Daniel en Guérande
– PAÍSES DEL LOIRA
Cielo, estanque, carpas
Lo más lejos posible de todo, del tráfico, de los rascacielos, del caos y de la gente. Aquí puedo vivir escondido. Lo que más me gusta es el cielo, el cielo libre, puro, que se ilumina como fuego al atardecer.
Durante veinte años mi hogar fue un velero, en las Antillas.
Yo era el patrón: St Barth, Guadalupe, La Reunión, mares cristalinos, islas, todo lo que podáis imaginar. El viento y el sol, siempre. Pero mientras tanto había comprado un terreno aquí, en el «marais», entre los pantanos de sal de Guérande; porque sabía que era aquí donde quería venir a vivir y construir mi casa. Lo más lejos posible de todo, del tráfico, de los rascacielos, del caos y de la gente. Aquí puedo vivir escondido. Lo que más me gusta es el cielo, el cielo libre, puro, que se ilumina como fuego al atardecer. El cielo que veo cuando voy a dar de comer a mis carpas. En los trópicos los días son demasiado cortos, la noche llega muy rápido. Aquí tengo tiempo para disfrutar del cielo. ¿Echo de menos el mar y el viento? Un poco, pero no demasiado. Cuando los echo de menos, alquilo un barco con amigos y navegamos por el Mediterráneo. Pero por ahora, mi cielo es suficiente.
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