VITE se convierte en una muestra fotográfica en Nueva York
Foscarini cuenta, en la sala de exposiciones Spazio Soho, una visión centrada en el hombre. La muestra fotográfica VITE lleva al interior de casas vividas, cotidianas, y hace descubrir las historias de las personas que viven en ellas, acompañados por las lámparas que iluminan la escena.
VITE representa un cambio de visión, una perspectiva distinta, una evolución en el mundo en la que Foscarini representa y cuenta las propias colecciones.
El proyecto VITE nace de la voluntad de colocar a las personas en el centro, convirtiéndolas en el eje central de la narrativa sobre el diseño. El proyecto habla de luz, pero sin iniciar por la lámpara —quien la diseña, la desarrolla o la fabrica— sino por quien la vive dentro del propio espacio más íntimo: la casa.
Con una muestra en el flagship store de Nueva York, Foscarini cuenta esta visión centrada en el hombre. Spazio Soho se convierte en un ambiente para explorar las imágenes fotográficas del proyecto, acompañados por las lámparas que iluminan la escena.
Entre los productos de la muestra: Lumiere de Rodolfo Dordoni, Gregg de Ludovica+Roberto Palomba, MITE Anniversario y Twiggy de Marc Sadler, Plena de Eugenio Gargioni y Guillaume Albouy, Sun – Light of Love de Tord Boontje, Caboche de Patricia Urquiola y Eliana Gerotto, Aplomb de Lucidi Pevere y Spokes de Garcia Cumini.
Se acompaña a los visitantes en un viaje por el interior de casas reales —entre Copenhague, Nueva York, Nápoles, Shanghái y Venecia— fotografiadas por el artista Gianluca Vassallo y narradas por el escritor Flavio Soriga. En el centro del objetivo y de la narración están las personas, mientras la mirada se deja libre para que observe los ambientes íntimos, auténticos y por lo tanto también imperfectos. Ya no son las casas muy controladas, artificiales e «inalcanzables» de muchos platós fotográficos, sino casas vividas, cotidianas, que nos cuentan de cerca las historias de las personas que las habitan.
La muestra VITE pone en evidencia el cambio de perspectiva de Foscarini para mostrar las propias luces en una dimensión más íntima y privada, dentro de espacios en los que las lámparas se colocan de forma muy natural, como parte de la experiencia de personas reales en las propias casas.
«Cada vez que se ha abierto la puerta a una de las vidas que he fotografiado en los últimos meses, perseguía un domingo de hace cuarenta años, que existe en mi interior. He buscado la maravilla de esa luz particular que experimenté a los seis años de edad, en una casa completamente nueva, con el olor de la pintura fresca que nos recibía y el sonido que llegaba del piso superior. Que era simplemente la luz que imaginé que atravesaba la vida de cualquier persona que vivía allí arriba».
GIANLUCA VASSALLO
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