localizaciones sino ambientes significativos en los que la distancia entre objeto y contexto multiplica el significado y estimula la búsqueda de interpretaciones personales alrededor de ese imaginario de luz que nos pertenece a todos, pero que cada uno ve, cada día, con sus propios ojos.

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Foscarini Spazio Monforte se transforma, para la Milano Design Week, en un Jardín del Edén de exuberante vegetación donde las nuevas luces se presentan como inéditos objetos del deseo.

Con motivo del Fuori Salone 2022, las novedades 2022 de Foscarini se desvelan en el fascinante montaje creado por Ferruccio Laviani que diseña de nuevo y transforma la planta superior de Foscarini Spazio Monforte en un Jardín del Edén. De-Light Garden, el nombre evocativo elegido para la instalación, es un itinerario inmersivo que reproduce un jardín de exuberante vegetación donde se presentan las nuevas luces, inéditos objetos del deseo para apasionados del diseño: Tonda precisamente de Laviani y Bridge de Francesco Meda. Tal como explica el propio diseñador, De-Light Garden juega de hecho con el tema de la tentación y del deseo reinterpretando la escena de Adán y Eva mientras recogen el fruto prohibido:

«Deleitar o dar placer, y por qué no, también a la vista y al tacto. De-light está dedicado a ese delgado hilo que nos une a todos al impulso voluntario de poseer algo y a la tentación que sentimos al desearlo. Y es precisamente en la tentación y el placer que nos da la luz, en todas sus formas, en lo que me inspiré para el montaje de Foscarini Spazio Monforte; al pasar el umbral te encuentras inmerso en el Jardín del Edén donde asistimos, como cristalizada, a la escena de Adán y Eva mientras recogen el fruto del árbol del Bien y del Mal, en un contexto que parece brotar de un grabado de Durero. Con este montaje quería decir que ‘caer en la tentación’ de vez en cuando es bonito y que el diseño y la luz pueden convertirse a su vez en objeto del deseo».

FERRUCCIO LAVIANI
/ DISEÑADOR

En la planta inferior de la sala de exposiciones, continúa la presentación de las novedades de producto, con NILE de Rodolfo Dordoni y CHIAROSCURA de Alberto y Francesco Meda. Propuestas que son capaces, por lo diferentes que son entre sí, de afirmar juntas, cada una con su propia identidad, la visión siempre pionera de Foscarini y su capacidad de reescribir constantemente las reglas del juego.

Para confirmar aún más el alma más experimental e innovadora de Foscarini, se dedica un amplio espacio al trabajo de investigación que la marca está realizando junto con Andrea Anastasio sobre el tema de la cerámica y de su interacción con la luz: Battiti.

En el proyecto Battiti, la luz no se utiliza para iluminar, sino para construir. Como si se tratara de un material, creando efectos, enfatizando formas, desarrollando sombras.

Descubre más sobre Battiti

¡Hay un nuevo rascacielos en la ciudad y está hecho de luz! Con motivo del NYCxDESIGN festival 2022, Foscarini rinde homenaje a Nueva York y a su inconfundible skyline con el proyecto fotográfico «The city of light».

Foscarini elige de nuevo el arte de la fotografía para explicarse y explicar sus proyectos. Con motivo de la Design Week 2022 de Nueva York, presenta «The City of Light», un inédito proyecto fotográfico de Gianluca Vassallo y Francesco Mannironi cuyo protagonista es Uptown, una lámpara de pie escultural de Ferruccio Laviani que es un homenaje, a partir del nombre, al skyline más iconográfico, el de Manhattan.

Lámpara-escultura, rascacielos de luz de presencia asertiva e impactante, Uptown es una composición de tres cuerpos en placas de vidrio templado y de color en serigrafía en los tonos primarios del amarillo, del rojo y del azul que, superpuestos, dan vida a nuevos e intensos matices de color.
Uptown, una expresión de la capacidad experimental de Foscarini, se interpreta en una versión totalmente fuera de escala, colocada dentro de algunos de los rincones más reconocibles de la ciudad: Greenpoint, Wall Street, Broadway, Midtown….

En las fotografías surge la identidad peculiar de Uptown que se tiene que buscar en la transparencia, el hilo conductor que ha guiado cada propuesta en el desarrollo del proyecto, con el corte esmerilado a 45° que consigue que el punto de encuentro de las placas de vidrio sea imperceptible. Lo que no se ve y que parece que no existe se ha escondido de forma intencional, es una impresión de sencillez que otorga inmediatez y facilidad de lectura a un objeto de gran complejidad.
Uptown, que cuando está apagada ya es sugestiva, se vuelve protagonista absoluta del espacio cuando está encendida. La fuente luminosa de LED con regulador de luz está escondida en la base y, cuando la lámpara se ilumina, las placas se cargan de color y la luz se proyecta hacia arriba. Uptown es una lámpara con un nivel de personalidad alto, que con carisma se sale de lo normal y define el ambiente circunstante con su presencia de carácter decidido.

Tras la selección por parte del ADI Design Index 2021 para competir por el Premio Compasso d’Oro, la primavera del 2022 marca un nuevo significativo capítulo para VITE, el proyecto multimedia de Foscarini que a partir del mes de mayo distribuirá Corraini en las mejores librerías de todo el mundo.

Corraini y Foscarini, juntos de nuevo con VITE, una historia por imágenes, vídeos y palabras, que explora el sentido distinto de casa, la relación con la luz, la relación entre la vida en casa y el espacio externo. El editor —que con la marca de iluminación decorativa comparte la aptitud a la experimentación y a la investigación continua y con quien ya colabora para el book-zine Inventario— distribuirá ahora también el libro VITE de Foscarini en las mejores librerías de la propia red.

VITE es una proyecto editorial fascinante con el que Foscarini habla de luz empezando no por las lámparas —quien las diseña, desarrolla o produce— sino por las personas que viven en los espacios que iluminan estas lámparas.

Presentado en el 2020 y seleccionado por ADI Design Index 2021, VITE es un viaje que nos lleva entre ciudades del norte, del sur, del este y del oeste, por el interior de ambientes auténticos, para encontrar a personas reales —acompañados por el artista, fotógrafo y videomaker Gianluca Vassallo y por el escritor Flavio Soriga. En el centro del objetivo y de la narración se encuentran las personas, mientras la mirada se deja libre de moverse por ambientes personales, auténticos y por tanto también imperfectos, muy alejados de la comunicación típica del mundo del diseño en el que trabaja Foscarini, que a menudo teme la imperfección, la que caracteriza la vida. Con el proyecto VITE ya no vemos platós fotográficos, sino casas vividas, cotidianas, que nos cuentan de cerca las historias de las personas que las habitan.

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Plena toma de la luna el nombre, la forma y una luz que hace enamorar. Esta lámpara de suspensión con un encanto único, es la protagonista del montaje dirigido por Ferruccio Laviani que juega con la luz y sus reflejos.

Espacio a la luz: la instalación milanesa explica de la mejor forma posible el registro creativo de Plena y la síntesis entre forma y función, entre rendimiento y poesía que la identifica.
La lámpara de suspensión diseñada por Eugenio Gargioni y Guillaume Albouy, grande en tamaño pero con una presencia dinámica y ligera, tiene una doble iluminación, reflejada en la parte inferior y difusa hacia el techo.

Plena es una cuna que contiene una fuente luminosa que, como lo esencial, es invisible a la vista. Capaz de iluminar completamente una habitación sin dejar de ser suave y envolvente, es perfecta colocada sobre una mesa, donde no deslumbra nunca.
El tejido, una lámina doble en PVC especial con una reflectividad de la luz elevada, resultado de la investigación constante sobre los materiales de Foscarini, es mágico, es decir, devuelve la forma como si estuviera lleno, pero no necesita armazón, ni musculatura, es un gesto perfectamente natural. La imagen cambia según la perspectiva desde la que se mira y su línea arqueada transmite una sensación de ligereza y vuelo. Plena aparece como una vela en el momento de tomar el viento.

«La configuración dedicada a Plena me la ha inspirado la propia lámpara observándola, intentando entenderla e interpretarla. Aunque la forma es el aspecto más inmediato que la identifica, intentar explicar la calidad de la luz —y en ello su unicidad— ha sido para mí el objetivo principal. Así como en los días de luna llena la Luna brilla en su máxima belleza, también en Plena la luz indirecta realza su diseño, uniéndola todavía más a la palabra de la que toma el nombre, es decir Louksna, de la raíz Leuk: Luz o Luz reflejada. Y es precisamente este ‘hechizo mágico’ lo que he querido explicar a través de un montaje esencial, donde mostrar la cara escondida de la luna llena (‘Plena’) utilizando simples espejos circulares que fluctúan como otros satélites en el espacio vacío. Un hábito, un gesto casi vanidoso, el de admirarse y hacerse admirar, sin desvelar nunca hasta el fondo el lado mágico que la caracteriza».

FERRUCCIO LAVIANI
/ diseñador

Descubre más sobre Plena, lámpara de suspensión diseñada por Eugenio Gargioni y Guillaume Albouy.

Descubre Plena

El Premio Compasso d’Oro es el más antiguo y acreditado premio mundial del sector del diseño. Creado en el 1954, a propuesta de Giò Ponti, tiene como objetivo resaltar el valor y la calidad de los productos del diseño italiano.

ADI, la Asociación para el Diseño Industrial, se encarga de su organización desde el 1958. ADI garantiza imparcialidad e integridad —asignándolo según una preselección efectuada por una comisión de expertos, diseñadores, críticos, historiadores y periodistas— con el objetivo de promover y reconocer la calidad y la innovación italiana en la investigación, la cultura material y el proyecto.

Todos los objetos premiados pasan a formar parte de la colección histórica del premio Compasso d’Oro ADI, declarada por el ministerio del patrimonio cultural italiano como bien nacional «de excepcional interés artístico e histórico».

Foscarini ha sido seleccionada varias veces en los últimos años por el Observatorio Permanente del Diseño —el organismo ADI que, gracias a comisiones de expertos, valora la producción italiana en las diversas categorías— obteniendo dos Compassi D’Oro y siete Menciones de Honor. Todo ello como testimonio del compromiso constante de la empresa en la investigación y en la propuesta de nuevas formas y significados, no solo en el producto, sino también en la forma de explicarse.

2001: El Compasso d’Oro a Mite y Tite

Descubre Mite y Tite

La lámpara de pie Mite, que se fabrica desde el 2000, es el resultado de más de dos años de investigación. Concebida por Marc Sadler, utiliza un difusor de 185 cm de altura, de base circular que se perfila alargándose hacia arriba, realizado en tejido de vidrio envuelto en un hilo en fibra de carbono para la versión negra y en Kevlar® para la versión amarilla.
La investigación sobre el material ha iniciado con la exploración de las posibles tecnologías del rowing, que se basa en enrollar hilos alrededor de un cuerpo macizo. Se trata de una tecnología que se utiliza normalmente para fabricar cañas de pescar y remos para las embarcaciones de competición, y que Marc Sadler había utilizado ya para realizar palos de golf. Foscarini ha sido el primero en absoluto en aplicar esta técnica en el sector de la iluminación y ha patentado la invención. El tejido de vidrio se corta como un vestido, envuelto en un molde con una resina polimerizada y el hilo, y sucesivamente se cuece en el horno. De esta forma, el hilo crea una decoración original y otorga al material características sobresalientes de flexibilidad y solidez, ligereza y resistencia, y la estructura es al mismo tiempo un cuerpo portante e iluminador.
El jurado del Compasso d’Oro-ADI 2001 motivó de esta forma la asignación del premio a Mite y a la suspensión Tite:

«Innovación tecnológica en el uso de un material diseñado especialmente para ello, facilidad de mantenimiento y limpieza, ligereza y conformación caracterizan un objeto de gran sencillez y de diseño esencial por expresividad estética en la respuesta funcional».

Las lámparas Mite y Tite se conservan en el ADI Design Museum de Milán y se han incluido en la colección de diseño del Centre Pompidou de París.

2011: Mención de honor por la instalación «Infinity»

Infinity — un gigantesco caleidoscopio diseñado por Vicente García Jiménez que multiplica al infinito las imágenes de la colección Foscarini— ha acogido y fascinado a los visitantes del Fuorisalone 2009, en los espacios de Superstudio Più en Milán, haciéndoles partícipes de una extraordinaria experiencia multisensorial a base de coreografías de luz, con vídeos realizados por Massimo Gardone y músicas originales de Francesco Morosini. La instalación se seleccionó en el ADI Design Index 2010 y ha sido premiada en el 2011 con una Mención de honor en el XXII Compasso d’Oro, en reconocimiento a la comunicación tan innovadora de Foscarini.

2014: El Compasso d’Oro al proyecto editorial Inventario

Descubre Inventario

Entre libro y revista, Inventario es un proyecto editorial dirigido por Beppe Finessi, promovido y apoyado por Foscarini, que explora las mejores producciones de la creatividad internacional a través de un relato sobre el proyecto realizado desde múltiples puntos de vista.
Inventario lanza una mirada iluminada y libre a la escena del diseño, de la arquitectura y del arte. Un enfoque único e inconfundible que ha recibido el reconocimiento y ha sido premiado con el Compasso d’Oro ADI en su XIII edición, con esta motivación del jurado: «por su capacidad de sintetizar argumentos culturalmente elevados con ligereza, ilustrándolos con una fuerte identidad visual y calidad del producto editorial». Con la dirección artística de Artemio Croatto/Designwork, editado por Corraini Edizioni, Inventario se encuentra disponible en las mejores librerías de todo el mundo y se puede comprar también en línea.

«Inventario no habla de Foscarini porque hemos querido dar vida a un proyecto que fuera completamente libre y, por tanto, creíble en su autonomía. Inventario es portavoz de nuestros valores, mira hacia adelante con atención y curiosidad y con el placer de practicar los territorios de la innovación, tal como es el espíritu Foscarini».

CARLO URBINATI
/ PRESIDENTE FOSCARINI

2014: Una lluvia de reconocimientos

El compromiso y la innovación de Foscarini, laboratorio experimental y creativo en nombre de la excelencia, han sido premiados en la edición 2014 del Compasso d’Oro con múltiples reconocimientos. Además del Compasso d’Oro asignado a Inventario, en la XIII edición del prestigioso premio, Foscarini ha recibido Menciones de honor por los productos Aplomb (diseñador: Lucidi e Pevere), Behive (diseñador: Werner Aisslinger), Binic (diseñador: Ionna Vautrin), Colibrì (diseñador: Odoardo Fioravanti) y Magneto (diseñador: Giulio Iacchetti).

2020: Mención de honor para Satellight

Descubre Satellight

El jurado internacional de la XXVI edición del Premio Compasso d’Oro ADI ha otorgado la Mención de honor a la lámpara diseñada por Eugeni Quitllet. Es relevante el uso innovador del vidrio soplado y del cristal que convierte Satellight en un objeto sencillo y de lectura inmediata, pero también sin precedentes y profundo en su poética ligereza.
La lámpara tiene un diseño caracterizado por un globo luminoso suspendido que recuerda a la luna en el cielo nocturno o a una esfera de luz sujeta por una tela transparente e impalpable. El difusor, gracias al acabado satinado, aparece como una presencia matérica suspendida en la nada, incluso cuando la lámpara está apagada.

Foscarini cuenta, en la sala de exposiciones Spazio Soho, una visión centrada en el hombre. La muestra fotográfica VITE lleva al interior de casas vividas, cotidianas, y hace descubrir las historias de las personas que viven en ellas, acompañados por las lámparas que iluminan la escena.

Descubre más sobre el proyecto VITE

VITE representa un cambio de visión, una perspectiva distinta, una evolución en el mundo en la que Foscarini representa y cuenta las propias colecciones.
El proyecto VITE nace de la voluntad de colocar a las personas en el centro, convirtiéndolas en el eje central de la narrativa sobre el diseño. El proyecto habla de luz, pero sin iniciar por la lámpara —quien la diseña, la desarrolla o la fabrica— sino por quien la vive dentro del propio espacio más íntimo: la casa.

Con una muestra en el flagship store de Nueva York, Foscarini cuenta esta visión centrada en el hombre. Spazio Soho se convierte en un ambiente para explorar las imágenes fotográficas del proyecto, acompañados por las lámparas que iluminan la escena.
Entre los productos de la muestra: Lumiere de Rodolfo Dordoni, Gregg de Ludovica+Roberto Palomba, MITE Anniversario y Twiggy de Marc Sadler, Plena de Eugenio Gargioni y Guillaume Albouy, Sun – Light of Love de Tord Boontje, Caboche de Patricia Urquiola y Eliana Gerotto, Aplomb de Lucidi Pevere y Spokes de Garcia Cumini.

Se acompaña a los visitantes en un viaje por el interior de casas reales —entre Copenhague, Nueva York, Nápoles, Shanghái y Venecia— fotografiadas por el artista Gianluca Vassallo y narradas por el escritor Flavio Soriga. En el centro del objetivo y de la narración están las personas, mientras la mirada se deja libre para que observe los ambientes íntimos, auténticos y por lo tanto también imperfectos. Ya no son las casas muy controladas, artificiales e «inalcanzables» de muchos platós fotográficos, sino casas vividas, cotidianas, que nos cuentan de cerca las historias de las personas que las habitan.
La muestra VITE pone en evidencia el cambio de perspectiva de Foscarini para mostrar las propias luces en una dimensión más íntima y privada, dentro de espacios en los que las lámparas se colocan de forma muy natural, como parte de la experiencia de personas reales en las propias casas.

«Cada vez que se ha abierto la puerta a una de las vidas que he fotografiado en los últimos meses, perseguía un domingo de hace cuarenta años, que existe en mi interior. He buscado la maravilla de esa luz particular que experimenté a los seis años de edad, en una casa completamente nueva, con el olor de la pintura fresca que nos recibía y el sonido que llegaba del piso superior. Que era simplemente la luz que imaginé que atravesaba la vida de cualquier persona que vivía allí arriba».

GIANLUCA VASSALLO
/ AUTOR

El proyecto VITE estará en muestra hasta el mes de mayo de 2022 en la sala de exposiciones Foscarini Spazio Soho de Nueva York y se podrá visitar las 24 horas del día desde cualquier lugar del mundo gracias a un Tour virtual.
Visita la sala de exposiciones virtual

Entre diapositivas y fotos de época, el proyecto fotográfico de Massimo Gardone para Foscarini nos transporta en un viaje en el tiempo, gracias a una lámpara y a su luz.

«È sempre solo un’intuizione» es el proyecto fotográfico desarrollado por Massimo Gardone para Foscarini que nace de una intuición y toma forma desde su mirada poética, gracias a una pequeña lámpara, de línea sencilla y esencial, que encaja en lugares y escenarios legendarios.
Fragmentos en blanco y negro, arrancados al tiempo, con toda su poesía y su encanto, encuentran nueva vida gracias a una superposición —virtual y virtuosa— de imágenes, de diapositivas que crean un recorte de color gracias a un toque luminoso, el de la Birdie Easy, la lámpara nacida para el contract que, en la interpretación del fotógrafo y con su mirada poética, transporta a todos los lugares del pasado.

«Cuando Foscarini me pidió que interpretara los lugares para las nuevas Birdie, nació la idea de colocar lámparas en escenarios de época, inspirados quizás en películas antiguas. Se había encendido la mecha. Pero fue solo cuando me imaginé viendo la mirada de Joan Holloway, de la serie Mad Man, sobre la chica sentada en el sillón de la décima planta del Hotel Rossiya de Moscú, retratada en una instantánea de 1966, que me di cuenta de que la atmósfera de aquellos preciosos blancos y negros era la correcta; nuestra historia empieza desde aquí, a partir de las fotos de un importante archivo de imágenes».

MASSIMO GARDONE
/ FOTÓGRAFO

En el trabajo de Massimo Gardone desfilan así, en sucesión, las imágenes del archivo histórico Bridgeman Images, que nos llevan hasta la Nueva York de principios de siglo, pasando —mientras transcurren los años— por la lounge del hotel Knickerbocker, el porche del Park Avenue Hotel o la lounge del White Hotel, llegando luego a Londres, a la reading room del YMCA, y, en el 1937, a una habitación del Copley Plaza Hotel de Boston, hasta concederse, a mediados de la década de los 80, una parada en la Suite del Oriental Hotel de Bangkok.
Una diapositiva de 6×6 parece estar apoyada sobre el blanco y negro de época, con una instantánea de las lámparas Foscarini imaginadas en ese mismo lugar.

«Mágicamente, en ese pequeño cuadrado, la luz ilumina la escena, los colores se abren espacio entre los grises, la alquimia entre analógico y digital es completa. Cada imagen es una película, cada imagen nos hace volar a otro lugar».

MASSIMO GARDONE
/ FOTÓGRAFO

Una intensa personalidad y atmósferas dominadas por matices otoñales caracterizan el nuevo montaje diseñado por Ferruccio Laviani para la sala de exposiciones milanesa de Foscarini. Un escenario que evoca el mundo mineral hace de fondo a una selección de lámparas icónicas.

Un mundo mineral explicado a través de montículos de arena que, declinados en una paleta de colores coordinada, abrazan y enmarcan algunos de los best-sellers de la colección Foscarini en el nuevo e inesperado montaje de Ferruccio Laviani para Foscarini Spazio Monforte.
Atmósferas donde predominan matices minerales que al llegar la noche se enriquecen con los reflejos de las luces. Un concepto íntimo y delicado que caracteriza la planta superior y los escaparates de la sala de exposiciones milanesa.
Foscarini Spazio Monforte asume de esta forma una nueva e intensa personalidad que hace de fondo ideal a una selección de las propuestas del catálogo Foscarini, luces de suspensión y de mesa que surgen de montículos de arena de color, apoyadas sobre volúmenes cilíndricos blancos mates.

«El otoño es, de todas las estaciones, probablemente la más íntima, en la que la naturaleza nos da otra imagen de sí misma a través de un espectro cromático totalmente inusual. Este mundo y esta paleta de matices me atrae desde siempre y ha sido el hilo conductor de este nuevo montaje de Foscarini Spazio Monforte. Un mundo mineral explicado a través de montículos de arena declinados desde el Terracotta al Terre di Siena, que hacen de fondo, hasta abrazarlos, a algunas de las piezas más famosas del catálogo Foscarini, iluminando los colores de una estación que huele a maleza y musgo con su presencia formal».

FERRUCCIO LAVIANI
/ ARQUITECTO

Las protagonistas del primer escaparate en Corso Monforte son las casuales y coloridas Binic de Ionna Vautrin, pequeñas luces de mesa capaces de suscitar una simpatía inmediata por su formas lúdicas. Al lado, ocupan la escena las luces de suspensión y de mesa Rituals de Ludovica + Roberto Palomba, caracterizadas por la especial elaboración del vidrio soplado, repleto de ligeras ondulaciones que crean una iluminación cálida y vibrante. Se presentan cerca de las lámparas de mesa Buds de Rodolfo Dordoni, una colección refinada en la que el vidrio soplado es el protagonista absoluto, combinado con una base transparente que valoriza su pureza formal. También captura la atención la escenográfica lámpara de suspensión Big Bang de Vicente García Jiménez y Enrico Franzolini y la dinámica y ligera Plena de Eugenio Gargioni y Guillaume Albouy, una luz con un encanto e interés especial, capaz de iluminar completamente una habitación manteniéndose de todas formas suave y envolvente.
El recuerdo a un mudo mineral se refleja en la delicada combinación cromática de las suspensiones en cemento Aplomb y Aplomb Large de Lucidi Pevere, un modelo que une sofisticación y matericidad proyectando un haz de luz concentrado hacia abajo.
Completan la historia la pureza de Gregg y la gracia seductora de Gem, ambas firmadas Palomba, mientras las luces de pie Mite y Mite Anniversario de Marc Sadler, novedad 2021 para celebrar los veinte años del Compasso d’Oro para Mite, son las protagonistas del escaparate lateral de Via Santa Cecilia.

Mite es la lámpara que ha marcado el inicio de la ya histórica colaboración entre Foscarini y Marc Sadler. Se trata de un proyecto que subvierte los esquemas satisfaciendo los que el diseñador define «picos de irracionalidad», la actitud que permite explorar todas las potencialidades de un material y de una tecnología.

Mite recibió en el 2001 el premio Compasso d’Oro ADI, el premio mundial de diseño más acreditado, junto con la versión de suspensión Tite. Han pasado veinte años desde entonces, y creemos que este evento, al igual que el icónico y atemporal carácter de Mite, merece una celebración apropiada.
Como resultado de ello nació Mite Anniversario, que hace evolucionar el concepto original de Mite a través de ulteriores experimentaciones y variaciones. En esta importante ocasión hemos entrevistado a Marc Sadler y hemos mantenido una interesante conversación sobre Mite, Tite y el diseño relacionado con la iluminación.

 

¿CÓMO HA INICIADO LA COLABORACIÓN CON FOSCARINI PARA LA LÁMPARA MITE?

MS — «Conocí a Foscarini en un periodo en el que vivía en Venecia y Mite fue el primer proyecto que desarrollamos juntos. Para mí Foscarini era una pequeña empresa que trabajaba el vidrio y era una realidad lejana de lo que yo hacía. Un día conocí por casualidad, en un vaporetto, a uno de los socios. Charlamos sobre nuestro trabajo y lo que hacíamos, y me habló de un tema sobre el que estaba reflexionando. Me pidió que pensara en un proyecto que tuviera el sabor incierto del vidrio —ese aspecto artesanal que es imposible de controlar y que consigue que cada objeto tenga su personalidad— pero que se pudiera fabricar a nivel industrial, con una visión más integrada. Al separarnos nos despedimos y le prometí que lo pensaría».

 

¿CUÁL HA SIDO LA IDEA PRINCIPAL QUE HA DADO PASO A ESTE PROYECTO?

MS — «Iba de camino a Taiwán para un proyecto de raquetas de tenis y palos de golf para una empresa que trabajaba la fibra de vidrio y la fibra de carbono. Es un mundo en el que los productos se fabrican en grandes números, no con pocos ejemplares. La raqueta, cuando se fabrica, cuando sale de los moldes es preciosa, pero luego, las personas que la trabajan empiezan a limpiarla, a pulirla, a pintarla, a cubrirla con diversos elementos gráficos y así, poco a poco, va perdiendo parte del encanto de la fase de producción. Al final tienes un objeto cargado de elementos gráficos que esconden su auténtica estructura. El producto final, para mí, es siempre menos interesante que el producto en la fase inicial. Para mi trabajo de diseñador prefiero el producto bruto, antes de los acabados, cuando todavía es un objeto « mítico», precioso, porque la materia vibra. Mirando estas piezas a contraluz se ven precisamente las fibras, y he notado que la atraviesa la materia. Cogí unos cuantas de estas muestras y me las llevé a Venecia. Al volver, llamé enseguida a Foscarini y les expliqué que estaba pensando en una manera de utilizar este material. Aunque la fibra de vidrio, realizada con pedazos de material presenta límites e incertidumbres en la elaboración, yo pensaba en un objeto para fabricar a nivel industrial. Proponerlo a Foscarini era casi como una apuesta, porque se necesitaban grandes cantidades de producción para justificar su uso, y no era un material muy versátil y adaptable. Pero si hubiéramos conseguido mantenerlo en ese fascinante estado matérico, habría sido una ocasión perfecta para aplicarlo a un proyecto de iluminación».

¿CÓMO FUE LA FASE DE INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO?

MS — «Nos pusimos en contacto con muchos proveedores que utilizaban los mismos materiales y las mismas técnicas para fabricar cubas de vino o equipos deportivos, pero lamentablemente no estaban dispuestos a colaborar para esta investigación experimental. Sin embargo, seguimos buscando sin desanimarnos hasta que encontramos a un empresario que también trabajaba este material para sus investigaciones personales (se había construido un ala delta motorizado). Se entusiasmó con el proyecto y ofreció enseguida su disponibilidad. Tenía una empresa que fabricaba cañas de pescar extraordinarias y muy especiales, pero decidió lanzarse con nosotros en el mundo de la luz. Nos mandaba muestras de pruebas que hacía de forma autónoma, pidiéndonos nuestra opinión sobre nuevas resinas y nuevos hilos. El diseño está formado por personas que actúan e interactúan juntas. Se trata de una magia completamente italiana. A menudo, en empresas del resto del mundo, esperan la llegada del diseñador que, como un superhéroe, entregue todo ya listo, llaves en mano. Pero no funciona así, para crear proyectos realmente innovadores es necesario poder intercambiar ideas para encontrar los problemas y resolverlos juntos. Me gusta trabajar así».

 

¿SE DESARROLLARON MODELOS Y PROTOTIPOS DE ESTUDIO?

MS — «El primer modelo estaba hecho con un molde cerrado tradicional, y luego pensamos probar otra técnica, el «rowing», que se basa en enrollar hilos alrededor de un cuerpo macizo. Observando los hilos que se podían utilizar, encontré madejas que se consideraban defectuosas, en las que el hilo no era perfectamente lineal y vibraba un poco. Este tipo de hilo se convirtió luego en el hilo utilizado en la producción final. Las fibras no son todas regulares, y nosotros quisimos valorizar este «defecto» que lo ha transformado en una calidad siempre única. Queríamos despojarnos del sentido del tecnicismo y queríamos aportar el valor de las habilidades manuales y un cálido sabor material, como se sabe hacer en Italia. En uno de los primeros prototipos había truncado la parte superior con un corte de 45 grados introduciendo un faro de automóvil. Actualmente me parece inquietante ver ese primer prototipo, pero es absolutamente normal, porque representa el inicio de una investigación larga. Para llegar a un producto sencillo es necesario trabajar mucho. Al inicio mi huella era demasiado fuerte, casi violenta. Foscarini ha conseguido mediarla, y con razón, esto es el diseño. Es el equilibrio justo entre las partes en juego para hacer juntos una obra común. Solo trabajando con Foscarini, que sabe tratar la luz, que sabe dar ese sabor a las transparencias y ese calor a la materialidad, hemos conseguido que el producto alcanzase una proporción justa y adquiriera autenticidad. Hemos conseguido obtener un objeto mucho más neto, limpio, en el que lo más importante es la luz que produce, la transparencia del cuerpo y la vibración que se visualiza en el diseño. No un objeto que grita, sino un elemento delicado que entra en las casas».

 

¿CUÁLES SON LOS DESAFÍOS ESPECÍFICOS DE UN PROYECTO CON LA LUZ?

MS — «Después de esta lámpara y después de este acercamiento a los materiales compuestos, me encontré un poco con la etiqueta del diseñador que hace lámparas con materiales sofisticados. Esto no me molesta, al contrario, es lo que junto con Foscarini nos gusta hacer. Por lo tanto, si actualmente encuentro en mis investigaciones algo interesante o que no se ha utilizado todavía para el mundo de la luz, Foscarini es la empresa con la que podría disponer de mayor potencial para desarrollar algo original e innovador».

 

¿CUÁLES SON LOS ASPECTOS MÁS SIGNIFICATIVOS DE LA TECNOLOGÍA LUMINOSA UTILIZADOS PARA ESTE PROYECTO?

MS — «En 20 años, la tecnología luminosa ha evolucionado mucho y ahora utilizamos el LED. Respecto a la tecnología del pasado, es un poco como pensar en la diferencia que existe entre un motor de inyección electrónica y uno con carburador. Con el carburador también se podían obtener resultados óptimos, pero se necesitaba un genio que supiera escuchar el motor y que luego fuera capaz de regular todo manualmente. Para Mite ha sido un poco lo mismo. En la primera versión habíamos puesto una bombilla bastante larga colocada a una cierta altura. Para cerrar el tronco, moldeamos una plancha circular de metal cromado con algunos ángulos que experimentamos con diversas inclinaciones, para reflejar la luz directa hacia arriba, pero también para que la luz bajara por el cuerpo de la lámpara, lamiera el material y pudiera iluminarlo desde detrás. Evidentemente, esta tecnología limitaba la libertad de acción, mientras actualmente, con los LED, podemos desplazar el efecto luminoso exactamente hasta donde queremos».

 

¿CÓMO HA CAMBIADO EL TRABAJO DE DISEÑADOR EN ESTOS PRIMEROS VEINTE AÑOS DEL NUEVO MILENIO?

MS — «Actualmente estoy feliz con mi trabajo porque me parece estar en la década de los 70, cuando el empresario contaba mucho y planteaba sus intenciones claramente, con objetivos, un programa de plazos, el dinero necesario y —sabiendo que había trabajado bien hasta ese punto— tenía la intención de ir hasta donde no había ido nunca. Quizás es debido a este periodo muy duro de la pandemia, quizás es debido a que cada vez me cuesta más trabajar con las grandes empresas multinacionales u orientales, pero creo que ha llegado de nuevo el momento de ponerse a trabajar directamente con los empresarios en primera persona».

¿CUÁL ES LA IMPORTANCIA DE LA «TRANSFERENCIA TECNOLÓGICA» EN LAS INVESTIGACIONES DE DISEÑO?

MS — «Es fundamental. Mi trabajo se podría ver como el principio de los vasos comunicantes. Cojo una cosa de una parte, la «tiro» y la llevo a otra parte para ver lo que sucede. Lo he hecho siempre, durante toda la vida. En mi estudio hay un despacho donde, con mis manos, puedo construir o reparar cualquier cosa, y esto me ayuda mucho. No es el concepto de saber dónde está el «sky’s limit», pero pienso mucho antes de decir que no a algo, porque a menudo ya existen soluciones en otras partes y, por lo tanto, es suficiente entender cómo transferirlas».

 

ESTA LÁMPARA ESTÁ HECHA CON UN «TEJIDO» (TECNOLÓGICO) AUTOPORTANTE. ¿QUÉ IDEA RELACIONA EL TEJIDO CON EL DISEÑO DE LA LUZ?

MS — «En Mite la importancia del tejido viene dada por la ventaja de poder tener una textura que hace vibrar la luz cuando pasa por el cuerpo y no fue fácil encontrar el tejido adecuado. Pero con el tejido, en sus infinitas variables, se pueden hacer siempre cosas maravillosas con la luz y, en efecto, con Foscarini seguimos experimentando y desarrollando nuevos proyectos».

 

¿QUÉ SIGNIFICA EL NOMBRE MITE Y SU VARIANTE DE SUSPENSIÓN TITE?

MS — «El nombre deriva de un juego verbal en francés, que me había enseñado mi madre cuando era pequeño, para recordar la diferencia entre las formaciones calcáreas en las cavernas, divididas en las que suben desde abajo, las estalagmitas, y las que bajan desde arriba, las estalactitas. De ahí la idea del nombre. Aunque inicialmente pensaba en la lógica de la forma que se reduce alejándose del suelo o del techo —y por tanto los nombres de las dos lámparas deberían estar invertidas— esta lógica funciona bien en cualquier caso también por asonancia tipológica, es decir, la (estalag)MITE se apoya en el suelo y la (estalac)TITE cuelga del techo».

Era el 1990 cuando Foscarini presentó una lámpara de vidrio soplado, caracterizada por la combinación con un trípode de aluminio, resultado del encuentro con el diseñador Rodolfo Dordoni, que reinterpretaba con un nuevo espíritu la clásica pantalla. Esa lámpara se llamaba Lumiere.

Descubre Lumiere

¿Cuándo y cómo nació el proyecto Lumiere (la chispa, quiénes fueron los actores iniciales, los impulsores)?

Estamos hablando de hace bastantes años y, por lo tanto, recordar quienes fueron los actores precisa un esfuerzo de memoria que a mi edad quizás ya no es tan sencillo.
Lo que si puedo decir es el contexto en el que nació Lumiere. Era un periodo en el que había empezado a trabajar con Foscarini en una especie de cambio de la empresa. Me habían llamado para una dirección general, que podía ser una especie de dirección artística de la nueva colección, porque su intención era cambiar la configuración de la empresa.
Foscarini era una empresa pseudomuranesa, es decir, que residía en Murano, pero que tenía una mentalidad que no era exclusivamente muranesa. Empezamos a trabajar sobre este concepto, el de conservar la identidad de la empresa (la identidad de las raíces de la empresa, es decir, Murano-vidrio), pero alejándonos de la posición de las demás empresas de Murano (es decir, fábrica de vidrio-vidrio soplado) intentando añadir al producto detalles tecnológicos que lo caracterizaran y convirtieran a Foscarini en una empresa más de «iluminación» que de «vidrio soplado». En aquella época, este concepto era la línea guía para la Foscarini del futuro.

 

¿Donde nació Lumiere? ¿Que llevó a su forma-función (las restricciones proyectuales, los materiales como vidrio soplado y aluminio)?

Basándonos en las líneas guía de las que acabo de hablar, empezamos a imaginar y diseñar productos durante los encuentros. En uno de esos encuentros, creo que estábamos todavía en la antigua sede de Murano, hice un esbozo sobre un papel, un diseño realmente pequeño sobre una hoja de papel de 2×4 cm, este sombrero de vidrio con un trípode, para que se entendiera la idea de asociar vidrio y fusión, porque en aquella época la fusión de aluminio era un argumento muy contemporáneo, nuevo.
Así pues, la idea de este pequeño trípode con la fusión y el vidrio expresaba, más que el diseño de una lámpara, un concepto más general: «cómo colocar juntos dos elementos que fueran la característica de los futuros productos de la empresa». Esta fue, en la práctica, la intuición.

 

¿Un momento que recuerda, más que otros, cuando se habla de Lumiere (un encuentro con el cliente, una prueba en la empresa, el primer prototipo)?

Pues, seguramente el momento en el que Alessandro Vecchiato y Carlo Urbinati prestaron atención a mi esbozo, por la intuición. Recuerdo que Sandro echó una hojeada al diseño y dijo: «Me gusta, deberíamos hacerla». En ese esbozo vieron enseguida el producto. Y yo también pensaba que ese diseño podía convertirse en un auténtico producto. De allí nació Lumiere.

 

Vivimos en una sociedad en la que impera el «usar y tirar». ¿Qué se siente al haber diseñado algo que tiene éxito desde hace 25 años?

Eran claramente momentos distintos. Primero, cuando se diseñaba, las consideraciones que las empresas hacían eran también en términos de inversión, y de su amortización en el tiempo. Por tanto, las cosas que se diseñaban se pensaban más.
Ahora no es que hayan cambiado las empresas, ha cambiado el mercado, ha cambiado la actitud del consumidor, que se ha vuelto más «voluble». El consumidor actual está acostumbrado por otros sectores de mercado (véase moda y tecnología) a no desear cosas «duraderas». Así que las expectativas que las empresas tienen sobre el producto son seguramente más breves. Cuando sucede que un producto (como Lumiere) vive durante tanto tiempo en términos de ventas, significa que es autosuficiente. Es decir, que se trata de un producto que no ha seguido necesariamente las tendencias, el momento. Y precisamente por ello, en cierta manera, atrae. Y estimula placer. Tanto en quien lo compra como en quien lo ha diseñado.
¡Personalmente me complace que Lumiere represente una «huella» que todavía se reconoce y sigue siendo atractiva!

 

¿De qué forma este contexto ha «dejado una huella», si lo ha hecho, sobre la piel y en la mente de Rodolfo Dordoni, hombre y arquitecto?

Pienso en dos momentos importantes que han marcado mi trabajo. El primero es el encuentro con Giulio Cappellini, que fue mi compañero en la universidad, Luego fui yo su compañero de trabajo, porque al acabar la universidad me pidió que trabajara con él en la empresa. Gracias a este encuentro pude conocer el mundo del diseño «desde dentro». Durante 10 años trabajé y conocí el sector de la decoración en todos sus aspectos. Así pues, mi configuración es la de quién conoce «en la práctica» toda la cadena de producción del producto diseño.
Esto lleva directamente al segundo de mis momentos importantes.
Gracias a esta «práctica», a este conocimiento directo, cuando las empresas se dirigen a mí saben que no están pidiendo solo un producto, sino un razonamiento. Y a menudo sucede que este razonamiento lleve a construir con las empresas relaciones que se convierten en intercambios largos, en conversaciones largas. Esta charlas ayudan a conocer a la empresa. Y el conocimiento de la empresa es una parte fundamental en el análisis del proyecto. Me gusta trabajar, y en esto estoy un poco mimado, con personas con las que comparto una especie de similitud de intenciones y de objetivos a alcanzar. De esta forma se tiene la posibilidad de crecer juntos.

 

Década de los 90: «googlando» aparecen las Spice Girls, los Take That y el Jovanotti de «È qui la festa?», pero también «Nevermind» de los Nirvana y la pieza de los Underworld que hacía de columna sonora de la película lm Trainspotting, «Born Slippy». ¿Si piensa en su década de los 90, qué le viene a la mente?

La década de los noventa fue para mí el inicio de una progresiva incomprensión tecnológica. Es decir, que todo lo que sucedió desde el LP musical en adelante, tecnológicamente hablando, yo empecé a no entenderlo. Muchas veces he pensado que, cuando era un muchacho, criticaba a menudo a mi padre porque lo consideraba tecnológicamente inadecuado. Pues bien, su ser inadecuado respecto a mí era mínimo, si pienso en mi «insuficiencia tecnológica» respecto a mis nietos, por ejemplo. ¡Digamos que en la década de los noventa inició mi «aislamiento tecnológico»!

 

¿Que ha permanecido invariable para Rodolfo Dordoni diseñador?

El diseño. El esbozo. El rasgo.

La colección de autor ‘The Light Bulb Series’, creada a partir de la colaboración entre Foscarini y James Wines / SITE es la protagonista de la instalación «REVERSE ROOM», presentada durante la Milano Design Week 2018 en el Foscarini Spazio Brera. Se trata de una «caja negra» volcada e inclinada que invierte la percepción del espacio y cuestiona nuestra respuesta al ambiente y a las convenciones.

Formada por algunas piezas seleccionadas atentamente, de tirada limitada y numerada, «The Light Bulb Series» es una colección de autor, preciosa por la historia que cuenta y el pensamiento que transmite. Parte de una reflexión sobre la bombilla como arquetipo, con su típica forma de bulbo, nacida de la función y condicionada por la tecnología disponible en aquella época, pero que ha permanecido tal en los decenios, a pesar de que la evolución técnica permita adoptar actualmente cualquier forma que se desee.
Wines declina esta reflexión, con exploraciones que se mueven alrededor de los temas principales que han guiado su investigación arquitectónica, basada en la respuesta en el ambiente circundante y en una acción sobre él. Son la inversión, la disolución, la naturaleza, todos esos estados de «defecto arquitectónico» que permiten pensar de nuevo la realidad, dándole forma y disolviendo, al mismo tiempo, los límites.

Todas las piezas que componen la serie se presentan en el Foscarini Spazio Brera en «Reverso Room», una instalación especial firmada por el mismo James Wines con la hija Susan Wines, diseñada para destacar las características de inversión surrealista de estas variaciones sobre el tema. En una habitación de paredes oscuras, volcada e inclinada, con mesas y sillas monocolor, las lámparas de suspensión se asoman desde el suelo, mientras las de mesa lo hacen desde el techo, cuestionando nuestra percepción de los espacios y nuestra respuesta a los estímulos ambientales y a las convenciones.

«Esta serie nace de la idea de trastornar el diseño clásico de las bombillas de incandescencia, una idea que propone una reflexión crítica sobre las formas para nada icónicas de las modernas lámparas de LED. El concepto, realizado por Foscarini, nace de un trabajo sobre la identificación espontánea por parte de las personas con formas y funciones de objetos comunes. En este caso, las bombillas se funden, evolucionan, se agrietan, se rompen, se queman, invirtiendo así cualquier expectativa».

JAMES WINES
/ ARQUITECTO Y DISEÑADOR

La historia de la colaboración entre Foscarini y James Wines se desarrolla a lo largo de casi treinta años, a través de algunas etapas significativas, en una convergencia natural de sus respectivas poéticas. Las raíces de esta relación se remontan al 1991, con «Table Light / Wall light», la primera obra realizada por Foscarini con el grupo SITE de Wines, para las áreas culturales de la muestra de Verona «Abitare il tempo», organizadas en aquellos años por Marva Griffin. Varios años después, los caminos de Foscarini y de SITE se cruzaron de nuevo gracias a un amplio artículo monográfico sobre Inventario (revista-libro dirigida por Beppe Finessi, promovida y sostenida por Foscarini), escrito por Michele Calzavara y dedicado a los trabajos del grupo. De aquí nace la voluntad de Foscarini de retomar el proyecto, transformándolo en una pequeña colección en serie, compuesta por lámparas y objetos.

«Es siempre un privilegio, para una empresa basada en el proyecto, unir la propia historia con el recorrido conceptual y artístico de creativos que le son intrínsecamente afines. Esto es lo que sucede con Foscarini y James Wines».

CARLO URBINATI
/ PRESIDENTE FOSCARINI

“The Light Bulb Series” es una colección de autor que nace de una reflexión sobre la bombilla como arquetipo, con su típica forma de bulbo, presentada en varias provocaciones sorprendentes.

“Una idea que sugiere una reflexión crítica sobre las formas absolutamente no icónicas de lámparas modernas a LED“. James Wines expresa esta reflexión basándose en los temas principales que han caracterizado su investigación arquitectónica. Se trata de la inversión, del derretimiento, de la naturaleza, todos esos estados de “defecto arquitectónico” que permiten replantearse la realidad, darle forma y, al mismo tiempo, disolver las fronteras. Una tensión hacia la experimentación, mejorarse pero también diversificarse, concepto que desde siempre anima a Foscarini también.

Ediciones cuidadosamente numeradas; The Light Bulb Series incluye cinco interpretaciones diferentes de este icono luminoso. La colección está acompañada de una monografía sobre el trabajo del estudio SITE, que nos anima a pensar en un mundo de diseño y, por lo tanto, de posibilidad, en el que siempre podemos imaginar arrojar luz de una manera diferente.

/ Black Light
Un hilo y un portalámpara que emana luz, mientras la bombilla sigue siendo negra y “oscura”, una inversión pura de las funciones y de las partes.

/ Candle Light
Vela y bombilla: un cortocircuito entre formas y efectos distintos de hacer luz, dos historias luminotécnicas de llama y de tungsteno que se unen y forman un nuevo objeto ambiguo y extravagante.

/ Melting Light
Como durante una fusión, un bulbo se inmortaliza en un fotograma intermedio entre forma y licuefacción, permanece suspendido en una capa transitoria, se convierte en el icono evanescente de un fantasma.

/ Plant Light
Un bulbo, cubierto por naturaleza, guijarros y tierra, puede desaparecer como lámpara y transformarse en terrario, o bien en bulbomaceta para la planta que lo coloniza.

/ White Light
Es la matriz, el icono de base todavía intacto, un objeto que se ha convertido en el arquetipo de la iluminación.

Todas las interpretaciones que componen la serie se presentan en Foscarini «Reverse Room», una instalación especial firmada por James Wines con su hija Susan Wines, para resaltar las características de inversión surrealistas de estas variaciones sobre el tema.

Descubre más sobre la instalación Reverse Room

Durante la edición 2017 de los Brera Design Days, Foscarini presenta una instalación de MAESTRIE, un amplio proyecto que involucra a diversos artistas y profesionales y que resalta el saber artesanal que se encuentra en la base de la realización de algunos de los iconos Foscarini.

En el Foscarini Spazio Brera, una gran instalación firmada por Peter Bottazzi —escenógrafo y diseñador poliédrico, antiguo colaborador de directores como Peter Greenaway, Moni Ovadia y Robert Wilson, y organizador de los montajes para las muestras de Steve McCurry— pretende reproducir de forma atractiva y emocional el conocimiento y el trabajo artesanal que se encuentra detrás de algunos de los modelos icónicos de la empresa.

«He intentado desentrañar y estratificar materiales, imágenes, movimiento, luces, proyecciones, productos y ruidos, coreografiando miles de estímulos de forma poco ortodoxa».

PETER BOTTAZZI,
/ ESCENÓGRAFO Y DISEÑADOR

Una gran estructura de 12 metros de longitud invade el espacio de Foscarini Spazio Brera para compartir sugestiones y fragmentos de verdad a través de imágenes de los rostros y las manos de los artesanos que dan forma, con su trabajo, a ideas y proyectos. Las fotografías las hizo Gianluca Vassallo en el interior de las pequeñas empresas artesanales donde nacen lámparas como la Mite y la Twiggy de Marc Sadler, la Aplomb de Lucidi e Pevere, la Rituals y la Tartan de Ludovica e Roberto Palomba, y la Lumiere de Rodolfo Dordoni.

Al visitante lo recibe una maxi-pantalla en la que se ven sugestivas imágenes de producción, montañas de estímulos y preciosos recortes de saber, en una historia que es, al mismo tiempo, una puesta en escena y un proceso ritual para celebrar la capacidad y la sabiduría de las manos. El fotógrafo Gianluca Vassallo se ha convertido en portavoz y vehículo, adentrándose en fraguas y salas repletas de vida y calor, entre manos y materiales, vasijas y esfuerzos, para devolvernos lo terrenal y pesado que es el camino que lleva a plasmar y concretar una idea.

«MAESTRIE destaca el saber artesanal del que nacen tantos objetos extraordinarios del diseño italiano y algunas de nuestras lámparas más queridas, que constituye una parte esencial del ADN de Foscarini. Durante muchos años nos hemos centrado en el producto final, en el impacto estético y emotivo que podía suscitar, pero olvidándonos del «cómo» se obtenía este resultado. Quería encontrar la forma de transferir la emoción que siento cada vez, cuando voy a visitar a los artesanos que realizan nuestras lámparas. Me sorprenden siempre las cosas extraordinarias que se pueden hacer y el hecho de que muchas veces nos olvidamos de lo atractivas que son y de su importancia».

CARLO URBINATI
/ PRESIDENTE FOSCARINI

Maestrie es la historia de una dimensión que hasta ahora estaba escondida: el saber artesanal que subyace a la creación de algunos de los modelos más queridos de Foscarini.

Descubre el proyecto Maestrie

Para explicar los valores de la marca y sobre todo los escenarios, las atmósferas y las sugestiones que pretende despertar a través de sus lámparas, Foscarini utiliza para el Fuori Salone 2007 una videoinstalación con un contenido muy emocional. Aquí está la escenografía a través de la narración directa de los autores, Vittorio Locatelli y Carlo Ninchi.

/ Etna. Externo. Amanecer

De la oscuridad a la luz.
El paisaje de un amanecer desnudo y primordial, sin color, de tierra negra y lava. Una calma aparente, un silencio roto solo por el viento y por los pájaros, una sensación de paz. Pero el paisaje todavía humea, se siente burbujear por dentro. La tierra móvil respira. La luz crece y divide claramente el blanco del aire del negro de la tierra. Un paisaje antiguo, de la memoria y del sueño. Un paisaje interior en movimiento silencioso.
Una figura y el paisaje. No dentro del paisaje, pero al lado. Lo está pensando o soñando o recordando. Una figura tan cruda como el paisaje, de piel muy blanca y cabellos negros. Oriental, muy bonita y fría, ojos finos que esconden pensamientos y emociones.
Afloran memorias que podemos intuir, pero no comprender. Explican fragmentos de historias que tienen todavía como tema la luz y el espacio.

/ Hong Kong, Man Mo Temple, Interno, Noche

Una historia lejana, un templo budista con el techo cubierto de espirales votivas humeantes. La luz se descompone en un polvo de vapores, el espacio es indefinido, móvil, caleidoscópico, con movimientos concéntricos y en forma de espiral. Una luz del espíritu.

/ Catania, Palazzo Biscari, Interno, Día

Luego otra historia que encaja con ésta, otro espacio y otra luz. Un palacio barroco incrustado con decoraciones sensuales y voluptuosas como solo se encuentra en los palacios sicilianos. Con ese algo decadente, deshecho y a la vez magnífico. Aquí la luz se rompe con los gigantescos candelabros de cristal veneciano, amplificada por los espejos, disuelta en las volutas de los estucos y los muebles.
La música es suave, romántica y conmovedora, pero como puede serlo una música de chicos modernos, ronca, sucia y disonante. Una canción inquieta y serena. Habla de la tierra, pero está hecha de fragmentos y memorias descompuestas. Crece con el vértigo de los espacios, inestable. Luego, inesperadamente, se vuelve clara y serena, mientras la figura y el paisaje encuentran una superposición, una identificación. El paisaje es la figura. La figura es el paisaje. Se cierra el círculo.

/ Etna. Externo. Día

Y cuando el paisaje/figura explota, lentamente, suavemente, no es el volcán el que arroja los lapilli en el aire, sino que es la propia imagen que se hace añicos, que se desintegra lentamente, que vuela en el espacio vacío suspendida durante largo tiempo.
Antes y después, en el espacio real de la proyección, hay candelabros orgánicos y materiales que pulsan con luz intermitente. Cuerpos primordiales que dan forma a la luz, antes que objetos de diseño e instrumentos iluminadores, espectadores de la construcción y de la destrucción que se desarrolla cíclicamente a su alrededor. Testigos silenciosos y estables, portadores de luz, en el vértigo.

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