Una lámpara de suspensión que toma forma gracias a la fuerza de gravedad, con líneas metálicas que dibujan la luz y emiten sonidos cuando se rozan. Una «musicalidad» en la que se inspira también el nombre de la colección. Ofrece una iluminación difusa, directa hacia abajo y reflejada en el techo. El cuerpo de luz está formado por una estructura en metal cromado y varillas redondas macizas de aluminio pintadas con polvos epoxídicos. Las varillas están unidas a la estructura mediante pequeños anillos en metal. Dispone de tres cables de suspensión en acero inoxidable y cable eléctrico transparente. Florón de techo con estribo de metal zincado y cubierta en metal cromado brillante. Preparado para el encendido separado de las dos fuentes luminosas. Disponible kit para la descentralización del florón.