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Los personajes de ojos grandes de Fausto Gilberti se encuentran con las lámparas Foscarini

08/03/2024
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Fausto Gilberti, conocido por su estilo minimalista poblado de figuras estilizadas de grandes ojos y cuerpos esbeltos, ha creado una nueva serie en el proyecto editorial «What’s in a Lamp?» de Foscarini.

Fausto Gilberti es un artista polifacético: pintor, dibujante y autor de libros que relatan el arte con ironía y curiosidad, especialmente el arte contemporáneo y conceptual. Su estilo distintivo, a caballo entre la pintura y el dibujo, entre la gráfica y la ilustración, cuenta historias mediante imágenes en las que personajes estilizados de grandes ojos emergen sobre un fondo blanco indefinido, creando escenarios únicos e inmediatamente reconocibles.

Los icónicos hombrecitos se mueven en un espacio etéreo donde interactúan con las lámparas Foscarini, creando situaciones irónicas y surrealistas. Un trazo minimalista y sintético, resultado de años de investigación para encontrar un signo gráfico personal y universal que represente la figura humana reducida a su mínima expresión. En ello encuentra un hilo conductor común con el diseño de las lámparas Foscarini: la búsqueda de la síntesis, la eliminación de lo superfluo para alcanzar lo esencial. Gilberti afirma: «Con el diseño he buscado siempre la simplicidad de las formas y la pureza de los signos. También he encontrado estos elementos formales en las lámparas Foscarini. Al diseñarlas, me di cuenta enseguida de que su forma estaba en perfecta armonía con la de mis figuras».

En esta serie inédita de dibujos, el arquetípico hombrecillo de Gilberti interactúa con las lámparas de la colección Foscarini, sosteniéndolas, abrazándolas y sumergiéndose figurativamente en su luz y su forma. Una mirada única sobre la relación íntima entre el individuo y la luz.

Las ilustraciones en blanco y negro son vibrantes y expresivas; pequeños detalles caracterizan a los estilizados personajes, y las lámparas –la única nota de color– ayudan a delinear la personalidad del personaje que interactúa con ellas, de la misma forma que, cuando las elegimos para nuestros hogares, dicen algo sobre nosotros.

Sigue el proyecto «What’s in a Lamp?» en Instagram para descubrir toda la serie y leer nuestra entrevista exclusiva con el artista Fausto Gilberti, conocer sus fuentes de inspiración, su investigación artística y saber más sobre su colaboración con Foscarini.

¿Cómo comenzó tu aventura artística? ¿Siempre intuiste que el arte habría sido tu camino? ¿Cuál fue tu primera experiencia significativa en este mundo?

De niño, veía pintar a mi hermano Mario y le imitaba. Mario es mucho mayor que yo, y solía llevarme a sus exposiciones por Italia y a ciudades de arte para ver a pintores antiguos. Actualmente, el que más le gusta es todavía Fra Angelico.

Era el 1987 y yo iba a la escuela de arte. Durante la clase de geometría, estaba completando a escondidas un dibujo que representaba a varios cientos de hombrecillos que llenaban por completo una pequeña hoja de papel. En un momento dado, el profesor se dio cuenta de que no estaba escuchando la lección. Así que se acercó a mí con aire amenazador y descubrió que estaba dibujando para mí mismo. Pero sin embargo, sorprendió a mí y a todos mis compañeros, al decirme, en lugar de reñirme: «Muy bien Gilberti, sigue así».

Ese dibujo, que todavía conservo, es una composición de 562 hombrecillos de dos centímetros y medio de altura, dispuestos en diez filas. Todos distintos. Se titula: «La suora» (la monja). Ese episodio representa para mí el principio de todo.

 

¿Qué te motiva a crear? ¿Tu inspiración depende de la curiosidad, de la búsqueda de significado o de la pura expresión visual?

Me atraen todas las imágenes que veo, no sólo las artísticas. Me interesan incluso las que se publican en las redes sociales o en una revista de papel satinado. Incluso las descritas por un texto literario, las proyectadas en una película o las evocadas al escuchar música. Cualquier imagen que me atraiga puede ser una fuente de inspiración.

 

Tu estilo minimalista y sintético, con personajes estilizados por sus ojos grandes y aturdidos, se ha convertido en tu marca de fábrica. ¿Cómo has desarrollado este estilo tan característico?

Ha sido un proceso lento de síntesis y reducción de mi signo.

Como ya he dicho, hace unos años solía dibujar figuras humanas repletas de detalles. Cada hombrecillo era distinto de los otros. Cada uno tenía características únicas: eran personajes. Ahora, en cambio, el hombrecillo que dibujo es una representación del hombre en clave universal reducida a su mínima expresión.

 

Hablamos del proyecto con Foscarini «»What’s in a Lamp?». ¿Qué te ha inspirado especialmente en esta colaboración? ¿Cuál es tu obra favorita dentro de este proyecto y qué significado tiene para ti?

Con el dibujo he buscado siempre la simplicidad de las formas y la pureza del signo. También he encontrado estos elementos formales en las lámparas Foscarini. Al diseñarlas, me di cuenta enseguida de que su forma estaba en perfecta armonía con la de mis figuras.

Entre los diseños que he realizado, mi favorito es el de la lámpara Gregg. Quería transmitir la dulzura, la poesía y la elegancia de esa lámpara. Y el tema del abrazo me vino casi de forma automática.

A pesar de tu estilo minimalista, muchas de tus obras consiguen contar, con unos pocos trazos, historias enteras, vidas, situaciones y emociones. ¿Puedes explicar con mayor detalle el aspecto narrativo de tu proceso creativo?

A veces es suficiente cambiar el grosor de una línea para que el dibujo cambie de aspecto y de significado. Poner sobre el papel signos, formas y colores es un poco como componer una pieza musical, las notas son siempre las mismas, pero tienes infinitas posibilidades de combinarlas, con poco basta y la música cambia.

 

¿Cuáles son las fuentes de inspiración que guían tu trabajo? ¿Qué encuentras fascinante en la realidad que te rodea y cómo se refleja en tu estilo?

Siempre me ha gustado la pintura medieval y de principios del Renacimiento, y he intentado componer siempre mis obras inspirándome en las características formales de estos periodos artísticos: el simbolismo, la esencialidad y el estatismo de la pintura medieval; la armonía, el equilibrio y la fuerza narrativa de la renacentista. Me he formado a nivel artístico en el mundo del arte contemporáneo, pero al mismo tiempo he seguido y estudiado siempre otros sectores creativos.

Hace unos años, una de mis principales fuentes de inspiración era la música, los vídeos musicales, las portadas de discos, así como las imágenes en las que se inspiraban algunos géneros musicales. En aquella época pinté muchos cuadros sobre ese tema y publiqué un libro con unos 200 dibujos.

A menudo me ha inspirado también el cine: en el 1999 cree, para una de mis primeras exposiciones personales, una serie de obras (óleos sobre lienzo, dibujos y pinturas murales) inspiradas en Twin Peaks, de David Lynch.

Estoy convencido de que todos los artistas hablan siempre de sí mismos, de que su obra es siempre «autobiográfica». En mi obra se reflejan todas las experiencias de mi vida, mis pasiones e incluso mis obsesiones.

 

Tu has creado una serie de libros ilustrados junto con Corraini Edizioni que narran la vida de varios artistas, como Piero Manzoni, Banksy y Yayoi Kusama. ¿Por qué has decidido narrar la vida y obra de otros artistas y qué importancia tiene hacerlo a través de la lente de un colega artista? ¿Cómo se refleja en estas biografías tu enfoque artístico?

El primer libro de la serie sobre artistas contemporáneos surgió casi por casualidad. La idea se me ocurrió cuando estaba visitando en el 2014 la muestra de Piero Manzoni en Milán. También había traído conmigo a Emma y Martino (mis dos hijos, que entonces tenían 7 y 8 años), aunque temía que se pudieran aburrir. Los vi pasear por las salas del Palazzo Reale intrigados y divertidos y contemplar con asombro las extrañas obras de Manzoni. Allí me di cuenta de que mi próximo libro habría contado una historia real. La de Piero Manzoni. Tras publicar el libro, me di cuenta de que había otros artistas conceptuales y revolucionarios como Manzoni, a menudo observados con prejuicios por los adultos y de los que todavía no se había explicado nada a los niños. Así que con Corraini pensamos y luego decidimos empezar una serie dedicada.

Hago estos libros con un enfoque que es muy parecido al que tengo cuando dibujo o pinto para una muestra. Trabajo con total libertad y no me marco objetivos didácticos o pedagógicos. Intento divertirme y divertir al público contándole una historia, aunque sea compleja, de la manera más sencilla y eficaz posible, haciendo un gran trabajo de síntesis del signo gráfico y sobre todo del texto.

 

¿Quiénes han sido tus maestros o las influencias más significativas a la hora de dar forma a tu visión artística?

Artistas contemporáneos como Yves Klein, Keith Haring, Jean Dubuffet, Jochum Nordstrom, Raymond Pettibon y muchos otros. Pintores antiguos como Rosso Fiorentino, Piero della Francesca y Jan Van Eyck. Escritores como Cormac McCarthy y Raymon Carver. Directores como David Lynch y Lars Von Trier. Músicos como Miles Davis, The Cure, Joy Division, Radiohead, Apex Twin, Nine Inch Nails, Bon Iver y Alt-J.

 

¿Sigues algún ritual a la hora de dibujar? ¿Sigues algún hábito especial o procesos concretos cuando te dedicas a dibujar?

Digamos que casi nunca dibujo en silencio. O lo hago escuchando música, o escuchando y ojeando, entre pausa y pausa (es decir, cuando separo el pincel del papel), una película o una serie de televisión.

 

¿Qué es para ti la creatividad?

Es la capacidad de mirar el mundo y todo lo que hay en él desde múltiples puntos de vista. Buscando algo que no es inmediatamente obvio para la mayoría. Y elaborar de nuevo, de forma personal, lo que hemos descubierto y captado.

Sigue el proyecto en el canal oficial de Instagram @foscarinilamps

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